"Hablen con el presidente del bloque", dijeron -palabras más o menos- los senadores que anoche dejaron la Casa Gris a los periodistas que los apuntaban con sus micrófonos.

Fue después de una esperada y difícil reunión con el gobernador Jorge Obeid que, a pesar de ser animada con una batería de triples de miga, mixtos y gaseosas, bromas y anécdotas de la elección, instaló en el centro de la mesa un tema ineludible: el resultado electoral. Y para ese menú difícil de digerir, surgen inevitablemente definir la estrategia del peronismo y del gobierno a futuro.

Las declaraciones del titular del bloque de senadores del PJ, Daniel Depetris, tuvieron palabras que no abundaban antes en el discurso del oficialismo, y que muestran que dentro de la bancada -seguramente también del peronismo en general- los votos perdidos pesan.

A la reunión asistieron 14 de los 15 senadores que tiene el peronismo. (Como a la sesión de ayer por la tarde, sólo faltó Joaquín Gramajo).

Depetris, reutemannista, reelecto senador, y años atrás funcionario del primer gobierno de Carlos Reutemann, dijo que el PJ necesita "renovar sus dirigentes", "sin excluir a nadie". Como el gobernador Jorge Obeid sostiene que el senador nacional es el más indicado para enfrentar a Binner. "Personalmente evalúo muy positiva la reunión: se trató desde lo político partidario hasta el funcionamiento de las Cámaras y del propio Poder Ejecutivo de la provincia. Sin dejar temas en el tintero y diría que los hemos agotado, por lo menos a los más contundentes", describió.

"Hicimos un análisis, y una autocrítica que plantea la necesidad de superar el contexto electoral actual pensando que tenemos que mejorar nuestro mensaje ante la sociedad, pensando en el 2007", agregó.

Depetris reconoció ante una pregunta que en el resultado "lo de los candidatos tiene muchísimo que ver, pero también tenemos muchas responsabilidades personales, de mensaje, de gestión, en cada uno de nuestros territorios. Y de funcionamiento de la Cámara de Senadores".

"El justicialismo tiene que prepararse para mejorar en todos los aspectos, inclusive planteando muchos de nosotros que vamos cumpliendo ciclos que los tenemos que saber reconocer, con la sabiduría y prudencia del caso, y dejando el lugar a gente más joven, con más iniciativa y ganas de trabajar", señaló.

Dijo que el planteo de renovación dirigencial incluye "a los que hemos renovado bancas en el Senado, hay que abrir el paso generacional dentro del partido. Hemos evaluado que con las alianzas trazadas por el PJ incorporó muy pocos sectores no justicialistas... Hay que reverlo".

Comparó los "excelentes triunfos electorales de gente joven dentro del justicialismo y gente desgastada por los procesos electorales, tanto del justicialismo como del Frente Progresista o de la UCR en concreto, que ha perdido la elección por no saber dar el paso al costado en su debido momento".

"Tanto Obeid como Reutemann, que son los dos principales referentes, tienen que delinear una estrategia contenedora de todos los sectores. Todos tienen la experiencia y ganas para aportar y trabajar para la provincia. Son los dos dirigentes con más posibilidades de efectivizar los cambios que nos estamos planteando".

Fue el titular del bloque del partido de gobierno quien relató que hubo una autocrítica, y respecto del bloque señaló: "Deberíamos mejorar la imagen que proyectamos como cuerpo, deberíamos mejorar el trabajo y el funcionamiento de la Cámara. Y en esto tenemos responsabilidad tanto nosotros como la oposición".

El senador por San Martín, Daniel Depetris, negó que se hubiera hablado de algún tipo de reforma o modificación al régimen electoral. Lo descartó por completo.

Las especulaciones sobre este punto (algún trasnochado intento por una velada vuelta a la Ley de Lemas) se apoyan en un antecedente que -en rigor- no tiene por qué ser determinante: el Senado fue la Cámara que con más fuerza sostuvo el régimen electoral; finalmente derogado por la presión social y del propio gobernador Jorge Obeid.

Cuando se lo consultó por el tema al titular de la bancada de senadores del PJ, expresó "fundamentalmente la autocrítica que nos hacemos es que no terminamos de entender del todo el funcionamiento del nuevo sistema electoral, y esa cantidad de votos -esa diferencia entre la primaria y la elección general- se ha perdido, entre otras cosas, por eso: no lo hemos comprendido".

Ante el nuevo sistema electoral "tenemos que acordar más: olvidarnos definitivamente de cómo las cosas funcionaban antes con la Ley de Lemas mediante un sistema de confrontaciones dentro del partido, que no quedaban resueltas. Ahora, hay que resolverlas previamente, en la participación en la elección primaria, para ir a la elección general con esto resuelto".

Al cierre de esta edición, el consejo ejecutivo partidario y los titulares de las 19 departamentales discutían en la sede de calle Crespo la situación del justicialismo luego de la derrota electoral del pasado 23 de octubre y las posteriores renuncias de sus dos titulares, Jorge Obeid y Alberto Hammerly, que se encontraban de licencia desde el año pasado.

"Vamos a tratar de encauzarla para que la discusión se haga lo más civilizadamente posible", explicó uno de los máximos referentes del justicialismo local, que preveía acalorados pases de factura, con el gobierno provincial como blanco principal.

"Hay cosas que no se traga nadie, como la candidatura de Juan Sylvestre Begnis o el hecho de que los rosarinos hayan perdido en todas las seccionales y ahora quieran provincializar su fracaso", enfatizó el mismo dirigente.

De todas maneras, la idea era evitar cargar demasiado las tintas sobre el gobierno de Obeid porque, como explican los peronistas, "si queremos mantener el gobierno en el 2007, tendrá que llegar de la mejor manera posible y entre todos lo tendremos que ayudar".

La reunión alumbrará un documento, que redactaron los principales dirigentes del justicialismo y que tendría el visto bueno de Carlos Reutemann, en el que se reconocerá el liderazgo del ex gobernador en la provincia y de Néstor Kirchner en la Nación y se instará al gobierno provincial a tener una relación mucho más fluida con el partido y sus dirigentes.

Se supo que el sector más allegado al reutemanismo pretendía que el nombre del actual senador no apareciera en el documento. "No tiene que estar en ningún lado", parecía ser la consigna con la que ingresaron después del mediodía al local partidario.