El rápido deterioro que sufre la vía de comunicación en un recorrido de 12 km provoca perjuicios en el transporte de la producción agrícola y láctea, principalmente durante los días de lluvia.
César Benítez
A medida que pasan los días aumenta la indignación entre los productores agropecuarios ubicados en el tramo Casalegno-Díaz por el creciente deterioro de la obra de ripio que fuera inaugurada hace apenas un mes.
Según testimonios recogidos por El Litoral de varios productores agropecuarios la pérdida del ripio habilitado en marzo pasado los perjudica fundamentalmente en el transporte de la producción agrícola como así también en la explotación láctea, principalmente durante los días de lluvia.
Además cuando se producen precipitaciones el camino queda inutilizado y la gente del lugar soporta los efectos de la incomunicación. Se trata nada menos que de 300 productores damnificados y 17 mil hectáreas.
Lo más perjudicial de esta situación es que no existen caminos alternativos y los que están son de tierra y para colmo de males carecen del mantenimiento adecuado.
Por ejemplo, la localidad de Casalegno tiene dos vías de salida a rutas pavimentadas y sus pobladores deben recorrer 17 km desde hasta la ruta nacional 11 entre Barrancas y Monje y 10 km hacia Bernardo de Irigoyen.
El principal enojo de los hombres ligados al campo y de la gente de la zona en general que debe usar esta vía de comunicación radica en que pagaron una obra que no pueden utilizar y que dificulta sus tareas cotidianas.
Prohibido enfermarse
Un párrafo aparte merece la atención de los problemas que se producen ante una emergencia sanitaria, teniendo en cuenta que deben trasladarse al Servicio para la Atención Médica a la Comunidad (Samco) de Barrancas para recibir atención sanitaria.
Los productores agropecuarios aducen que:
* Se utilizó "barrido de montaña" en vez de piedras.
* Ausencia de trabajos de riego y compactación del suelo.
* Dudas por la certificación de obra realizada por la Dirección Provincial de Vialidad.
* Falta de certeza acerca de la calidad del material utilizado.
* El costo aproximado de la obra es de aproximado $ 518.000, pero desde el sector agropecuario aseguran que fue sobrevaluada hasta alcanzar $ 1.200.000.
El estado de ánimo es ahora muy diferente al que predominaba hace un mes cuando para inaugurar las obras la comuna de Casalegno organizó una cena y baile con conjuntos de la zona y la actuación estelar de Los Palmeras, fiesta a la que asistieron cerca de 1.500 personas.
Casalegno
tiene 322 habitantes y se encuentra a 148 km de la capital santafesina, predominando la soja como cultivo principal seguido de la explotación tambera como actividad secundaria.
Mientras que Díaz está ubicado a 107 km de la ciudad de Santa Fe y posee 1.782 pobladores y su santa patrona es Santa Rosa de Lima que se evoca cada 30 de agosto. La población fue fundada en 1885 por Mariano Díaz, José Almirón y Benito González.