La provincia de Santa Fe triplicó su área sembrada desde 2001

El arroz sigue recuperando terreno

La producción santafesina de arroz es cercana al 10 % del total del país. Sólo 2 departamentos tienen el cultivo en la provincia (Garay y San Javier). Foto: José Vittori. 

Desde 1998 a 2001, la superficie sembrada de arroz cayó de 19.200 a 6.400 hectáreas en la provincia. En 2006 se cosechará sobre más de 18 mil, por lo que la recuperación post devaluación es importante. Igual se está lejos de Corrientes y Entre Ríos, principales centros productivos.

Textos: Martín ScandolColaboración: Carlos Medera

Esta campaña de arroz, con siembra en 2005 y cosecha en 2006, la provincia de Santa Fe tendrá entre 18 y 19 mil hectáreas sembradas, todas pertenecientes a los departamentos San Javier y Garay, los únicos que poseen el cultivo, según un estudio de la consultora Siva.

Este total representa un incremento de casi 2 mil hectáreas con respecto a la anterior campaña y es, al mismo tiempo, alrededor del 10 % del total del hectareaje destinado al arroz en el país (850 mil hectáreas en 2004-2005).

Corrientes es la provincia líder en la Argentina en producción, con casi 80 mil hectáreas, seguida por Entre Ríos, con más de 60 mil. Formosa, Chaco y Misiones también producen arroz, pero están debajo de Santa Fe en cantidad. En Entre Ríos, sin embargo, hay más molinos arroceros que en Corrientes.

En cuanto a producción, Santa Fe viene de una cosecha de 82.500 toneladas en 2004-2005, muy por encima de las 25 mil de 2001-2002, mientras que en el país se lograron este año 850 mil.

De esa producción primaria santafesina, la Corporación General de Alimentos Planta Romang, en el norte de la provincia, es la industria que más absorbe para agregar valor y producir, principalmente, la marca Susarelli y exportar alrededor del 5 %.

Hay molinos entrerrianos que se llevan otra buena parte (fundamentalmente Pilagá y Ala), también hay demanda desde Coronel Arnold (a través del molino Milenio, que comercializa la marca Mocoví en el sur provincial, tras habérsela comprado al Molino Arrocero San Javier, que llegó a ser el primer elaborador en la provincia pero que ahora está levantándose a través de la Cooperativa Arrocera San Francisco Javier) y el resto va a los molinos más pequeños, cercanos a San Javier, cabecera del departamento líder en producción de arroz en la provincia (88 %), por encima del Garay (12 %).

La herida brasileña

Argentina fue un gran proveedor de arroz para Brasil. En efecto, Daniel Manattini, de la industria arrocera líder de la provincia (Corporación General de Alimentos), que comercializa la marca Susarelli con planta en Romang, explicó que, desde la devaluación de 1999, Brasil ha adoptado una inteligente política interna de producción de arroz, a tal punto que prácticamente se autoabastece.

De esta forma, la exportación dejó de ser un negocio importante para la industria arrocera de la provincia, que le vendía a Brasil, como también hacían Uruguay y Estados Unidos. En el caso particular de ese molino romanense, la participación de las exportaciones en las ventas totales cayó de un 50 a un 5 %.

"Es que Argentina tiene una relación inversa a la de Brasil en consumo de arroz y carne. Si acá consumimos entre 4 y 6 kilos per cápita de arroz por año y entre 50 y 60 kilos de carne, en Brasil es exactamente al revés. Era muy importante tener a Brasil como cliente", dice Manattini.

Además de Brasil, la producción arrocera argentina también llega a Chile y Bolivia, aunque en menores cantidades. Sin embargo, el mercado argentino ha crecido en preponderancia en los últimos años y, según un empresario más chico del sector, "es precisamente esa característica la que ha provocado una desconcentración en las ventas finales de la industria del arroz. Hoy hay muchos molinos chicos, sobre todo en Entre Ríos, que producen y venden en el mercado interno".

Un viaje por la ruta 1, desde Romang hasta San Javier, también demuestra claramente cómo se han instalado o agrandado distintas plantas elaboradoras de arroz, con inversión en secadoras y silos.

Capacidad ociosa

Todo este cuadro, con Brasil involucrado, ha afectado al sector industrial. Para la planta de Romang representó una fuerte caída. "Hoy estamos trabajando a menos de la mitad de la capacidad de producción", señala Manattini.

En efecto, el volumen de producción del molino está entre las 32 y 35 mil toneladas, cuando hay capacidad para 80 mil, habiéndose procesado, en 1998, casi 100 mil toneladas, la que fue una época dorada para el sector.

Ese molino acopia, acondiciona, elabora y envasa el arroz, empleando a 90 personas en forma directa. Tiene más de 30 años, pero hace 4 cambió de manos, ya que Corporación General de Alimentos absorbió el paquete accionario.

Produce el arroz Susarelli y pertenece al grupo que tiene otra planta de arroz en Entre Ríos, donde fabrica Gallo, con fuerte entrada en el mercado de Buenos Aires.

La sede central del grupo está en Buenos Aires (es la empresa que comercializa el algodón Estrella, que lleva el nombre de Química Estrella). En Misiones producen yerba (Nobleza Gaucha) y té (Richmond), en La Rioja chocolate (Toddy) y en otras plantas elaboran marcas como Marolio, Pan Dulce Musel, Café Arlistán. También tiene envasadoras en Buenos Aires.

Por el mercado interno

Si bien todavía hay otros mercados importantes, la caída de Brasil fue muy perjudicial para la cadena de valor del arroz, a pesar de que se hayan abierto otros mercados, como Medio Oriente, adonde se llega desde la devaluación, pero a precios internacionales más bajos que los que regían en las operaciones con Brasil.

