Nuevo pronunciamiento por el descanso dominical
Elías Soso: "Queremos volver a tener una Argentina feliz"
Dirigentes advirtieron sobre la competencia desigual entre Pymes y grandes superficies comerciales. Quieren resguardar el domingo para el encuentro familiar.

De la Redacción de El Litoral

"Lo que hemos iniciado es una campaña nacional por retornar a la Argentina feliz, donde el núcleo familiar era respetado por lo menos en el día domingo". Enérgico, el vicepresidente 1° de la Came Elías Soso abrió la conferencia de prensa convocada hoy por el Centro Comercial para redoblar argumentos en favor del descanso dominical.

A finales de marzo la entidad local había fijado su posición, en coincidencia con el reclamo del gremio de los mercantiles. Hoy se sumaron el propio Soso, la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Santa Fe y la Iglesia.

Inmediatamente Soso aclaró que "no vamos a cerrar todo, ni los locales vinculados a la gastronomía, ni al turismo, parques infantiles, entretenimientos, museos ni cultura", por enumerar algunos rubros asociados a la actividad de fin de semana. "Lo que queremos es culminar con este proceso donde todo está alrededor de la economía, para que una vez por todas la economía se ponga al servicio del hombre".

"La Argentina donde se cerraba el sábado a la tarde y el domingo fue una Argentina feliz; no nos faltó nada, nadie se murió de hambre", siguió argumentando el dirigente rosarino. Y apuntó a los "supermercados grandes, concentradores de la economía" como parte de esta "debacle nacional".

"Dicen que queremos cambiar el hábito de la gente y es al revés: esta gente vino con capitales internacionales, puso un supermercado, un centro comercial y nos arrastró a todos a abrir el día domingo", añadió. Y para fortalecer su argumentación aseguró que "cuando la relación de fuerza imponga esta forma de vivir, donde la Argentina recupere el nivel de familia, donde no sea una pavada amarse el uno al otro, cuando la economía sirva para que el hombre sea feliz y no sólo para que sea eficiente y productivo, cuando sepamos que vivir en comunidad es más importante que vivir para la economía, vamos a recuperar el nivel económico".

Una norma nacional

Destacó luego las actitudes "nobles y valientes" como las que se adoptaron en esta ciudad, en Sunchales y en localidades de La Pampa donde el descanso dominical ya cosechó adhesiones.

La clave sigue siendo qué van a hacer las grandes superficies comerciales: "los grandes empresarios vinculados a las cadenas nacionales han dicho que si todos cierran, ellos cierran", dijo Soso y ejemplificó que en Rosario ya hay dos empresas que "hicieron números y vieron que les conviene cerrar el domingo". Sin embargo, todo queda circunscripto a una decisión nacional y a una legislación que devuelva el derecho al descanso dominical.

Precisamente, el presidente del Centro Comercial Daniel Bustamante recordó que en 1995 la ley de descanso dominical "fue borrada por intereses del momento". E insistió en que "no hay que tener temores: los negocios ligados al entretenimiento, al turismo, al ocio van a estar abiertos. Queremos que las grandes superficies comerciales, que han llevado a que las familias vayan a comprar todo el día domingo, estén cerradas".

Otras voces

Desde la Cámara de Supermercados y Autoservicios, Alberto Manasseri se mostró "totalmente de acuerdo" con los argumentos sociales y económicos que alientan el cierre dominical. "Es lo mejor que puede ocurrir". Además, recordó que en 2001, la cámara impulsó un proyecto de ley en este sentido, pero no tuvo acogida.

El Pbro. Edgar Stoffel expresó que la iniciativa "es una forma de combatir el consumismo que tanto criticamos. Queremos que la ciudadanía descubra que, quien está detrás del mostrador y trabajando, también es una persona que tiene derechos y familia".

Por su parte, José Bustos, del Centro Unión empleados de Comercio, reseñó las gestiones realizadas hasta ahora a nivel nacional y local, lamentó la pérdida de las normas que respetaban el descanso de los sábados desde las 13 y el domingo, y aseguró que la tendencia que se adoptó luego, con jornadas extenuantes de trabajo en el comercio, provocó problemas en los empleados "que no aguantaban y se desmayaban".

"Muchos quieren descansar el domingo para encontrarse con su familia, con sus hijos y dar un paseo, como era antes", adujo.