La luz de la memoria
Por Laura Osti

El actor Liev Schreiber ("El embajador del miedo", "Scream") no es un actor muy celebrado, pero desde ahora su nombre se inscribe entre los que se han arriesgado a ponerse del otro lado de la cámara y aportar su mirada desde el lugar del director.

Su primera película, "Una vida iluminada", es una propuesta del cine independiente estadounidense, que suele presentar buenas ideas, resueltas de manera interesante con un bajo presupuesto.

Es el caso de este film, basado en una novela autobiográfica de Jonathan Safran Foer.

Se trata de un viaje en busca de sus raíces de un estadounidense descendiente de judíos ucranianos que, debido a la ocupación nazi de su país, debieron emigrar. Jonathan (Elijah Wood) es un joven introvertido y solitario, a quien le gusta coleccionar todo tipo de objetos que de cierta manera le resultan significativos, en especial, aquellos que han pertenecido a algún miembro de su familia ya fallecido.

Así, junto al lecho de muerte de su abuela, recibe de manos de ella una fotografía en la que se ven un joven y una muchacha. El joven es el abuelo de Jonathan, fallecido tiempo atrás. ¿Y la muchacha? La abuela no alcanza a decir su nombre, pero le da un dato importante: es quien ayudó a escapar a su abuelo de su aldea asolada por los nazis.

Con la fotografía y una noción aproximada de la ubicación del poblado, el protagonista emprende un viaje a Ucrania, donde será recibido por una familia de "guías turísticos", que tratarán de satisfacer sus deseos.

Así, se encuentra con Alex (Eugene Hutz) y su abuelo (Boris Laskin), quienes serán los encargados de llevarlo adonde se cree que podría estar aquella aldea en la que vivieran sus antepasados.

La película tiene el encanto de las road-movies con toques de pintoresquismo e ingenuidad, un rasgo que muchos ven, con acierto, inspirado en el estilo de Emir Kusturica. Basculando entre el humor y el drama, a medida que avanzan por los caminos de un país marcado por una larga guerra y el aislacionismo posterior, que tras la apertura empieza a dar cabida a los signos más visibles de la globalización, va cobrando importancia de un modo sesgado el personaje del abuelo guía.

Con todos sus caprichos, su malhumor, sus enigmas y su complejidad, va desentrañando, como quien no quiere la cosa, los misterios de un pasado violento y doloroso que lo ha involucrado también a él. Es así que, al ayudar a Jonathan a encontrarse con sus raíces, se reencuentra él también con una parte fundamental de su historia personal que creía olvidada y sepultada, provocando luego un desenlace inesperado y sugestivo. Un desenlace que subraya las paradojas de un mundo en el que se cruzan muchos caminos y suceden muchas cosas significativas que marcan las vidas de las personas quizás para siempre.

"Una vida iluminada" es un relato fresco y ameno, que al mismo tiempo conmueve y gratifica con sus toques de belleza y sensibilidad, la calidad de la fotografía de Matthew Libatique, la encantadora música de Paul Cantelon y las buenas actuaciones, entre las que se destaca especialmente la del mencionado Boris Laskin.

Una vida iluminada

"Everything is Illuminated", Estados Unidos/2005. Dirección: Liev Schreiber. Con Elijah Wood, Eugene Hutz, Boris Leskin, Laryssa Lauret y otros. Guión: Liev Schreiber, basado en la novela de Jonathan Safran Foer. Fotografía: Matthew Libatique. Música: Paul Cantelon. Edición: Andrew Marcus y Craig McKay. Diseño de producción: Mark Geraghty. Presentada por Warner Bros. Hablada en inglés y ucranio. Duración: 106 minutos. Calificación: para mayores de 13 años.

Calificación: Buena.