Roles y responsabilidades
Padres de ayer y de hoy
Los cambios que se han producido en los últimos años en la estructura de la familia ubican al padre en lugares tradicionalmente reservados para la madre.

En las últimas décadas se produjeron marcados cambios en la estructura familiar que alcanzaron a todos los miembros y, entre ellos, al padre. En algunos casos, estas modificaciones generaron un mayor acercamiento a los hijos; en otros, una marcada ausencia, y en otros más, una confusión y pérdida de referencia de la autoridad.

De aquella estructura tradicional y cerrada, donde cada función estaba perfectamente definida, prevista y ordenada, la realidad actual pasó a ser -más allá de quienes la critiquen o quienes vean aspectos positivos- de una complejidad y diversidad que trastoca los cimientos de una larga historia familiar.

En este contexto, muchos especialistas señalan que el vínculo padre-hijo (como el de madre-hijo) cobra mayor relevancia como espacio de sostenimiento afectivo y referencial para el crecimiento de los hijos. Un vínculo que trasciende la particular conformación familiar que vive cada hijo, aun más, teniendo en cuenta que los niños y adolescentes de hoy aceptan las distintas formas familiares actuales como algo normal.

"Hay una mayor presencia del padre y un mayor reclamo por los hijos", fue la primera apreciación de la realidad actual en relación con 20 años atrás, que hizo el juez de Familia de Capital Federal, Lucas Aon, acerca del lugar que ocupa hoy el padre.

"La experiencia en los juzgados está dada por la modificación de la estructura familiar", explicó. Así es como el padre participa de otros roles "que antes estaban prácticamente monopolizados por la mujer, y esto porque la mujer también pasó a cumplir el rol de proveedora. Lo cual trae ventajas y desventajas".

Para Aon, una de las ventajas de que el padre no sea sólo un proveedor es que de esa manera está presente en otros aspectos de la vida del chico, como la escuela, la salud, el juego o actividades extraescolares, en los que antes sólo participaba la madre.

"Antes era muy difícil que un padre llevara a su hijo a la escuela", enfatizó, marcando un fuerte contraste con la actualidad en que, si bien sigue siendo mayoritaria la presencia femenina en la puerta del colegio, el padre ya es una figura cotidiana.

Ventajas y desventajas

Desde los juzgados de Familia, donde se ven -a través de los juicios por alimentos, visitas o tenencia- las conductas familiares y sus cambios, Aon afirmó que lo que se observa es "que hoy hay un reclamo más importante y más profundo de los hombres, para continuar con esa participación y presencia aun después de separarse.

"Hoy existen muchísimos más reclamos por mantener una participación activa en el cuidado del hijo; hay como un reposicionamiento del hombre en su papel de papá -enfatizó-. Hace 20 años era muy difícil encontrar un pedido de tenencia por parte del padre. Hoy, si bien no son muchos, hay papás que reclaman y ejercen la tenencia de sus hijos".

Para la abogada Sandra Casal, especialista en Derecho de Familia, desde el punto de vista legal, "aparece el reclamo del padre, pero sigue siendo minoritario. Hay más reclamos de la madre por alimentos que reclamos por visitas del padre; la relación es de 80 a 20", añadió. En este sentido, corroboró la fuerza de la cultura, pero reveló, a la vez, los elementos de una dinámica diferente en los vínculos familiares.

El psicoanalista Sergio Rodríguez recordó que "hace 25 ó 30 años el padre era verdaderamente el jefe de familia, lo cual tenía ventajas y desventajas; una de las primeras era que la madre funcionaba como primer ministro de la casa y facilitaba los climas de intriga familiar y alianzas con los hijos.

"La ventaja era que establecía claramente un centro de dirección en la familia y un ordenamiento que les facilitaban a los hijos situarse en relación con su desarrollo y futuro, o porque se identificaban con los pensamientos del padre o porque se oponían, pero había con quien lidiar".

Rodríguez planteó que, en estas últimas dos o tres décadas, se "creó una mal entendida democracia y un psicologismo que llevó a lo que está pasando ahora, `que somos todos amigos' y entonces no hay función ordenadora central, que es la que cumplía el padre. Y esto llevó a dejar a las generaciones venideras, es decir, a los adolescentes y jóvenes actuales, sin brújula".

Para el profesional, la gran transformación del último tiempo "es ésa, y es un cambio negativo, porque los pibes se encuentran sin referente".