"El mercado interno, en cambio, tiene muchas fluctuaciones", contó Manattini. "En Argentina hay mercados que aparecen y desaparecen y las condiciones de comercialización a veces no son las mismas para todas las empresas".

Con relación a eso, Manattini contó que la empresa que controla la planta de Romang es de capitales argentinos y extranjeros y hasta hay bancos internacionales en el medio.

Todo esto más las exigencias que por ahí imponen los clientes, han hecho que existan normas muy estrictas de seguridad e higiene, que elevan los costos de la firma.

"Por ejemplo, nosotros somos administrativos y los zapatos nuestros tienen puntas de acero", graficó.

Costos diferentes

Estas medidas de seguridad, sumadas al cumplimiento de las normas del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, hacen que se genere una competencia desleal con respecto a otras industrias que no las cumplen de la misma forma.

"A veces, las disposiciones del mismo Senasa se ven superadas, en exigencias, por las de compañías internacionales".

En este punto, un ejemplo lo constituye la cervecería de Santa Fe, que compra arroz de Romang para fabricar la marca Budweiser desde hace un año.

Budweiser, entre sus eslóganes, garantiza que su cerveza en Argentina, en Estados Unidos o en China tiene el mismo sabor. "Para definir la compra, estuvieron probando todas las clases de arroz y había muchas exigencias".

"Somos la única planta del país que está autorizada para venderle a Budweiser, pese a que estamos a 300 kilómetros de Santa Fe. Antes sólo traían el arroz de Uruguay".

En la época dorada, la firma hizo grandes inversiones. Por ejemplo, en la misma administración de la planta, hay una foto de 1997, con 3 silos de 3.800 toneladas de arroz. "Hoy hay 8", cuenta Manattini.

Liderazgo

Entre las 2 marcas, Susarelli y Gallo, Corporación General de Alimentos tiene la mayor porción del mercado argentino de arroz, según Manattini.

De todas formas, el mercado argentino tiene mucho potencial, a partir de que el consumo per cápita anual es muy inferior al de Chile (40 kilos) y los países asiáticos (90 kilos), cuando en el mundo la cuarta parte de las calorías de la ingesta humana proviene del arroz, muy fuerte en Asia.

Antes, el arroz ancha era el preferido por el argentino, cuando en el extranjero siempre fue todo lo contrario (buscan el fino), a tal punto que el 99 % de lo exportado es de esa variedad.

La provincia tiene mucho potencial

Pese a que Santa Fe tiene una incidencia leve en el país comparada con la que ejercen Corrientes y Entre Ríos, ha sido la única provincia de las 3 que triplicó su área sembrada con respecto a 2001, cuando tenía apenas 6.400 hectáreas cultivadas, según explicó el ingeniero agrónomo Rubén Favot, de la consultora Siva (Servicio Integral Veterinario Agronómico), de San Javier.

Incluso, sus costos de producción son más bajos y es una de las provincias más competitivas, aunque le faltan obras de infraestructura de riego y drenaje para seguir creciendo.

En efecto, hay un estudio del Consejo Federal de Inversiones que considera que la superficie cultivable de la provincia podría llegar a las entre 50 y 60 mil hectáreas, casi lo que destina Entre Ríos a esta producción, en un mediano plazo.

Por ahora, con los datos estadísticos analizados, Santa Fe estaría llegando al techo de su capacidad de producción y se acercaría mucho más a la marca récord de 1998, cuando tuvo 19.200 hectáreas sembradas.

Se necesitaría mucha inversión para superar la barrera de las 20 mil hectáreas, algo que no será fácil, máxime teniendo en cuenta lo que está pasando a nivel internacional, a partir del fenómeno Brasil.

Por lo pronto, hubo interesantes inversiones en el sector, como la obra de tendido eléctrico que ejecutó la EPE hace 2 años, con el aporte de los productores y la devolución de esa inversión privada mediante consumo.

Esa obra, de 40 kilómetros (entre San Javier y Colonia Teresa), les permitió a los campos sustituir electricidad por gasoil, economizando el trabajo de las bombas de riego en un 50 a 70 %.

Un trabajo del INTA de San Javier, de 2002-2003, destacaba que, en ese entonces, había 25 establecimientos agropecuarios dedicados al cultivo, con 9.425 hectáreas cultivadas (la cifra se duplicó ahora), 22.563 jornales generados y $ 17 millones facturados. El sector industrial, en tanto, contaba con 8 establecimientos y 13.370 jornales, facturando $ 33 millones.

El dato

Las plantas elaboradoras de arroz son comúnmente llamadas "molinos arroceros". Sin embargo, un hombre fuertemente ligado al sector, cuestionó el término. "En realidad, no molemos como se hace con el trigo, del que se saca la harina. Nosotros descascaramos y, en algunos casos, pulimos. Pero ya quedó instalada esa palabra y para todos somos un molino arrocero".

En cifras

  • 178.580. Los miles de hectáreas con arroz que se sembraron en la Argentina en la campaña 2004-2005.

  • 18. Las miles de hectáreas estimadas en la provincia de Santa Fe para la campaña 2005-2006, luego de las 16.500 de la anterior.

  • 82,5. La producción total de arroz, en miles de toneladas, de la provincia de Santa Fe en 2005.

  • 19,3. Los miles de hectáreas que llegaron a cubrirse en Santa Fe en 1998, el año de oro para el arroz en la provincia.

  • 2. Los departamentos en la provincia que producen arroz (Garay y San Javier).

  • 5. El porcentaje de la producción que exporta el molino arrocero más importante de la provincia.