Hacia un Programa integral y eficiente de Desarme Civil
Por Diego Martín Poretti (*)

En la ciudad de Santa Fe la crisis de convivencia que sufre la sociedad se manifiesta en situaciones de violencia que lamentablemente determinan muertes y heridos cuando un arma de fuego se encuentra en el lugar de los hechos (1). La criminalidad subjetiva y la criminalidad objetiva van de la mano con la violencia, tanto un robo como la misma sensación de inseguridad de los individuos forman parte del mapa violento que se teje sobre la ciudad. La mayor parte de las medidas para cambiar este escenario es difícil de llevarse a cabo y sólo debe tener un impacto a largo plazo. Sin embargo, la disminución drástica del flujo de armas de fuego es una de las medidas que podría tener un efecto a mediano plazo. Las armas de fuego no son la causa última de la violencia, pero provocan que ésta tenga un impacto letal muy superior.

Aportemos ciertos puntos que nos ayudarán para que un proceso de desarme sea eficiente y eficaz. En este sentido, partamos de la necesidad de dejar en claro que sin voluntad política es imposible llevar adelante un auténtico desarme civil; por ello es positiva la iniciativa desde el Ministerio de Gobierno de la Provincia para que este tema forme parte de la agenda. No tanto así desde el Ejecutivo municipal, donde las ordenanzas relacionadas con la temática parecen quedar en el olvido, así como también un convenio de colaboración firmado entre el mismo intendente, Martín Balbarrey y el titular de Espacios, Gabriel Conte, la ONG referente y responsable en cierta medida del canje de armas en Mendoza (2). Y aunque el convenio ya venció, jamás fue puesto en práctica por el Ejecutivo.

Se debe sostener que ningún aspecto puede quedar ajeno a una política de seguridad que busque que la gente viva mejor y se exprese dentro del marco de la ley, antes que reprimirla como respuesta única; que se encamine hacia una concientización en torno a los peligros que implica la utilización doméstica de armas; que regule y controle exhaustivamente su fabricación y venta; y que se involucre directa y coordinadamente en impedir que las armas circulen por la ciudad. La integralidad de una política de desarme es la base fundamental para el logro de éxitos, de nada sirve la policía de "proximidad" si concurren niños armados a las escuelas.

Lineamientos (3) básicos a la hora de pensar en un acción de desarme civil:

* Generación de información que oriente las políticas públicas y las acciones para reducir y controlar las armas de fuego y su impacto en la violencia.

* Adecuación de la legislación en materia de armas, y fortalecimiento de las instituciones vinculadas con su aplicación.

* Sensibilización social y educación ciudadana a favor del desarme y la no violencia.

Se debe diseñar un Programa que considere a la violencia como un problema complejo, multicausal y presente en distintos espacios de relación, que requiera una atención prioritaria e integrada entre los distintos niveles institucionales, para ello es importante tener en cuenta los objetivos:

* Fortalecer el respeto y promoción de los derechos humanos, y la aplicación del sistema de justicia.

* Reforzar actitudes y prácticas no violentas en las diferentes agencias de socialización, poniendo particular énfasis en las escuelas.

* Fomentar factores psicosociales que generen relaciones constructivas.

* Apoyar los esfuerzos nacionales orientados a la revisión y aplicación de las normativas vinculadas con el control de armas de fuego, municiones, explosivos y armas pequeñas.

Con respecto a las acciones.

- las que persiguen reducir la demanda (campañas de sensibilización, romper con los mitos).

- las que pretenden disminuir la oferta (a través de la legislación).

- aquellas que tienen como objetivo mejorar la fiscalización (crear agencias de control, monitoreo de las ya existentes, generar mayor conocimiento técnico en el área).

- para las acciones anteriores es fundamental contar con sondeos, encuestas de victimización, diagnósticos situacionales, etc.

Un Estado que le dice a sus ciudadanos que se armen para protegerse está renunciando deliberadamente a uno de sus atributos esenciales, el monopolio de la violencia legítima. La exhortación al rearme de los ciudadanos para una defensa individual constituye una regresión al estado pre-hobbessiano del "todos contra todos".

Por último, la idea de que un Programa Integral para el Desarme no esté circunscrito a una muralla temporal, favorece su implementación. Es sabido que en nuestro país los cambios de gobierno producen alteraciones en todas las esferas relacionadas con las políticas publicas, y por ello es tan importante la coordinación y la cooperación entre los distintos partidos políticos y actores sociales. Este punto es el más importante, de lo contrario el Programa pasará a engrosar la vasta lista de políticas públicas desaprovechadas.

(*) Lic. en Ciencias Políticas. Miembro de la Red Ciudad Para el Desarme y de la Red Argentina Para el Desarme.(1) Ver apartado. Reseña de hechos violentos con armas de fuego en el Gran Santa Fe.(2) La provincia de Mendoza cuenta con el único caso de recolección oficial de armamento civil en la Argentina. Simultáneamente, entre el 2001 y el 2002 la cantidad de muertes por armas de fuego bajó un 18% . En resumen:* 12 municipios participaron.* 10 entidades intermedias.* 2.566 armas recuperadas.* 8.262 municiones.* 6.000 niños participaron del canje de juguetes bélicos en escuelas.* Más de 100 artículos periodísticos llevaron el tema al debate.(3) Estos lineamientos coinciden con el espíritu del Programa de acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos.