Los derechos no admiten caprichos

Nuestro país, como la gran mayoría de los Estados modernos, avanzó en el ejercicio democrático garantizando derechos que son fundamentales para el normal funcionamiento de la vida cívica.

Esencial para la instauración del sistema de gobierno mediante el cual el pueblo ejerce la soberanía -democracia-, es el derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información.

Existe una larga tradición que los avala, plasmados en nuestro país en la inclusión de tratados internacionales en la reforma constitucional de 1994. Las prácticas de muchos funcionarios van en contra de esta corriente; por eso, bien viene recordarlos.

La Declaración Americana de los Derechos del Hombre (1948) garantiza a todas las personas el "derecho a la libertad de investigación, de opinión y de expresión y de difusión del pensamiento por cualquier medio".

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, establece que "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión" lo que incluye el "derecho a no ser molestado por causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones".

La Convención Americana sobre Derechos Humanos también hace referencia al derecho de todas las personas de tener "libertad de pensamiento y de expresión" lo que, especifica, comprende la "libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole".

¿Para qué enumerar todo este articulado? Para hacer entender a los funcionarios municipales, que aún no han dado una explicación acerca de la investigación de El Litoral sobre las obras que la Nación pagó y el ejecutivo local no concretó, que el ejercicio periodístico de pedir que los políticos rindan cuentas no tiene que ver con una actitud caprichosa y supera ampliamente la mera curiosidad.

Los ciudadanos tienen derecho, legalmente reglado e internacionalmente reconocido, de saber cómo se maneja el erario público. Y, cuando las acciones de los funcionarios tengan que ver con cuestiones públicas, no hay excusas válidas para no dar una explicación.