La Nación y las provincias
El país terminó el 2005 con un superávit de $ 24.000 millones
La cifra representa el 4,4% del PBI nacional y es el cuarto consecutivo. Destacan que es consecuencia del crecimiento de la economía y del fuerte proceso de desendeudamiento.

De nuestra redacción/ Télam

Las cuentas de la Nación junto con las provincias cerraron el 2005 con un superávit cercano a los 24.000 millones de pesos, en el marco de un sostenido proceso de reducción del endeudamiento, aseguró el secretario de Hacienda, Carlos Mosse.

Estos 24.000 millones de pesos de superávit fiscal "representan un 4,4 por ciento del Producto Bruto Interno ((PBI) y es un fuerte anclaje para cualquier tipo de presión inflacionaria que no vamos a abandonar", enfatizó el funcionario.

Este resultado superavitario es el cuarto anual consecutivo, mientras que para el corriente año se proyecta un saldo fiscal para la Nación en torno a los 19.350 millones de pesos, es decir el 3,5 por ciento del PBI.

Mosse destacó que la ganancia de 19.661 millones obtenido por la Nación durante el año pasado "se dio en el marco de un sostenido crecimiento de la economía, un fuerte proceso de desendeudamiento, y una ejecución presupuestaria ajustada".

En este marco, destacó que el incremento del 79 por ciento en los pagos de intereses, pasaron de 5.700 millones de pesos a 10.243 millones el año pasado, "se debió a la normalización de los pagos, luego de la restructuración de la deuda con los acreedores privados".

Además, el aumento del 22 por ciento en los gastos del Estado nacional, pasaron de casi 87.656 millones de pesos en el 2004 a 107.000 millones el año pasado estuvo relacionado, "al mayor pago de intereses, junto con un incremento en los salarios de los empleados estatales, de las jubilaciones y pensiones".

"Un tercer factor fue la mayor inversión pública, algo que se viene registrando desde el 2003, siendo este el rubro que crece más fuerte", agregó.

Rechaza críticas

En un plano más general, el funcionario rechazó las críticas efectuadas por algunos economistas y empresarios respecto a que la carga impositiva, uno de los pilares del superávit y que en el 2005 alcanzó a los 120.000 millones de pesos, afecta el desarrollo de la economía.

"Con esta presión tributaria, que no es de las mayores del mundo, la economía argentina ha crecido a tasas del 9 por ciento los últimos tres años, por lo que considero que esa crítica no tiene gran asidero", dijo Mosse.

Además "la obtención de superávit de este nivel demuestra un manejo cauteloso del gasto. Para el año pasado esperábamos un superávit del orden de los 15.500 millones de pesos para la Nación, y hemos logrado 19.661 millones", destacó.

Este superávit fiscal "permite seguir adelante con el proceso de desendeudamiento en una economía que como la argentina tiene una deuda que alcanza el 70 por ciento de su PBI".

El superávit "y una ejecución ajustada del gasto permite tener anclado cualquier proceso inflacionaria, y tener fondos para las políticas sociales".

Mosse ponderó el apoyo obtenido de parte del Congreso en las principales leyes para la gestión de gobierno como la prórroga de los impuestos al cheque, ganancias y bienes personales, y consideró que "lo único que queda es un proyecto de apoyo a las Pymes, que permite desgravar de ganancias las utilidades que sean reinvertidas".

¿Un alivio para Ganancias?

El diario La Nación en su edición de la fecha informa que el Ministerio de Economía de la Nación analiza ampliar el sistema de deducciones en el Impuesto a las Ganancias. De esta forma saldría a dar una respuesta a los sectores empresarios y a la misma CGT que reclama que se eleve el mínimo no imponible, es decir el nivel hasta el que no se hace la retención de este impuesto en los salarios. En la cumbre cegetista llevada a cabo ayer en Mar del Plata, uno de los puntos que la central obrera le requerirá al presidente Néstor Kirchner es el citado, además de un incremento del 30% para agentes estatales y jubilados y un incremento de salario mínimo y móvil.

En la nota firmada por Martín Kanenguiser, el columnista señala que calificadas fuentes del Palacio de Hacienda consideran que es "más saludable pensar en una eliminación del sistema de deducciones implementado durante la gestión de la Alianza, que cambiar los mínimos no imponibles". Agrega que se volvería, al sistema vigente en 1999.

La tributarista Alejandra Schneir consultada por La Nación opinó que el cambio en las deducciones a Ganancias "sería un paliativo importante, aunque no suficiente".

Sostuvo, asimismo, que "no van a tocar el mínimo no imponible porque sería una señal de ajuste por inflación; en cambio, la modificación de las deducciones sólo sería buena para aquellos que tienen mayores ingresos, pero es más factible. Los suelos se incrementaron tanto que la rebaja en las reducciones sólo generaría algún alivio en la gente que percibe ingresos medios", precisó.