Una relación controvertida

El alza de precios enfrenta a industriales con el gobierno

Lavagna pide que no haya doble discurso. Foto: DyN. 

La UIA salió a desmentir lo que muchos dan por cierto: Lavagna está molesto por la posición de los industriales sobre el momento actual de la economía.

De la redacción de El Litoral

A pesar de las desmentidas, especialmente por parte del sector industrial, la relación entre la dirigencia de la UIA y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, es inocultable. El motivo es uno solo: la responsabilidad de las partes en el alza de precios.

Ayer, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, aseguró que la reunión que mantuvo el lunes la cúpula de la entidad con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, fue "amable, cordial y constructiva", y rechazó las versiones periodísticas acerca de un supuesto cruce durante el encuentro.

"Lo publicado no refleja la realidad de una reunión (con Lavagna) amable, cordial y constructiva, en la que reinó la coincidencia", destacó Méndez en una nota que envió al jefe del Palacio de Hacienda, quien decidió darla a difusión.

El titular de la central fabril criticó a "algunos periodistas (que) necesitan siempre de disensos y conflictos", y remarcó en referencia al ministro que la UIA "quedó gratamente complacida con la franqueza y espontaneidad de sus observaciones, su visión del futuro de la economía y su firme defensa de la industria argentina".

No obstante, y cuando todos suponían que el gobierno y la industria iban a tejer una alianza estratégica, en pos de un tipo de cambio que favoreciera la producción nacional, las partes no pueden ocultar que la relación atraviesa un momento de tensión, a tal punto que el vicepresidente cuarto de la UIA, Juan Carlos Sacco, advirtió ayer en declaraciones radiales que el clima económico no le gusta "para nada" porque está "enrarecido" y en él "no pueden generarse nuevas fuentes de negocios y trabajo".

Según coinciden hoy varios medios porteños, Lavagna estaba ayer más que fastidiado, ya que suele irritarse con lo que él califica de "doble discurso" y "ni siquiera lograron calmarlo algunos de sus colaboradores, que consideraban que las declaraciones del presidente de la UIA habían sido sacadas de contexto. Por eso anteayer ya había disparado contra los industriales: quieren sueldos controlados y precios libres", aseveró La Nación.

Desafíos

No es que el jefe del Palacio de Hacienda esté peleado con toda la entidad manufacturera: distingue entre los que provienen de la lista Celeste y Blanca, donde se agrupan los sectores más liberales y que incluye a Méndez (sector plástico) y Sacco (industria gráfica), y los del grupo Industriales, que reúne a los más proteccionistas y cercanos al gobierno, según fuentes de esa cartera. No por nada Lavagna había declarado a propósito de la reunificación de la UIA, pactada en diciembre pasado, que la prefería dividida antes que unida para reclamar, insistió el matutino.

Recordaron que también esta semana, Lavagna reiteró su pedido de prudencia y de moderar apetencias a los distintos sectores formadores de precios, con el objetivo de controlar la inflación.

"El primer desafío es saber moderar las apetencias. Si todos nos agolpamos y creemos que éste es mi momento, hay riesgos de entrar en espirales y luchas redistributivas. Moderación y equilibrio es lo que debe alentarnos", dijo el ministro durante la celebración del Día de la Avicultura.

Lavagna destacó que "no hay ninguna de las variables macro que estén desalineadas cuando pensamos en un proceso de crecimiento de mediano plazo", para luego puntualizar que "con toda tranquilidad, si no nos equivocamos como sociedad y como gobierno estamos visualizando al menos un período de crecimiento de 3 ó 4 años".

Al término

del almuerzo que el lunes compartieron los empresarios con Lavagna, Méndez había explicado a la prensa que sus colegas le habían transmitido al ministro su convicción de que los problemas derivados de la suba de precios y salarios "se resuelven por la libre empresa". En cambio, según el empresario, el ministro "defendió la potestad del Estado de marcar las políticas en precios y salarios, para encauzar las cosas y que no se disparen las variables".