Fallido thriller de fantasmas

Juan Ignacio Novak

Uno de los mayores misterios de la vida humana es, paradójicamente, la muerte. De ahí se desprende que la posibilidad de establecer vías de comunicación con aquellos que están en el "mas allá" sea sin duda un tópico emocionante. Y el cine se encargó en repetidas ocasiones de abordar, desde ópticas muy diferentes, esta materia.

El argumento de "Voces del más allá", adopta una mirada novedosa al respecto: plantea la probabilidad de generar contactos con los difuntos con el uso de la tecnología, y se basa incluso en algunas experiencias realizadas en la vida real. Pero esta óptica, en un principio atrayente, se queda en puras intenciones con el desarrollo de la historia.

Luego de la misteriosa desaparición y muerte de su joven esposa, el arquitecto Jonathan Rivers se encuentra desolado, hasta que un día toma contacto con un personaje extravagante que lo introduce en un novedosa técnica llamada EVP, una práctica que permite grabar voces e imágenes de los muertos a través de aparatos electrónicos.

Jonathan manipula este fenómeno para comunicarse con su esposa, y de a poco vislumbra que ella tiene una especie de misión para él: prevenir asesinatos futuros. Mientras avanza la historia, y el protagonista se adentra más en la vorágine y en los oscuros significados del EVP, empieza a verse vigilado por extrañas entidades del otro mundo.

Aunque aporta algunos momentos de buena tensión, la trama del filme es, en términos generales, muy poco sólida. Se motoriza sobre todo en una constante sucesión -por momentos infundada- de golpes bajos, que tienen el excluyente propósito de provocar sobresaltos en el espectador.

En su parte inicial, la historia se perfila bien, pero se va diluyendo poco a poco debido a los bruscos y desprolijos giros que se van sucediendo y la tornan demasiado intrincada y hasta un poco trabada en algunas secuencias. Aunque con ciertos condimentos, recae en los lugares comunes de las películas de terror.

En ningún momento se deja claro qué es lo que moviliza a los espectros a actuar y cuáles son los fines que persiguen, ni tampoco indaga demasiado sobre las características del fenómeno EPV, posiblemente el aspecto más interesante de la película. Es también floja la actuación de Michael Keaton, quien en alguna instancia de su carrera había demostrado una notable capacidad interpretativa, sobre todo para comedias.

El filme se queda en el puro efectismo y no profundiza demasiado en la traza psicológica de los personajes, lo que los torna poco admisibles y delineados de modo muy grueso. Hay también un protagonismo excesivo de los supuestos fantasmas, que en general no son más que sombras y sonidos guturales.

Los aspectos que se pueden registrar a favor son la notable utilización de la fotografía, el interesante trabajo que hace el director en algunas secuencias con el uso de planos detalle de los artefactos electrónicos, y la composición musical de Claude Foisy.

Voces del más allá

(Reino Unido, 2005); dirección: Geoffrey Sax; intérpretes: Michael Keaton, Deborah Kara Unger, Chandra West, Ian McNeice, Sarah Strange, Nicholas Elia; guión: Niall Jonson; producción: Paul Brooks y Shawn Williamson; música: Claude Foisy; fotografía: Chris Seager; montaje: Nick Arthurs; dirección artística: Greg Ventura; vestuario: Karen Matthews; duración: 97 min.