Durante una reunión llevada a cabo ayer, el titular del Senado, Daniel Scioli, y el jefe del bloque oficialista de ese cuerpo, Miguel Pichetto, acordaron restituir al socialista Rubén Giustiniani en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara alta, en un gesto que apuntó a descomprimir el clima de fuerte tensión entre el vicepresidente y la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, derivado de un confuso episodio de cuya difusión se encargó personalmente la senadora.
El jueves, durante la sesión en que se dio media sanción al proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, Cristina Kirchner acusó lisa y llanamente a Scioli de haber armado una operación de prensa para descalificarla. Se refería a la publicación en los diarios de una información según la cual ella había sido designada en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales en reemplazo de Giustiniani, luego de que el socialista emitiera un dictamen en minoría rechazando el proyecto oficial por "inconstitucional".
La legisladora negó que ella hubiera pedido integrar esa comisión. Por el contrario, aseguró que había manifestado su voluntad de no ser incluida en ese cuerpo porque ya integraba otros y no iba a poder asumir responsablemente su tarea, y acusó a Scioli por no evitar que "se propalen hechos falsos".
El secretario parlamentario, Juan Estrada, confirmó la existencia del decreto por el cual la senadora era designada en reemplazo de Giustiniani, y luego Pichetto se encargó de atribuir todo a un error involuntario de este funcionario. El oficialismo asegura que el socialista había pedido no integrar esa comisión y que, ante el vacío existente, Estrada decidió ratificar en el cargo a quien venía ocupando un lugar en ese cuerpo, es decir, la primera dama. Luego, aseguran, el senador aprovechó la situación y cargó las tintas sobre la versión mediática que Cristina Fernández atribuyó a Scioli.
El episodio fue subsanado ayer con la firma de un decreto por el cual se deja sin efecto la desafectación de Giustiniani a la comisión, y se la atribuye a un "error involuntario".
Era por la interna
Dentro del bloque oficialista se inscribió el tema en la interna política que mantienen la senadora Kirchner y el vicepresidente Scioli, y no a un deseo de venganza contra el senador socialista por oponerse al proyecto oficial de reforma del Consejo de la Magistratura.
"Giustiniani no tiene entidad para poner nervioso al oficialismo", minimizó ayer una fuente parlamentaria que, además, negó que hubiese existido un pedido de Pichetto para reemplazar al socialista por Kirchner, a pesar de que así lo expresaba el decreto en cuestión.
