Son datos de los nosocomios públicos. En Ceres no se registran casos. En Rafaela no son más de 30. Piden mantener la precaución en los hábitos sexuales.
Sonia Catela
A nivel de registros oficiales de la Zona de Salud I, no hay un solo caso de HIV en Ceres, cuando en todo el departamento San Cristóbal se relevó un único enfermo.
En el ámbito de las obras sociales que operan en la segunda ciudad del departamento San Cristóbal, tampoco hay afiliados que padezcan el síndrome o hayan planteado la necesidad de medicamentos.
Sin embargo, no se puede calificar a Ceres como la ciudad de "Sida cero", o libre del virus, ya que en los últimos años han muerto 3 pacientes por esa enfermedad y, según el director del hospital local, Roberto Damonte, las estadísticas señalan que por cada enfermo declarado podría haber 8 portadores asintomáticos.
La doctora Cintia Levin, directora de la Zona de Salud I con asiento en Rafaela, de la que depende el hospital de esa localidad, informó en exclusiva a El Litoral sobre las cifras oficiales de esta enfermedad infecto-contagiosa: ningún caso registrado en Ceres, uno solo en jurisdicción del departamento San Cristóbal.
Estos datos se refieren a la población que se atiende en los nosocomios públicos del área.
Rafaela y Ceres
Para los eventuales pacientes de cualquier punto de nuestra región que se presentaran para su atención, la misma se centraliza en el Servicio de Enfermedades Infecto-contagiosas del Hospital de Rafaela, a cargo del doctor Roberto Vitaloni, donde se cubren todas los demandas que se derivan del tratamiento (análisis, medicamentos). En la propia Rafaela los infectados por HIV no serían más de 30.
Siguiendo con la realidad de Ceres, el Dr Damonte -quien acaba de terminar su maestría en tratamiento de pacientes HIV en la Sociedad Argentina de Sida, Buenos Aires- alerta, que, "pese a las tranquilizadoras cifras que hemos recabado, se necesitan mantener precauciones en los hábitos sexuales".
A propósito, recuerda que hubo 3 muertos en la localidad, 2 hombres y una mujer.
Uno habría estado vinculado a un prostíbulo y todos, por el tipo de vida que habrían llevado, no permiten descartar la posibilidad de que contagiaran a otras personas.
"Es más -prosigue-, aquí teníamos un portador asintómatico que no aparece en las estadísticas porque se ha mudado a Rafaela; sin embargo, periódicamente regresa de visita". El peligro existe en forma latente y la gente no debe abandonar la profilaxis en sus prácticas sexuales.
Obras sociales
Ya en el campo de las obras sociales, cuyos afiliados, por no ser pacientes hospitalarios, no se incluyen en las estadísticas que menciona la Zona de Salud I, tampoco se detectan afectados por Sida en la región.
Iapos atiende 3.000 asociados de Ceres, los que se amplían a unos 11.000 si se tienen en cuenta los provenientes de localidades como Tostado, Villa Minetti, Logroño, Hersilia. No se ha recibido pedido alguno de medicamentos u otro servicio conectado con el padecimiento de HIV.
Osacra acoge a 500 amas de casa y tampoco ha registrado planteo alguno emanado de la existencia de esta enfermedad. Lo mismo en Pami, con 2.132 afiliados (domiciliados en Ceres, Hersilia, Ambrosetti y La Rubia).
En Osecap, de empleados de comercio, con mil miembros, no contabilizan afectado alguno. Mientras que en Osprera (peones de campo y estibadores) también con cerca de mil inscriptos, se repite la ausencia de casos. Idéntica inexistencia se reitera en lo que concierne a la obra social de camioneros.
Se debe a las pautas y conductas culturales
Según la doctora Levin estos afortunados guarismos de reducida magnitud se deben a las pautas y conductas culturales de la gente, así como a una incidencia de la baja densidad poblacional.
Como se sabe, en las localidades pequeñas el control social es mucho mayor, así como la contención y las redes de solidaridad.
Por su parte, Damonte recuerda que, en el campo preventivo, se encaran charlas en las escuelas secundarias de la localidad desde hace más de 15 años.
Finalmente, la doctora Levin destaca que el servicio de enfermedades infectocontagiosas del Hospital de Rafaela realiza un trabajo excepcional a través de sus profesionales, de absoluto involucramiento con la problemática.
Asimismo, remarca la reserva con que se manejan las distintas instancias de diagnóstico y tratamiento, ya que se procede a una codificación por números que impide conocer la identidad del paciente tanto en el laboratorio como en el momento de la medicación.
