Escasa comunicación con la vecinal
Los vecinos de Jardín Mayoraz no saben a quién llevarle sus quejas
Dicen que la falta de comunicación con la vecinal y la ausencia de un lugar para funcionar, les impiden canalizar los reclamos. Desde la Federación de Vecinales contaron que había sido intervenida, pero ahora trabaja normalmente.

Tres vecinos del barrio Jardín Mayoraz hablaron con El Litoral para manifestar su preocupación por la dirección de la entidad vecinal que representa la zona. Están al tanto de que hay una persona al frente, pero aseguran que no saben quién es, y por lo tanto no tienen dónde llevar sus reclamos.

Todo surgió cuando María Laura Storani, habitante de Mayoraz, se comunicó con El Litoral para difundir la labor de un grupo de 75 vecinos que se congregaron hace 2 meses, para discutir la colocación de alarmas comunitarias en sus casas. Inevitablemente, la consulta sobre el papel que le cupo a la vecinal en la coordinación del trabajo, abrió camino a las preocupaciones de los entrevistados.

Mabel Calabrese fue la anfitriona de las reuniones en las que se resolvió la colocación del dispositivo de seguridad, y también en esta oportunidad, en la que contó su experiencia: "hay un grupo de vecinos que demostraron que la unidad es tan grande que le vendría muy bien al barrio tener una vecinal que oriente todo ese esfuerzo".

Además de María Laura y Mabel, en la charla estuvo Jorge Oliden Leguizamón. Le dicen "el caminante", porque fue el encargado de recorrer las calles para convencer a la gente de la necesidad de reforzar la seguridad. Dice que "la vecinal existe pero no sabemos cuál es, ni quién es el presidente".

A diferencia de Mabel, Jorge piensa que hay que moverse entre pocas personas y no es necesario consultar con una vecinal que va a ir a pedirle al intendente que resuelva algo; "para eso vamos nosotros" protestó.

Abrir espacios

Storani dijo que la vecinal "es un ámbito de encuentro que cumple una función importante, y nos preocupa su ausencia porque queremos informarnos y no sabemos cómo". Y remarcó su interés en que "otros vecinos de Mayoraz se enteren que sus pares tenemos una preocupación por generar espacios de encuentro para seguir hablando de seguridad y otras problemáticas que tienen las comunidades barriales".

Haber reunido a 75 familias para discutir la forma de brindarle mayor seguridad al barrio fue el puntapié inicial para pensar en otros proyectos. Mabel Calabrese no le teme al desafío, pero asume que "estamos un poco entrecortados, porque nos gustaría poder trabajar para todo el barrio, y ya no para 75 familias".

Lo mismo ocurre con María Laura Storani, que a pesar de las ganas cree que "una estructura institucional como la vecinal debe ser rescatada".

Respuestas

Mónica Ledesma es la presidenta de la Federación de Vecinales, y ante la consulta sobre el caso del barrio Mayoraz, confirmó que la entidad funciona normalmente. La preside Jorge Nicolich desde noviembre del año pasado, y anteriormente estuvo intervenida por acefalía.

La Federación es la entidad de segundo grado que nuclean a las vecinales, que son las de primer grado, y periódicamente reúne a los representantes de todos los sectores de la ciudad para discutir las problemáticas centrales de los barrios.

Su presidenta aceptó que hace un tiempo "habíamos perdido contacto con esa gente, pero como actualmente Nicolich asiste a todas las reuniones sabemos que está funcionando".

Mónica Ledesma también dijo que la falta de un espacio físico donde trabajar dificulta la llegada del vecino a los principales referentes, pero eso no quiere decir que no estén trabajando.

El barrio

Jardín Mayoraz es característico por sus calles cortadas, comienza apenas pasando el Puente Negro y está enmarcado por Aristóbulo del Valle, Presidente Roca, Hernandarias y la ciclovía. Según sus pobladores la arquitectura urbana del barrio tiene una reminiscencia francesa, reflejada en la disposición de las calles, que hacen imposible dar con la dirección buscada a las personas ajenas al barrio. Una de las instituciones emblemáticas del lugar es el Colegio Verna.

"Si a la gente no le gusta renuncio"

Jorge Nicolich tiene 44 años, los últimos 24 se dedicó a la militancia política, tarea que le roba tiempo en su trabajo de mecánico de motos. Sin embargo, "hace 8 meses tomamos la vecinal" que estaba liderada por los punteros políticos del barrio y la dejaron "de una forma calamitosa".

Contó que su intención "es fortalecernos para armar algo para el barrio" y explicó que recibe la ayuda de 5 ó 6 personas que son las que "están peleando por esto".

Volvió a referirse a sus antecesores y dijo que "gracias a los punteros hace 15 años tenemos una vecinal acéfala". Explicó que "antes había un terreno" donde funcionar, pero no es claro el destino que tuvo. "Ahora conseguimos los terrenos", se enorgulleció Nicolich, que entre otros logros contó que mejoraron "la limpieza de la ciclovía, y la repavimentación de varias cuadras".

También anunció un proyecto que pretende formar un "comando de limpieza", pero "para eso es necesario tener herramientas, y sin espacio físico no lo podemos hacer" se quejó.

Al momento de hablar de la falta de comunicación con los vecinos comentó que "había un proyecto para sacar una revista pero no se pudo hacer, y ahora se van a repartir 2.000 afiches para convocar a la reunión de la vecinal".

Según dijo, esos gastos no se afrontan con las cuotas societarias, porque "no la cobramos para que los vecinos no protesten". Además todavía están peleando para que le devuelvan un dinero que quedó de las gestiones anteriores.

"Estoy poniendo plata de mi bolsillo" reveló el presidente de la vecinal, que necesita del aval de sus vecinos para que el trabajo realizado no se desvanezca en las próximas elecciones. Igualmente fue determinante a la hora de analizar su tarea: "Yo trabajo para el barrio y si a la gente no le gusta renuncio", remató.

Juliano Salierno