El presidente Néstor Kirchner llegó hoy a las 10.35 al país procedente de Estados Unidos, donde participó de la Asamblea Anual de las Naciones Unidas y mantuvo reuniones bilaterales con varios mandatarios. Kirchner concluyó su visita a Nueva York con una reunión con su par boliviano, Eduardo Rodríguez, quien se comprometió a iniciar el gasoducto del NEA en abril o mayo del 2006.
Las reuniones de máximo nivel entre la Argentina y España, llevadas a cabo en las deliberaciones de la ONU en Nueva York, alientan en la administración de Néstor Kirchner la posibilidad de que capitales catalanes se queden con la concesión del agua potable y las cloacas de la ciudad de Buenos Aires y otros partidos de la provincia, también bajo la prestación de Aguas Argentinas.
Es curioso. Mientras el presidente Néstor Kirchner soslayaba el anuncio del retiro de Suez diciendo que sólo se estaba ante una nueva forma de presión de la multinacional, sus funcionarios tanteaban con el gobierno español una "salida ordenada", que permita que Aguas de Barcelona (hoy dueña del 25% de las acciones de la ex Obras Sanitarias de la Nación) se quede con la concesión en peligro.
Es que la Argentina post devaluación ha encontrado mucha más afinidad con España, desde que el Partido Socialista volvió al gobierno. Y la chance de una solución con Agbar obtuvo una declaración de peso de parte del jefe del gobierno español. José Luis Rodríguez Zapatero dijo que el tema de Aguas Argentinas "es un caso aislado pero que va a terminar bien". Fue luego de entrevistarse con su par argentino.
La posibilidad de que Aguas de Barcelona asuma todo el control de Aguas Argentinas -es la concesión privada más grande en el mundo- requiere revertir la declaración que ya formuló públicamente Agbar, de hacer lo mismo que Suez: irse.
La Caixa controla en nuestro país a la empresa más importante de las privatizadas durante los '90: Repsol-YPF, y tiene una presencia muy importante en Telefónica, Gas Natural, Endesa y, de un grupo constructor de grandes obras públicas. Como se ha visto, la estrategia de los catalanes no sólo no ha sido salirse de la Argentina sino hasta ampliar inversiones, como en el caso del negocio del petróleo.
Mientras el mundo de los vínculos políticos entre los gobiernos y las afinidades entre los países requiere de gestiones y palabras, según cada contexto histórico, el escenario de los negocios se rige por números, y el de las empresas por el número de acciones, en un contexto de resultados económicos.
Es cierto que los inversores españoles no se han ido de la Argentina con la caída del peso que bajó -en términos internacionales- sus ingresos. Pero antes de ver qué hará Agbar con sus intereses en Buenos Aires debe observarse qué es exactamente ese grupo que tiene presencia en Latinoamérica, Asia y Europa, con acciones en empresas que prestan servicios sanitarios a 37 millones de habitantes y una plantilla de personal de 30.000 personas.
Son datos impactantes los de Aguas de Barcelona, pero su composición accionaria refleja la asociación con Suez, y es evidente que los franceses tienen la mayoría.
Hisusa posee 47% de Agbar, y de ese Holding de Infraestructuras y Servicios Urbanos SA, Suez tiene la mayoría accionaria con 51%. El restante 49% es de los exitosos catalanes de La Caixa.
Así, un desembarco completo de Agbar -que como prestador tiene buenos antecedentes de renombre internacional, punto que no alcanzaron los potenciales interesados en Aguas Provinciales de Santa Fe- requiere, otra vez, del visto bueno de París.
* Suez anunció hace una semana su intención de vender su parte de la empresa que provee de agua potable en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Antes lo había comunicado respecto de Santa Fe, por la falta de acuerdo sobre tarifas.