Nuevas perspectivas

"Sin educación no hay alternativa de crecimiento"


El cubano Dimas Hernández Gutiérrez estuvo presente en la UNL en el Congreso de Educación Superior y Nuevas Tecnologías. Enfatizó la idea de "universalizar la universidad" y de fortalecer las instancias de aprendizaje, como un camino necesario para el desarrollo.

Universalizar el conocimiento para impulsar el desarrollo de las naciones fue el mensaje principal que el cubano Dimas Hernández Gutiérrez trajo al Congreso Internacional de Educación Superior y Nuevas Tecnologías que se desarrolló en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en agosto pasado, con la presencia de importantes personalidades de la Argentina y del mundo.

Haciendo permanente referencia a la realidad educativa de su país, Hernández Gutiérrez relató qué camino había elegido la isla tras la Revolución para "lograr la formación cultural de los jóvenes". En este sentido, mencionó la importancia de la educación formal y no formal, y el uso de las nuevas tecnologías, de la mano de una nueva concepción de la universidad.

Hernández Gutiérrez es doctor en Ciencias Técnicas e ingeniero mecánico, y actualmente dirige el programa de "Universalización de la Universidad", que impulsa el Ministerio de Educación Superior de Cuba con el fin de "buscar un pleno acceso a la educación superior, lo que, creemos, permite una mayor igualdad de posibilidades y justicia social".

"Éste es un momento de reflexión acerca del papel que debe jugar la universidad en el desarrollo", subrayó Hernández Gutiérrez. "En determinados momentos, la sociedad experimenta cambios y la universidad debe adaptarse a ellos. Éste es uno de esos momentos. En nuestros países latinoamericanos la perspectiva de desarrollo económico ha cambiado: no sólo se puede vivir de las materias primas y los productos básicos de la alimentación; también debemos desarrollar el conocimiento y productos con valor agregado. De lo que se trata es de universalizar el conocimiento, de lograr que llegue a todos los ciudadanos, tanto por vías formales de educación como por las no formales".

-¿Cómo es la nueva universidad que se plantea?

-Primero, el rol del profesor cambia por completo. Normalmente, el profesor enseña su materia y es el dueño del conocimiento. En esta nueva concepción, el estudiante puede tener acceso a ese conocimiento a través de diferentes formas, y el profesor es un mediador en la gestión del conocimiento. Es un autoaprendizaje: enseñar a aprender a aprender. Este proceso está centrado más en el aprendizaje que en la enseñanza, y no sólo en el aprendizaje, sino en una formación integral de los estudiantes. Esos alumnos tienen un tutor que los guía en la carrera, además del profesor que les enseña. Ese tutor tiene relación permanente con él, hasta que finaliza los estudios. Por otro lado, se planteó la necesidad de que los estudiantes realicen sus carreras en su lugar de residencia, para evitar la migración y lograr que cada localidad se enriquezca, no sólo las grandes ciudades.

-¿Qué lugar ocupan en esta concepción las nuevas tecnologías?

-Fundamental, porque en esta nueva concepción de la educación se utilizan el video, el correo electrónico, los laboratorios virtuales... Es todo un paquete pedagógico educativo para lograr un mayor acceso a la universidad a un grupo importante que antes se veía limitado.

-¿Qué diferencia hay entre oportunidades y posibilidades?

-Por ejemplo: la UNL puede tener una plaza para que tú accedas, y tú no puedes por problemas económicos o porque vives lejos. Tienes incluso el lugar para sentarte en el banco, pero no tienes las posibilidades para hacerlo. La universidad normalmente ve el problema de los cupos, pero no el resto; nuestra idea es vincular ambas cosas.

-A partir del desafío de lograr el desarrollo de productos con mayor valor agregado, ¿cómo ve a la Argentina en general y a la UNL en particular?

-En los años '60, Argentina fue un país que marcó un rumbo en la elaboración de productos con valor agregado. Luego, una serie de cambios modificó esa relación: se pensó que era mejor importar, y eso quitó un ímpetu de desarrollo. Creo que ahora se está construyendo una alianza nueva en el sur, por la que se entiende que nuestros países también pueden generar conocimiento vinculado a nuestras riquezas naturales.

>-¿Cuál es el papel de la universidad cubana en estos momentos?

-La universidad debe estar cercana a las necesidades. Tenemos que lograr una mayor pertenencia, y no sólo estar preocupados por los problemas de la sociedad, sino ocupados en su solución, tanto en la formación académica como también en la producción de ciencia y tecnología. Hay un nuevo despegue en esto: antes hablábamos del desarrollo de las empresas, pero finalmente quienes lo logran son las personas. Es por eso que apuntamos al desarrollo integral y localista, es el nuevo concepto que proponemos: al mismo tiempo que se consigue un desarrollo de las instituciones, lograr un desarrollo socioeconómico sustentable de los municipios.

Entrevista: Analía BenigniTextos: Romina Kippes(C) Ciencia y Técnica UNL - El Litoral