Los obispos argentinos rezan en San Miguel

Télam

Los obispos argentinos, reunidos en asamblea plenaria en San Miguel, afirmaron que el nuevo Papa deberá enfrentar una sociedad que "está sufriendo un preocupante distanciamiento de su fuente evangélica", pero aclararon que el cuerpo sesiona "lejos de las especulaciones periodísticas". Asimismo, respecto de la Iglesia argentina se consideró que debe cobrar una mayor conciencia evangelizadora.

La 89° Asamblea Plenaria se celebra en condiciones históricamente excepcionales mientras se espera la nominación del nuevo Papa. "La Iglesia y esta asamblea de sus pastores, está en oración", afirmó monseñor Domingo Castagna, vicepresidente segundo del Episcopado.

"Nos hallamos como enfrentados con un mundo al que le debemos el Evangelio, todo el Evangelio, el mismo que predicaron los apóstoles y sus sucesores, hasta nuestros días. Nuestra sociedad, originariamente cristiana, está sufriendo un preocupante distanciamiento de su fuente evangélica", advirtió el prelado.

El encuentro es presidido por monseñor Castagna, ya que el titular del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, está enfermo y no pudo viajar para la asamblea; y el vicepresidente primero, el cardenal Jorge Bergoglio, se encuentra en Roma participando del cónclave que elegirá al nuevo pontífice.

Vivir el Evangelio

Al hablar ante un centenar de obispos de todo el país, Castagna preguntó cuántas veces "nos hemos preguntado si nuestra acción evangelizadora no ha resultado débil e insuficiente y, por lo mismo, necesitada hoy de inmediatos y urgentes ajustes.

"Hemos escuchado, de las especulaciones de los medios que intentan tantear posibilidades de sucesión papal, que casi la mitad de los católicos del mundo están en Latinoamérica", reseñó.

A continuación, se interrogó: "¿Cuántos de ellos son cristianos o viven en coherencia con el bautismo recibido? ¿cuántos de ellos no se han `pasado de bando' ingresando a otros grupos religiosos o engrosando el amplio margen del secularismo y de la incredulidad?".

"¿Cuántos viven cómodamente una religiosidad sin compromisos en esta sociedad de tantos bautizados que exhibe el escándalo de la injusticia, de la corrupción, del crimen organizado, del atropello a los derechos esenciales del hombre?", añadió.

Al reseñar la vida de Juan Pablo II, el arzobispo correntino destacó que fiel a la integridad del Evangelio, supo tender puentes y devorar esas enormes y abismales distancias y que su ejemplo ha abierto un estilo pastoral que no deja problema sin examinar, ni situación humana sin iluminar desde la fe.

En la única referencia a la situación en el país, Castagna dijo que a los obispos les "corresponde transitar esa senda, trazada en medio de una conflictiva realidad nacional, y avanzar sin temor" y abogó para que la Iglesia en la Argentina cobre mayor conciencia de su responsabilidad evangelizadora e integre a todos sus miembros en el servicio humilde y cordial que deben a sus conciudadanos.