Entre Ríos nos maltrató con una tormenta cerrada en la que no se veía nada a dos metros. Pero pasando Goya, la cosa empezó a cambiar. Y en Corrientes, no sólo el sol peleaba por aparecer, sino que pronto empezó a hacer calor. Allí, en la Sociedad Rural correntina se armó, en la primera semana de junio, la Exposición Internacional Braford. Calor, nada de agua, un clima no siempre amable: zona Braford, un bicho que, literalmente, se la aguanta. La raza, una cruza del resistente cebú (la raza Brahman, que aporta el "bra" a "Braford") y del Hereford (que le da "ford") fue abriéndose paso y ahora está totalmente asentada, otorgando animales resistentes y rústicos (y por eso hace furor en el norte de Santa Fe y en todo el noreste y noroeste del país), pero también con buena carne. Los que saben dicen que hoy Braford tiene un tamaño muy funcional y ha logrado recortarse y distinguirse entre las razas que aportan carnes de calidad.

Hay un intenso trabajo de la Asociación Braford Argentina (que algunos quieren en el interior y no en Buenos Aires), desde lo organizativo y en materia de promoción, desde luego. Hay un enorme aporte de las cabañas que fueron afinando su trabajo para entregar bellos ejemplares (si se me permite la expresión) que depuran y marcan el camino para los grandes rodeos. Y, hay, fundamentalmente, una preocupación genuina de parte de los productores, que se gastan sus buenos pesos para adquirir excelencia, actualizarse, estudiar, mejorar, buscar competitividad.

Todo eso se notó en Corrientes: excelente organización, las cabañas sacándose chispas con sus mejores Braford (casi cuarenta cabañas que metieron 30% más de animales que en la edición anterior) y los ganaderos dándole sentido y entidad a la muestra. Por lo mismo, el domingo, día de ventas, se vio a las claras que esto no era una mera exposición, o el posicionamiento de una marca, o sólo propaganda, todos ítems respetables. No señor: acá se hicieron negocios, hubo muy buena venta, gente de cuatro o cinco provincias compró calidad para llevar después a sus producciones.

El buen momento de la raza se ve también en los remates. Desde ahora y hasta agosto hay una seguidilla (Las Lilas en San Justo, Don Aldo en Ceres, Marcaojo en La Pelada, La Dominga en San Javier, por nombrar algunas de las "nuestras") de encuentros en Santa Fe, Corrientes, Formosa, Tucumán y Chaco, como para mostrar en el terreno las bondades del trabajo de las cabañas.

Mucha gente de nuestra provincia en Corrientes: productores, jueces, cabañas, también la diputada María del Carmen Alarcón, presidenta de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja.

Incluso, algunos de los premios "grandes" se vinieron para acá. Entre ellos, nada menos, el Gran Campeón Macho que viajó a La Pelada y el Reservado Gran Campeón Hembra, de la costera Rincón del -guila, en San Javier.

En sus orígenes, también Santa Fe aportó lo suyo. Manuel Montes de Oca, durante mucho tiempo administrador de La Pelada, fue uno de esos pioneros. A él le gusta rememorar que Jorge Pereda empezó con cruzamientos entre Hereford y Cebú y que recibieron el primer nombre de "Herebú". Y que luego se fue afirmando la cruza para pasar a su denominación actual ya consolidada.

Lo importante es que hay movimiento. Braford hace ruido. Y se expande. En un momento, se reunieron (sin prensa: hay cosas que hablar "para adentro") los representantes de Braford de Argentina, Brasil y Paraguay. La raza se muestra en un buen momento (los primos Brangus realizaron un encuentro "cruzando el puente", en Resistencia; en muchos casos, se trata de las mismas cabañas) y las ventas del domingo lo ratificaron.