Estudiar, a pesar de todo
Para una escuela enclavada en una zona pobre y violenta resulta esperanzador que un puñado de alumnos acceda a la universidad. En un contexto que no parece ofrecerles más futuro que el inmediato, esos chicos demuestran que con esfuerzo, ganas y honestidad se puede construir otro futuro.

Una premisa de la que parten variados estudios sostiene que el origen social del niño es el factor de predicción más fuerte de los logros que tendrá en la escuela. Por eso, una de las tareas de la institución escolar es reducir la dependencia de los chicos del medio del cual provienen.

Hacia esa meta está orientado el proyecto educativo de la Esc. N° 1.416 "Dr. Gilberto Beltramino", institución definida por sus propios docentes como "una isla" en medio de un contexto de pobreza, marginalidad y violencia.

Ubicada en calle Viñas al 8300, detrás de la cárcel de Las Flores, intenta inculcar a sus alumnos la importancia de perseverar y esforzarse en el estudio para armarse un futuro de trabajo y honestidad.

Es una escuela nueva (se gestó en 1994) y hoy sus egresados de Polimodal son motivo de orgullo. Tres de los 20 chicos recibidos en el 2004 cursan el primer año en una universidad y otros 5 continúan estudios de profesorado o terciarios.

"Es un mérito que nuestros alumnos terminen el Polimodal, si consideramos que no es obligatorio, porque la realidad socioeconómica hace que deban empezar a trabajar a temprana edad. Aun más mérito es que continúen un estudio superior", resaltó Diana Trossero, directora de la escuela.

El edificio de la escuela Dr. Beltramino carece de muchas comodidades: no hay un espacio físico para biblioteca ni un patio techado para formar fila o hacer un acto. El festejo por el Día de la Bandera fue suspendido varias veces por la lluvia, pero no bajaron los brazos y lo terminaron haciendo días después, con las mismas ganas y compromiso.

En cambio, de otras cuestiones no materiales la escuela es firme poseedora. "La vida institucional está signada por el respeto y la valoración. No tenemos problemas de deserción ni de conducta o violencia", contaron las profesoras Perla Fabrizzi, Cristina Moreno y Mirta Rozycki.

Con conciencia

El logro que más enorgullece a la comunidad educativa es la perseverancia de sus alumnos en proseguir estudios de nivel superior. Los estudiantes salen del Polimodal con la terminalidad en Economía y Gestión de las Organizaciones, y tres de ellos aprobaron los exámenes introductorios en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL.

"En la escuela me enseñaron que la capacitación sirve demasiado, y leí un estudio que decía que solamente un bajo porcentaje de la población con título terciario-universitario está desocupado. Eso me incentivó a seguir", señaló Emanuel Gallo, uno de los chicos que espera recibirse de contador.

Su compañero, Diego Rojas, contó que no sólo les cuesta esfuerzo económico acceder a los apuntes y pagarse el viaje en colectivo para llegar a la facultad, sino también resistir la tentación de seguir el mismo camino que sus amigos. "Se la pasan todo el día haciendo nada, y me cargan cuando en vez de salir a bailar con ellos me quedo a estudiar hasta las 2 de la mañana. Tampoco es fácil para mí decirles que no", destacó.

Nadia Chávez y Natalia Insaurralde continúan el Profesorado de Nivel Inicial en Adoratrices. "A mí me gusta mucho la docencia; vi a los docentes y me quise reflejar en ellos. Doy clases particulares a nenes de EGB para pagarme los materiales de estudio y los pasajes", comentó Natalia, que vive en Estanislao López.

Las chicas indicaron que reciben el apoyo de sus padres, la mayoría de los cuales, aunque no haya completado su escolaridad básica, se siente orgullosa de que sus hijas aspiren a un futuro mejor.

La práctica docente

Un factor clave en la escuela es la calidad de sus docentes. La manera en que el profesor interactúa con los alumnos para comunicarse, motivar, guiar, apoyar y estructurar el conocimiento, es decisiva.

"Todos los docentes estamos subidos al mismo tren y pretendemos hacerles ver a los jóvenes, desde nuestra propia práctica, que la educación y el estudio son el único método válido y honesto para promoverse", señaló la profesora Rozycki.

La directora acordó: "Son nuestros docentes los que hacen distinto el proyecto institucional, porque tienen una impronta y un vínculo humano que no se encuentran en otros lugares". Ellos son, en gran parte, la clave para reducir diferencias sociales, más allá del origen de los chicos y de los conocimientos que traen.