Histórico concierto de los Stones
Una multitud de "rollingas"
Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood hicieron delirar a sus fans. El martes llegarán a la Argentina para presentarse en el estadio de River Plate. Foto: Agencia AFP.. 

Más de un millón doscientas mil personas disfrutaron anoche en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, de la presentación gratuita de los Rolling Stones, en lo que fue considerado el show más multitudinario de los 40 años de la vida de la banda inglesa. Durante toda la jornada, llegaron de todo Brasil y de países vecinos como la Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Colombia cientos de miles de personas que se acomodaron sin problemas.

Más de un millón doscientas mil personas personas formaron anoche un mar humano en las arenas de Copacabana en donde los legendarios Rolling Stones les regalaron el show de su gira mundial "A bigger bang".

íAló Brasil" gritó el cantante Mick Jagger ante el delirio de los espectadores llegados de todo Brasil y del exterior para ese concierto con entrada libre, dijeron voceros del servicio de Bomberos a la emisora CBN.

La mítica banda arrancó con clásicos como "It's Only Rock & Roll (But I Like It)" y sacudió al mar humano que se extendía por las arenas de la playa más famosa de Río de Janeiro. Miles de personas presenciaban el show desde edificios cercanos o en barcos especialmente fletados, incluido un transatlántico.

El show forma parte de la gira mundial "A bigger bang" y la próxima escala de la banda será Buenos Aires en donde ofrecerán dos conciertos, cuyas entradas ya están agotadas.

El costo del espectáculo fue estimado en 4,6 millones de dólares. La alcaldía municipal se hizo cargo del 16 % y el resto fue financiado por dos empresas de telefonía celular.

El repertorio de unas 20 canciones incluyó clásicos como "Jumpin' Jack Flash", "Brown Sugar", "Honky Tonk Women" y "Sympathy for the Devil", y apenas cuatro de su último disco, "A bigger bang".

Copacabana exhibía una audiencia multigeneracional, desde niños hasta ancianos, turistas europeos y norteamericanos o miembros de clubes de motoqueros.

Ricardo (de 37 años) es comerciante, llegó desde Bahía y, como muchos, durmió a la intemperie para asegurarse su lugar ante el gigantesco escenario montado frente al Hotel Copacabana Palace, uno de los lugares emblemáticos de Río. "Estoy hace dos días acá", dice. "Hoy hay un solo idioma: el rock", agrega Luiz, un estudiante carioca.

Hasta palcos flotantes

En un sábado cálido e ideal para disfrutar de la playa, desde temprano se apostaron en Copacabana todo tipo de embarcaciones que a unos 200 metros de la costa se convirtieron en palcos flotantes.

A toda hora, el cielo era surcado sin cesar por helicópteros con policías, periodistas y turistas.

Bien enfrente, aprovecharon esta postal los dueños de los departamentos con vista a Copacabana y sus familias. Muchos los alquilaron por elevadas sumas. Los hoteles de la costa tenían sus balcones repletos de turistas.

Cientos de vendedores ambulantes, básicamente de bebidas, binoculares, camisetas, gorros y enseñas del show de los Stones inundaron la playa. Una remera con la clásica lengua de los Stones y con la leyenda "Yo fui" podía valer entre 7 y 11,8 dólares.

"Compren ya, se acaban, si no se arrepentirán. Es la única y última vez que se da un show como éste", gritaba Valdir (de 32 años), un vendedor de camisetas que nadaba en sudor porque llegó en la madrugada.

El show motivó el mayor operativo de seguridad de la historia de Río de Janeiro, comparable sólo al del final de año en Copacabana, cuando llegaron dos millones de personas.

La Policía Militar (PM) movilizó más de 15.000 agentes en todo el Estado, 2.050 en Copacabana, y hasta ocupó algunas favelas (barrios pobres); la Policía Civil dispuso otros 700 efectivos, y los bomberos 480. Unas 700 patrullas, más carros, lanchas y helicópteros vigilan la ciudad.

El show fue filmado, transmitido en 200 salas de cines de Estados Unidos y se convertirá en un DVD.

Marcelo Lluberas-AFP