Poco después de las seis de la mañana un vecino de calle Irigoyen Freyre al 3000 escuchó algunos gritos, pero no hizo mayor caso porque los fines de semana, a esa hora y en ese sector de la ciudad, los alaridos, los insultos, las corridas y las riñas callejeras son moneda corriente.

"No me asomé -dijo-, porque pensé que ese grito era uno más entre los que se escuchan los sábados y domingos cuando sale la gente de las dos confiterías que tenemos acá cerca. No me asomé, pero ahora creo que ese grito fue de la chica que encontraron ahí, con la cabeza rota"

Algunos minutos después de los gritos un muchacho que pasaba por el lugar advirtió que la chica en cuestión yacía inconsciente, tendido su cuerpo en el palier de un edificio de departamentos ubicado a mitad de cuadra.

El impresionante cuadro -una mancha de sangre rodeaba el cuerpo-, hizo que ese joven llamara a la policía y así fue que pronto estuvieron en el lugar los patrulleros del Comando Radioeléctrico y una ambulancia del Dipaes 107.

La gravedad de la herida se advertía a simple vista, de modo que el traslado de la muchacha al hospital Cullen se hizo en forma inmediata. La misma observación hicieron los policías que vedaron el paso del público con intención preservar el sitio donde trabajarían los peritos criminalísticos.

La chica cuyo ingreso quedó registrado en "urgencias" del nosocomio fue, en los primeros momentos, una desconocida. Recién, dos horas más tarde se podría saber que esa NN que estaba siendo sometida a una delicada intervención quirúrgica, era Florencia Morello, una joven de Calchaquí que de un tiempo a esta parte vive y trabaja en nuestro medio.

Los neurólogos y cirujanos que intervinieron a Florencia Morello dijeron que la lesión que presenta es grave y la definieron como un "trauma encefálico cerrado".

Los policías fueron más gráficos en la descripción y aseguraron que Florencia recibió al menos dos golpes en la caja craneana y en el maxilar inferior. Agregaron que, con el primero de esos golpes, "le destrozaron la cabeza".

A su vez, el jefe de la Unidad Regional I, el comisario Alejandro Forzare, dijo que se investiga quién atacó y lastimó a esta joven, e hizo notar que el móvil de la agresión no habría sido el robo, porque junto a ella "fueron encontradas sus pertenencias".

Otro oficial de la URI entrevistado en el hospital Cullen dijo que Florencia Morello, de 21 años de edad, recorría el camino que hace todos los días entre su casa, de bulevar Zavalla al 2800 y su lugar de trabajo, en la Terminal de Ómnibus Manuel Belgrano.

Para ese oficial algo alteró la rutina de la víctima esta mañana porque no viajó en remís como habitualmente lo hace y porque en su caminata se apartó del itinerario que lógicamente debía recorrer para unir ambos puntos.

En el palier del edificio donde trabajaron los peritos de la URI habrían aparecido algunas huellas y rastros de interés para la investigación, pero lamentablemente la brutal agresión se habría consumado cuando todavía estaba oscuro y nadie habría sido testigo de lo ocurrido. Tampoco la víctima, dado su estado, está en condiciones de colaborar con los investigadores.