En la lencería de la noche de bodas, el detalle juega un papel fundamental. Primero porque es imprescindible que la ropa íntima se adapte al vestido y, segundo, porque debe ser cómoda y refinada. La lencería más exuberante se reserva para la luna de miel, con mucha transparencia, encaje, tul y seda.
Una opción muy sexy y novedosa son los camisones traslúcidos que combinan tules y bordados generando un efecto muy especial sobre la piel.
También pueden conseguirse delicadas prendas, como camisetas elastizadas de grandes puntillas, culottes y colales con terminaciones que van desde las clásicas puntillas, hasta flecos y bordes en géneros exóticos y ípieles!. El blanco sigue siendo la preferencia de las novias, pero hay quienes se animan a otros colores. Todo vale en este momento inolvidable.