Revista literaria santafesina
El oficio de escribir
A propósito de los recientes días del Escritor y del Libro, Jesús María Cello abre las páginas de su revista Escribir y nos convida a conocer su vasto universo de autores y saberes.

Jesús tiene en sus manos un libro. Es un libro de William Faulkner, con las páginas pesadas de historia. De la historia de quienes lo leyeron y lo vivieron antes que él. En la primera hoja, los trazos manuscritos de Juan José Sáer escriben: "Ni el tiempo ni la expresión de la máxima vida en hechos y palabras te retribuirán a través del vasto universo de este libro. Sólo un espejo pálido de todo aquello es lo que subsiste en él. No obstante, te lo entrego por el amor y en nombre de las expresas batallas, del honor y del abandono, y de la fe que él ha contado. Por el amor, por el amor, y para la libertad. Sáer".

De puño y letra, Sáer escribió esta dedicatoria en el libro de Faulkner, el 7 de diciembre de 1958, para regalárselo a otro gran escritor santafesino: Hugo Mandón. Cuando Mandón falleció en 1981, su viuda se lo ofrendó esta vez a una mujer de las letras de Santa Fe: Silvia Braun. "Y ella me lo regaló a mí, como un modo de continuar la historia, así que yo también voy a tratar de elegir a quien dárselo. Con mucho dolor me voy a desprender de él. Este libro será para un nuevo escritor", dice Jesús María Cello, y hojea de a una las páginas de Faulkner.

Tanto Faulkner como Sáer están entre los autores que más ha frecuentado Jesús desde que es un lector incansable. Ahora, como escritor, los sigue transitando a diario, los busca, los descubre y, sobre todo, los comparte desde su revista Escribir. Porque para eso nacieron estas páginas: para ofrecer al lector ocasional, a quien se encuentra casualmente con la publicación o a los que ya esperan cada nueva edición, una puerta de ingreso al mundo literario de acá y de allá, de antes, de ahora y de siempre.

El refugio del silencio

Estos días, en que se celebra al Escritor y al Libro pero se lamenta la muerte de Sáer, Jesús convida con el número seis de Escribir. "Esta publicación nace porque yo veía que Santa Fe no tenía una revista exclusivamente de literatura. Y mi propósito era tratar de difundir la buena literatura, procurar que -mediante una publicación gratuita- la gente pudiera conocer un escritor en un texto breve, tal vez desmitificar a tal escritor que le parecía complicado o difícil o que no había leído bien, para entonces adentrarse un poco más en la estructura literaria de ese autor y poner así en funcionamiento algo que para mí es muy importante, que es la circulación de los buenos libros. De esa manera, quien puede comprar un libro lo va a comprar y, si no, se lo va a pedir prestado a un amigo o lo va a sacar de una biblioteca. Pero va a suceder eso tan interesante, que es la circulación de esa obra de mano en mano, de referencia en referencia. Y quizás eso fue posible gracias a que descubrió en una revista muy pequeña de literatura a tal escritor, le gustó lo que decía ahí, le llamó la atención o se interesó. Ése fue el objetivo primordial", explica el creador de la publicación.

A esa finalidad se sumó otra, tanto o más valiosa que aquélla: la existencia de un nuevo espacio para que los escritores de Santa Fe y de la zona de influencia tengan un lugar donde publicar su obra.

"Hago una selección muy exhaustiva de textos que fui compilando y reservando durante muchos años. Ésta es una publicación que tiene un trabajo de selección muy importante, y lo mismo pasa con las ilustraciones de tapa. Trato de no poner una portada porque sí, ya que quiero conservar algo fundamental: que la imagen sea creativa y que, mediante el silencio de la belleza de una obra de arte, uno pueda recibir un mensaje. Dentro de lo posible, trato de que cumplan la misma función las ilustraciones de textos en las páginas interiores".

Para cada edición de su revista, Jesús María Cello bucea en su propio mar de autores un universo que creció con muchos años de ejercicio de lectura y se agita con cada nuevo escritor que se suma. "Si bien a mí me gustan determinados puntos de vista de la literatura, esto es algo tan amplio y tan maravilloso a la vez que no puedo publicar textos de una sola corriente literaria, sino que tengo que apuntar a la diversidad, porque en la diversidad está la excelencia -sostiene-. No puedo publicar únicamente textos de autores malditos norteamericanos porque me gusten, ya que, si no, me van a seguir sólo los que prefieren esta literatura y no otras corrientes de pensamiento. Entonces, trato de diversificar los estilos literarios en cuanto a edades, a tiempo, a profundidad. Pero siempre son textos valiosos, que dejan algo al terminar de leerlos; si es posible, en silencio; sería lo ideal".

Un regalo dedicado

Escribir llega a las manos de sus lectores en forma gratuita. Y se la puede encontrar en los espacios culturales de la ciudad, en las bibliotecas populares y privadas. Llega con una entrega personalizada a los trabajadores de las artes santafesinas.

"Los escritores, como otras ramas artísticas, estamos acostumbrados a veces a no cobrar por nuestro trabajo. Pero creo que es muy importante que a la población en general le lleguen buenas cosas gratis, para que de esa manera conozcan lo que después pueden comprar, o sea, es una forma de publicidad que se subvenciona con el aporte privado de algunos auspiciantes, que coinciden en el gusto por este tipo de publicaciones y abonan la idea de que no debe haber mejor publicidad para una empresa que auspiciar un evento cultural, porque eso contribuye a que haya menos banalidad. Es una forma de construir nuevas personas", argumenta Jesús María Cello.

"Esta revista llega a muchos adolescentes, chicos que están en su formación intelectual y que descubren, a veces por accidente, algún autor. Porque todos hemos encontrado autores en una revista o los hemos escuchado por radio y, a partir de ahí, nos interesamos por su obra. Entonces, pienso que es una buena idea hacerla gratuita. De allí que necesitemos que los auspiciantes sigan manteniendo esta publicación, para que a la gente le llegue gratis".

La continuidad de cualquier proyecto editorial es el mayor desafío de quien lo emprende. Jesús comenzó a editar Escribir en un año convulsionado para el país, como lo fue el 2001. Los primeros números salieron a la calle en octubre y noviembre, y después, la economía frenó su continuidad. Pero la tesudez de su creador hizo que esas páginas pobladas de autores esperaran agazapadas el momento de sellarse en tinta y papel. "Hoy, tengo la suerte de recibir elogios y palabras de aliento de mucha gente que está en la literatura y cuya obra se ve reflejada en estas páginas -dice Cello-. Las ganas están intactas. Hemos resistido tal vez lo peor, y ahora estamos tratando de darle una continuidad mensual. La próxima aparición será en julio".

Las enseñanzas de la literatura

Con su mundo de escrituras y escritores, Jesús puebla el papel en blanco, lo transforma en Escribir, y dice: "Yo creo que la pretensión de hacer una revista de literatura debe tener como base dos estructuras fundamentales: una es el criterio para la selección de los textos, y otra, la humildad. Siempre hay que tener en cuenta que debemos empezar de cero para arriba. Por ejemplo, ahora tenemos una tapa en colores en papel ilustración que, si bien no es lo más importante -ya que lo prioritario es el contenido-, hace a la presentación. Y todo el apoyo que recibimos hace que nos resulte un poco más fácil seguir. Entonces, mientras cada uno tenga la premisa de que está haciendo algo que le hace bien a su corazón, a su alma, que es lo que le gusta hacer, lo que `sabe hacer', siempre cuesta, pero a la larga se va a imponer. Y tengamos en cuenta que, como decía Borges, `la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones, no a merecer hallazgos"'.

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