Humillado y sin fuerzas
Tyson tocó fondo y se retiró
Mike Tyson llegó a su ocaso como boxeador. La leyenda no pudo continuar y fue apabullado por el modesto irlandés Kevin McBride, quien lo venció por nocaut técnico.

De la redacción de El Litoral

La carrera de Mike Tyson, el púgil que desde que llegó al mundo del boxeo causó sensación en todos los aspectos, culminó de la peor manera, al ser vencido por el irlandés Kevin McBride.

El propio Tyson, de 38 años, fue el que con la sinceridad que siempre ha tenido en todas sus acciones, tanto buenas como malas, admitió que ya no tenía "estómago" para seguir boxeando.

Tyson cayó por tercera vez en sus cuatro peleas más recientes, las tres por la vía del nocaut y la retirada. Una vez más las fuerzas se le agotaron en forma dramática, a medida que transcurrían los asaltos.

McBride puede haber pasado a la historia por ser el último púgil que peleó contra "Iron" Mike y al que obligó a retirarse después de finalizar el sexto asalto del combate programado a 10, ante la frustración de cerca de 16.000 aficionados que llegaron al MCI Center con la esperanza de ver resurgir al boxeador que durante más de una década fue el "terror" en el cuadrilátero.

Impotencia

Antes del desenlace, el ex campeón golpeó deliberadamente con la cabeza a McBride, como una reacción instintiva de impotencia al ver cómo el triunfo que buscaba era imposible de conseguir.

"No puedo soportar más esto", dijo Tyson. "Lo más probable es que no pelee jamás. No voy a faltarle al respeto a este deporte, perdiendo contra boxeadores de este calibre".

El ex campeón del mundo se había quedado, a partir del quinto asalto, a merced de los golpes y del mejor boxeo de McBride, que comprobó que Tyson no tenía ningún tipo de energía: se fue a la lona con un simple empujón que le dio el púgil irlandés.

La imagen de un Tyson sentado, con su cabeza metida entre la primera y la segunda cuerda, fue patética, para luego tardar varios segundos en reaccionar y poder incorporarse con el convencimiento que había llegado el final.

El adiós

Tyson caminó lento hacia su esquina, se sentó y cuando el árbitro de la pelea, Joe Cortéz, lo fue a ver para revisarlo, los preparadores del ex campeón del mundo le dijeron que todo había concluido, no iba a salir para el séptimo asalto.

McBride, también sentado en su esquina, vio cómo Cortez le levantaba el brazo, declarándolo vencedor, para comenzar la celebración, que era observada con una mirada impávida de Tyson.

"Pude haber continuado, pero pensé que me estaban dando una paliza", reconoció Tyson. "No creo que vaya a continuar en esto".

McBride había tomado el control de la pelea y todo hacía indicar que, a medida que avanzasen los asaltos, el grado de castigo y paliza para Tyson habría sido brutal y sin sentido.

Ironía

Irónicamente, antes de la pelea, Tyson recibió en el vestuario al legendario Muhammad Alí, que asistió a la velada para ver a su hija Laila proclamarse campeona del mundo.

Ni los consejos de uno de los más grandes de todos los tiempos, para muchos el mejor, ni su presencia pudieron ayudar a la condición física y mental de Tyson, un ex campeón que la última vez que ganó a un verdadero peso pesado fue al canadiense Razor Ruddock, y de eso hace 14 años.

Tampoco la necesidad vital de conseguir el triunfo para llevarse los 6 millones de dólares de bolsa y tener garantizadas otras dos peleas más por no menos de 30 millones fue suficiente motivación que le ayudase a conseguir el triunfo.

Tyson no sólo había perdido la pelea, sino también la última posibilidad de pagar las deudas millonarias que aun tiene pendiente con sus acreedores y además, haberse asegurado una cierta estabilidad económica de cara al futuro.

Tras una carrera llena de triunfos destacados, derrotas estrepitosas y escándalos terribles, Tyson parece haber tocado fondo tras su derrota ante McBride y el mismo admitió que no tiene nada más que hacer dentro del mundo del boxeo activo.

Tyson, quien cumplirá 39 años el próximo 30 de junio, después de felicitar a McBride, dijo que había llegado la hora de preocuparse por su vida, pero en otra dirección, sin ser ya nunca más "Iron" Mike.

Ganaba en las tarjetas

Cuando se produjo el nocaut técnico de Tyson, el moreno estadounidense ganaba por 57-55 en las anotaciones de dos jueces, mientras que estaba atrás por el mismo margen en la del tercero.La derrota dejó a Tyson, de 38 años, con una marca de 50-6, 44 triunfos logrados por nocaut, mientras que McBride, de 32 años, ahora tiene 33 combates, con 28 ganados antes del límite, cuatro derrotas y uno nulo.