20 años de Mercosur
Un nuevo encuentro Kirchner-Lula
Los presidentes se encontraron en Puerto Iguazú. Se disponían a firmar los 23 protocolos para profundizar y acelerar la relación bilateral en el marco de la conmemoración de los 20 años de la Declaración de Iguazú, que luego dio inicio al Mercosur. Kirchner llevó a los designados ministros de Economía y Relaciones Internacionales. Chacho Alvarez ocupará el lugar de Eduardo Duhalde.

Argentina y Brasil acordaron hoy un nuevo programa de colaboración para la búsqueda y fomento de negocios, mientras avanzan en la definición de la Cláusula de Adaptación Competitiva destinada a resolver las asimetrías productivas que existen entre ambos países.

Mientras tanto, el presidente Néstor Kirchner consideró que la integración entre Argentina y Brasil debe implicar una apertura a "todos los sectores" para que "puedan complementarse" y calificó el encuentro que se desarrolló en Puerto Iguazú como un "hito en las relaciones entre nuestros países".

"La integración no puede significar que un país crezca en materia industrial y el otro en materia agrícolo-ganadera. La integración debe darse hacia el interior de los sectores para que puedan complementarse", reflexionó Kirchner, en un discurso que pronunció luego de la firma de 23 protocolos con su par de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva.

Kirchner juzgó como "imprescindible" la integración de las economías de ambos países y destacó el "valor de los principios políticos" dirigidos hacia ese fin.

"Integrar nuestras economías y fortalecer nuestro comercio es imprescindible; los altibajos y los períodos de incertidumbre nos recuerdan el sentido primario de un proyecto integrador y nuestros gobiernos recuperaron el valor de los principios políticos", reflexionó Kirchner.

La cláusula

Al cierre de la edición, fuentes de Cancillería adelantaron a Télam que la Cláusula podría entrar en vigencia a partir del 31 de enero próximo.

"Los diplomáticos brasileños no querían fijar una fecha para su entrada en vigencia y por eso se hizo esta especie de cruce de negociaciones para ganar tiempo", detalló la fuente.

En Cancillería confían en que en la declaración final que suscribirán Luiz Inacio Lula da Silva y el presidente Néstor Kirchner quedará estipulada la fecha del 31 de enero para la entrada en vigor de la norma que permitirá compensar los desequilibrios que existen a nivel productivo.

El programa de colaboración, al que pudo acceder Télam, prevé "la implementación de mecanismos que faciliten el fomento de las actividades exportadoras entre ambos países".

"Entre otras actividades, el acuerdo prevé asistir el armado de agendas de negocios para empresarios, detectar nichos de mercado que no puedan ser satisfechos con la oferta exportable del propio país, distribuir periódicamente perfiles y estudios de mercado y brindar apoyo a los empresarios que participen en ferias, exposiciones o ruedas de negocios", según detalla el documento.

A 20 años del tratado

Veinte años atrás, sobre el puente Tancredo Neves de la ciudad de Iguazú, Argentina y Brasil firmaban el tratado que sentaría las bases de lo que poco tiempo después se llamaría formalmente -y con dos países más sumados a la iniciativa- el Mercado Común del Sur.

Aquella historia encabezada por el entonces presidente argentino Raúl Alfonsín, sostenida férreamente por su par brasileño José Sarney y que se plasmó en la firma del Tratado de Iguazú el 30 de noviembre de 1985, llegaba para ratificar la voluntad de explorar un camino conjunto de integración como base ineludible de crecimiento regional.

La realidad de los países del Cono Sur, sin embargo, no era la ideal para discutir un proceso de este tipo: recién comenzaba a salirse de procesos dictatoriales en algunos casos y en otros se vivía el estertor de viejas aventuras militares que habían apostado por la fragmentación antes que por la integración.

A esto se le sumaban experiencias regionales que si bien no tenían la dimensión de la que se estaba creando, habían despertado expectativas que no llegaron a cumplirse. La Alalc (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) y la Aladi (Asociaciones Latinoamericanas de Integración) fueron los dos casos más significativos.

El Nafta -acuerdo regional entre Estados Unidos, Canadá y México- no había nacido y en el contexto mundial, salvo la Comunidad Económica Europea (CEE), no existían experiencias que sirvieran de espejo a lo que imaginaban Argentina y Brasil.

Los progresos

Argentinos y brasileños habían intentado un proceso de integración en 1940 bajo la forma inicial de una mayor cooperación económica, pero diferentes circunstancias de esa época impidieron que se concretara. Una demora que tomó nada menos que 45 años.

Tras la firma del Tratado de Iguazú, la primera reunión "privada" para intercambiar ideas entre ambos países tuvo lugar en febrero de 1986 en una quinta de Don Torcuato, provincia de Buenos Aires.

Pocas semanas después, en la residencia no oficial que tenía Sarney en Itaipava, se repitió el encuentro y se avanzó sobre la idea argentina de "asociación preferente" con Brasil.

Este marco político que ambos jefes de Estado le dieron al regionalismo abierto y la profundización de los acuerdos iniciales plasmada en el tratado firmado en 1988, atrajeron a los vecinos Uruguay y Paraguay para una alianza mayor.

El proyecto integrador andaba por un camino sin retorno y la firma entre las cuatro naciones del Tratado de Asunción el 26 de marzo de 1991, no hizo más que ratificarlo. La denominación de Mercosur abría así un espacio económico de, por entonces, 200 millones de habitantes con un PBI de 800 mil millones de dólares.

Los '90

El primer salto cualitativo -al menos en lo estrictamente económico- se dio en 1994 cuando luego de una progresiva liberación del comercio mutuo, los cuatro países implementaron la unión aduanera.

Así, el Mercosur cuadruplicaba en tres años su comercio interno y se abría a negociaciones comerciales con la Unión Europea.

Es cierto que la política aplicada al mercado regional en la década de los 90 por los gobiernos de turno argentinos y brasileños, fue duramente criticada por Alfonsín y Sarney quienes habían concebido al Mercosur como una alternativa política -con la participación activa de los Parlamentos- y no solamente comercial.

Esa visión meramente economicista de los años en que el neoliberalismo fue amo y patrón en los países de esta parte del mundo, fue cambiando junto con las sucesivas renovaciones democráticas.

Aún existen diferencias. Muchos aspectos, como la estrategia económica del Mercosur, deben seguir discutiéndose. Pero lo cierto es que el tren que dos visionarios pusieron en marcha veinte años atrás continúa traccionando los vagones de una integración de la que ya no quedan dudas como único camino posible para alcanzar una competencia económica real con el resto del mundo.

Chacho por Duhalde

El ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez ocupará la Secretaría del Mercosur en reemplazo de Eduardo Duhalde, según revelaron hoy fuentes oficiales, tras el encuentro entre los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil.

La decisión la tomaron los presidentes Kirchner y Lula Da Silva después de una ronda de consultas con sus pares de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos.

Agenda

Néstor Kirchner tomará juramento mañana a los nuevos miembros de su gabinete. El gobernador Jorge Obeid está invitado a la ceremonia, por lo cual no participará de los actos previstos para mañana en la Casa de Gobierno y pospondrá la presentación de su libro sobre Fidel Castro por unos días, tras su regreso de Cuba.

Redacción El Litoral/Télam