Piden que se multe al infractor y no a los titulares de locales
La Ley Antitabaco preocupa a los dueños de bares y boliches
Cómo impedir que los clientes fumen en una confitería bailable o en un restaurante es, por estas horas, la mayor preocupación de los propietarios de estos comercios. Mañana el gobernador reglamentará la Ley. Hay reparos y preocupación en el sector que pide ser escuchado.

Nancy Balza - Lía Masjoan

La Ley Antitabaco, que mañana será reglamentada por el gobernador Jorge Obeid, generó un fuerte dolor de cabeza entre los empresarios gastronómicos y dueños de discotecas.

Es que serán ellos, y no los fumadores, los directos responsables de que una persona encienda un cigarrillo en su comercio y, por lo tanto, deberán asumir el costo de las multas, que van desde los 500 hasta los 5 mil pesos.

"Creemos que es una medida que nos pone entre la espada y la pared", sostuvo Germán Ramseyer, presidente de la Cámara Santafesina de Empresarios de Discotecas, Pubs y Afines, "porque el control es competencia del Estado y de los inspectores de la provincia, no nuestra".

Por estas horas, se preguntan qué actitud adoptarán cuando encuentren a alguien con un cigarrillo en la mano adentro del boliche: "La primera vez la invitás a que deje de fumar pero no podés decirle que se retire del lugar; son ámbitos muy grandes donde concurre mucha gente. Necesitaríamos contratar un montón de personal adicional para que haga cumplir la ley", opinó.

En realidad, quienes se dedican a esta actividad sospechan que es prácticamente imposible impedir que se fume en el interior del boliche y que no podrán hacer más que informar a sus clientes sobre la prohibición.

Rodolfo Verde es presidente de la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica de Santa Fe y antes de exponer las observaciones a la aplicación de la nueva norma, aclaró que "de ninguna manera vamos en contra de la ley". "Se viene a nivel mundial una ley antitabaco y me parece importante destacar que la salud está por encima de cualquier actividad comercial", señaló en diálogo con este diario. Sin embargo, consideró indispensable "estar concientizados para hacer las cosas como corresponden".

Las observaciones del sector son concretas: si va a haber multa, tiene que ser multado el infractor; el negocio no tiene poder de policía; cada persona debería llevar su documento para que pueda ser identificado si transgrede la ley.

¿Quién va a controlar?

Para Ramseyer, con esta norma sólo se pretende mostrar buenas intenciones y no dar solución a los problemas de fondo. "Son medidas que expresan buenos deseos pero son de imposible cumplimentación y si bien pasa lo mismo con muchas otras leyes, los responsables son los distintos estamentos del Estado. Acá trasladan el problema a los empresarios". Remarcó además el elevado monto de las penas y se quejó porque no fueron consultados a la hora de elaborar la ley.

Para Verde hay aspectos que pueden derivar en situaciones confusas, no sólo para el sector que representa sino para cualquier actividad comercial. Por eso apuesta al diálogo con las autoridades para resolver estas cuestiones. "¿Quién se va a ser cargo del control?", se preguntaba esta mañana. "La Municipalidad dice que no tiene gente, Salud tampoco, el gobierno dice que es tema de Salud. Nosotros no tenemos poder de policía. La última que nos queda es llamar a la policía si la persona insiste en seguir fumando".

Una preocupación similar tienen los dueños de confiterías bailables. Sostienen que "los inspectores no tienen ni siquiera capacidad para detectar los lugares que funcionan sin habilitación o con habilitaciones truchas, lo que constituye un grave problema de seguridad, y quieren solucionar cuestiones mucho más complejas. Estamos queriendo ser Suiza con leyes que en la práctica son inaplicables".

Abrir el diálogo

Desde el municipio local, el Secretario de Servicios Públicos, Julio Basabilbaso, prefirió esperar a que el gobernador reglamente la norma y a que el Concejo Municipal decida si adhiere o no, a pesar de que el Ejecutivo ya envió un mensaje al cuerpo solicitando la adhesión. "Luego veremos los mecanismos de aplicación", dijo, aunque remarcó que "es responsabilidad de los propietarios que la ley se cumpla".

Entre los próximos pasos, Verde anticipó que va a enviar una nota a Salud para pedir una reunión con las autoridades, "para que esto salga de la mejor manera posible".

Por su parte, la Cámara que nuclea a los bolicheros de Santa Fe resolvió, en una reunión celebrada el lunes pasado, solicitar una entrevista con las autoridades que correspondan para plantear "esta situación que nos deja entre la espada y la pared".