La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) se sumó a los cuestionamientos por las retenciones al sector lácteo, por entender que existen alternativas para no promover la inflación "sin afectar el desarrollo a largo plazo de las cadenas productivas".
La declaración que lleva la firma de Carlos Garrera, presidente de la entidad, expresa que "al hallarnos en las puertas de un nuevo ciclo estacional de crecimiento de la producción, la mayor oferta interna, y el consiguiente efecto sobre los precios, podría llegar a comprometer seriamente la rentabilidad del conjunto de la cadena, tanto industria como producción, poniendo en juego la recuperación de la lechería y de muchas regiones del interior de nuestras provincias".
Recuerda la Fisfe que "las empresas lácteas de esta región se comprometieron y cumplieron las actas acuerdos firmadas con el gobierno nacional para sostener un nivel de precios", pero a pesar de ello "como algunas empresas de otras provincias no respetaron dicho acuerdo, se decidió aplicar un aumento en las retenciones afectando al conjunto de las empresas lácteas".
"Frente a la inminente suba estacional de la producción de leche, esta medida no sólo afectará la exportación de leche en polvo, sino que también hará sentir su impacto sobre las exportaciones de otros productos", advierte.
La nota repasa la apertura de unos 30 mercados externos a partir de inversiones de empresas de la Región Centro, que proyectaban para este año exportaciones por unos 600 millones de dólares.
"Toda esta situación provocará efectos negativos sobre las economías regionales sobre las que la lechería actúa con un fuerte efecto multiplicador. Además, estas medidas pueden frenar el proceso de crecimiento del sector, que según los actores internacionales, tiene un gran potencial por sus ventajas comparativas (propias del territorio y de los sistemas productivos) afectando sus ventajas competitivas al extremo de neutralizar dichas ventajas".