Esta semana, la última del año, se presentará en el Ministerio de la Producción la Cadena productiva Santa Fe Gírgolasun emprendimiento totalmente local que, según Néstor Rossi, miembro del grupo que está formulando el proyecto, "se originó a partir de la necesidad de trabajo de mucha gente" y con el que aspiran a incluir no menos de un centenar de personas actualmente desocupadas.

El proyecto tiene su historia. Un año y medio atrás surgieron varios similares para el cultivo de gírgolas con el objeto de ser presentados en el marco del programa Manos a la Obra ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Para evitar el seguro rechazo y a partir del seguimiento de los pasos biológicos de la gírgola, Rossi armó un encadenamiento productivo para incluir varios proyectos encadenados que incluían a unas 120 personas.

Pero el proyecto igualmente fue rechazado.

Lejos de darse por vencido, Rossi volvió a la carga, esta vez con el asesoramiento técnico del Ing. agrónomo Julio Bearzi en la granja La Esmeralda, que es la institución que los avaló desde el inicio.

"El año pasado le hicimos un anteproyecto a Daniel Arroyo, viceministro de Desarrollo Social de la Nación, que lo vio con buenos ojos, porque propone encadenamientos productivos que se pueden controlar y resolvimos desarrollarlo en el ámbito del Ministerio de la Producción para que pueda ser monitoreado técnicamente", explico Rossi.

En el camino, empezaron a interesarse gente e instituciones muy importantes relacionadas con el cultivo de hongos en la Argentina, como por ejemplo el Consejo Federal de Inversiones por intermedio del Ing. Juan José Agrielo, a quien le habían pedido colaboración en el desarrollo del proyecto.

"Agrielo vino a Santa Fe, estudió el proyecto y lo consideró viable, nos dijo que lo presentáramos ante el ministro de la Producción y lo contrataron al doctor Edgardo Albertó, una de las personas que más conoce del tema en el país", enumera Rossi.

"Este proyecto es nuevo. Cuando toma una envergadura importante, el Ing. Agrielo, que está monitoreando a nivel nacional el desarrollo de distintos proyectos relacionados con los hongos comestibles, llega a la conclusión de que el proyecto, para ser presentado, necesitaba una revisión técnica general y puntualmente asesoramiento en cuestiones muy técnicas como el túnel de pasteurización, de tal manera que cuando el proyecto se presentara a nivel nacional, tenga una factibilidad técnica real. Como en él van a trabajar personas actualmente desocupadas, se prevé capacitación para quienes se incorporen, la viabilidad del proyecto iba a ser totalmente posible cuando estuviera totalmente revisado y presentado con una real factibilidad técnica. Como yo trabajaba con él en Neuquén, me contrata para esa tarea", explica Edgardo Albertó.

"El proyecto ya está tecnológicamente cerrado para ser presentado y para que todos estén tranquilos respecto a la posibilidad de su implementación porque estamos hablando de una producción con una envergadura importante, estamos hablando de 24 toneladas de hongos por mes", enfatizó Albertó

Respecto a la viabilidad de comercializar esa cantidad de hongos, Rossi explicó que el grupo de trabajo tiene un estudio de mercado hecho y ya tienen compromisos de compra de firmas de Santa Fe, Rosario, Córdoba, Buenos Aires, Bolivia y Brasil. Y contactos de futuras negociaciones con cadenas de supermercados y distribuidores importantes. "El mercado existe y lo vamos a demostrar", dijo convencido, al tiempo que informó que una de las exigencias de Desarrollo Social es vender todo lo que se produce.

"Tenemos un estudio de mercado, hay intenciones de compra, hay un estudio de marketing de cómo entrar en el mercado, todo hecho por profesionales. Esto lo bancamos nosotros haciendo empanadas y rifas y con la colaboración gratuita de algunos profesionales como el contador Genaro Zinicola, que nos hizo todo el análisis económico financiero ad honorem".

El proyecto necesita una inversión de 225 mil pesos y será presentado en una comisión evaluadora técnica, dependiente del Ministerio de la Producción de la provincia. Si le da el visto bueno, recién entonces lo presentarán en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Los impulsores de la iniciativa ya tienen dos lugares para instalarse: uno en Santo Tomé y otro camino a Franck. En la ciudad capital tienen en vista dos más, pero esperan a que aprueben el proyecto.

A partir del OK, necesitan 60 días para empezar a producir y estiman que cada una de las personas que trabajen embolsará mensualmente un promedio de 500 pesos mensuales.

En este momento hay un solo polo productivo de este tipo de hongos en el país, en Neuquén. Santa Fe podría ser el segundo polo y el primero en cantidad de producción.