La Fespal puso primera en lo peor de la crisis del 2001. Y para salir adelante, en Chabás decidieron hacerlo de la única manera que sabían: "Así empezó esto, con la idea que de la crisis se podía salir de una sola forma: hacia adelante, con proyectos, con ideas, tratando de buscar algo que genere trabajo y riqueza para nuestra localidad, complementario a lo que eran las producciones tradicionales", dice Osvaldo Salomón, presidente comunal.

Las producciones alternativas "han crecido por la mejora de los precios relativos, especialmente por la diferencia peso/dólar que les permite exportar. Los productores de arándanos están exportando a Estados Unidos, China, Japón y Europa. Las primeras producciones ya están funcionando, y otras están empezando a producir. Este año se han vendido al exterior unas 30 toneladas de este producto que se exporta fresco y contra-estación.

"En realidad, con la mejora de estos precios, a nosotros se nos permitió abrir la cabeza de la gente, abrir las ideas, entonces se produjo en toda la región un efecto contagio, y empezaron a surgir producciones alternativas. Hoy tenemos prácticamente una centena de producciones alternativas funcionando. Algunas con muchas dificultades, algunas que les va bien, y otras que les va excelente", dijo Salomón.

@TEXTO subtitulo:Dejar de lado el egoísmo

@TEXTO:Las producciones alternativas "dependen mucho de la capacidad de gestión de cada uno, porque además esto hay que decirlo siempre: la producción alternativa no es la panacea. Es una herramienta, que depende del mercado, de la capacidad que tengamos cada uno para desarrollarla, y de la voluntad de asociarse", sostuvo el jefe comunal.

"Creemos que hay temas que son fundamentales, tales como la información que hay que brindarles a los productores para que manejen los datos de lo que está sucediendo, la capacitación y el financiamiento. Estas producciones son pequeñas y es muy difícil que ellos puedan bancarse solos frente a los grandes compradores, que son quienes manejan los precios del mercado".

"Tenemos varios puntos para desarrollar y para pasar adelante. El financiamiento es vital para que esta gente pueda seguir evolucionando y generando lo que nosotros decimos: mano de obra, recuperar la cultura del trabajo, generar un círculo virtuoso de dinero que circula permanentemente en la localidad, que la gente se radique en sus lugares", dijo Salomón.

Y finalizó: "Si esto lo podemos extender a los distintos puntos de la provincia, vamos a lograr que la gente, en vez de ir a engrosar los cordones de pobreza de las grandes ciudades se quede en sus pueblos, y los profesionales en vez de ir a manejar taxis, se queden en sus localidades. Esta es la idea de desarrollo que nosotros proponemos. Necesitamos estar acordes a las necesidades del productor".