Impresionante dispositivo de seguridad

Alerta roja en Francia ante la inminencia del fin de semana


Se organizó una marcha pacifista. Anoche hubo 463 vehículos calcinados en todo el país. Si bien la violencia tiende a reducirse, el riesgo de un estallido está latente.

La policía francesa se encontraba hoy en estado de "alerta roja" y desplegó un impresionante dispositivo de seguridad, sobre todo en París, en previsión de un largo fin de semana en el que se prevén marchas y posibles disturbios en el corazón de la capital francesa.

Si bien ayer se registró una sensible disminución de la violencia por tercera noche consecutiva, las autoridades desplegaron un imponente dispositivo de seguridad alrededor del Arco de Triunfo, donde se realizaron las ceremonias conmemorativas del armisticio del 11 de noviembre de 1918, que puso término a la Primera Guerra Mundial.

Durante los actos, en presencia del presidente francés Jacques Chirac y del primer ministro Dominique de Villepin, no se registró ningún incidente.

Para la tarde estaba prevista una concentración pacifista que marchará desde el Campo de Marte -a los pies de la Torre Eiffel- hasta la plaza Denfert-Rocherau.

Desde temprano, 3.000 policías y fuerzas antidisturbios comenzaron a patrullar en las inmediaciones del Arco de Triunfo y de los Campos Elíseos, la gran avenida comercial frecuentada por los turistas.

Toda esa zona se encuentra a escasa distancia de los suburbios donde el 27 de octubre comenzó la ola de violencia, que sólo en la región de París dejó un saldo de 4.600 vehículos incendiados, 1.250 detenciones, un centenar de condenas y unos 240 millones de dólares en daños materiales.

Las autoridades prohibieron también la venta de combustible en pequeñas cantidades o en bidones para impedir la fabricación de cócteles molotov, utilizados por los protagonistas de los disturbios para incendiar vehículos.

Ese dispositivo obedece al temor de que grupos de jóvenes suburbios puedan aprovechar el feriado del viernes y el fin de semana para provocar acciones violentas en París, que concentra todos los símbolos del poder en Francia.

Mensajes telefónicos

La policía detectó en las últimas 48 horas un intenso tráfico de mensajes telefónicos SMS y de llamamientos que circulan por Internet incitando a organizar acciones violentas en la capital, que hasta ahora había permanecido al margen de los disturbios.

En total, el despliegue de seguridad movilizó 12.000 efectivos de las diferentes fuerzas de seguridad en todo el país, según un responsable policial.

Esa serie de medidas muestra que las autoridades no confían en el descenso de los niveles de violencia registrados en los tres últimos días como consecuencia -aparente- del estado de emergencia adoptado el miércoles y la instauración del toque de queda para menores de 16 años en algunas ciudades.

Pese a todo, anoche hubo 463 vehículos calcinados en todo el país, cifra relativamente moderada comparado con los 1.400 incendios registrados en la noche del domingo pasado, que marcó el punto culminante de la ola de violencia iniciada hace dos semanas.

Esa calma relativa puede deberse en parte al impacto que tuvo la decisión del ministerio del Interior de suspender a ocho policías por su responsabilidad en la agresión a un joven de 19 años.

La cadena de televisión France 2 difundió anoche un documento que muestra a dos policías golpeando al joven caído, mientras otros seis contemplan la escena sin intervenir.

"No aceptaré ningún desborde de las fuerzas del orden", aseguró el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.

El ministro, acusado de haber atizado la crisis al calificar de "chusma" a los jóvenes, volvió a emplear ese término el jueves en un debate televisado, pero aclarando estaba vez que lo aplicaba únicamente a quienes protagonizan disturbios e incendios.

"Son delincuentes y chusma. Lo reafirmo y firmo lo que digo", insistió.

Menos incidentes en Bélgica

El nivel de violencia urbana descendió en Bélgica anoche, con seis vehículos incendiados y "pequeños incidentes aislados" en Bruselas y otras ciudades, informó el Ministerio del Interior belga.

"Excepto actos delictivos señalados en algunas ciudades, la situación fue de calma y en ningún momento hubo enfrentamientos" indicó un comunicado del Centro de Crisis del gobierno, que depende del Ministerio del Interior.

En la capital belga, dos vehículos fueron incendiados en Woluwé-Saint-Lambert y un autobús escolar corrió la misma suerte en Leeuw-Saint-Pierre.

En Anderlecht, comuna de Bruselas con una gran población de origen inmigrante, tres personas fueron detenidas tras un intento de incendio contra una escuela, según el comunicado.

Por otra parte, también en Anderlecht y Molenbeek, los bomberos intervinieron luego de que fuese arrojado un cóctel molotov en un contenedor de basura.

En el resto del país, tres vehículos fueron incendiados en Malinas (norte), Lieja (sureste) y Frameries (suroeste), según la misma fuente.

Desde el pasado domingo por la noche, decenas de vehículos fueron incendiados en Bruselas y otras ciudades de Bélgica, aunque no se registraron enfrentamientos entre jóvenes y las fuerzas del orden.

Las autoridades belgas se inquietan ante un posible contagio en Bélgica de la violencia que sacude a los barrios periféricos franceses, aunque indican que los problemas de la juventud proveniente de la inmigración son muy diferentes de los que se viven en Francia.

Cinco policías procesados

La Justicia francesa decidió iniciar un proceso contra cinco policías que se han visto afectados en un presunto caso de malos tratos a un joven que había sido detenido por su posible participación en los disturbios de estos días en el país.

Una filmación de un canal de televisión ha mostrado que el pasado 7 de noviembre, en el departamento de Seine-Saint-Denis, al norte de París, dos agentes golpeaban a un joven, mientras otros seis permanecían en las proximidades.

El ministro del Interior galo, Nicolas Sarkozy, decidió a primera hora de ayer, jueves, suspender a los ocho policías por "violencia ilegítima" contra el joven detenido.

Por su parte, un juzgado de Bobigny ha decidido no actuar judicialmente contra tres de esos funcionarios, pero sí contra los otros cinco.

El delito de los dos que golpearon al joven puede ser sancionado con hasta cinco años de cárcel, según la legislación francesa, mientras que ambos y un tercero serán procesados también por presuntas falsedades en el acta oficial que contaba los hechos.

Los otros dos agentes pueden ser perseguidos por el delito de no impedir una agresión contra la integridad corporal de un tercero.

La Justicia no ha encontrado indicios de delito en los tres agentes que quedan sin cargos.

Un certificado médico dio cuenta de que el joven tenía lesiones cutáneas "superficiales" en la frente y en el pie derecho lo cual, junto a las imágenes, llevó a la suspensión de los ocho agentes por parte de Sarkozy, quien ha declarado que no consentirá "desmanes" por parte de sus funcionarios en el actual clima de disturbios.

EFE/AFP