El partido tuvo un desarrollo lógico, dada la mediocre campaña que ambos venían desarrollando, y el agobiante calor de la tarde rosarina, y lo más destacable fue la voluntad que pusieron y el despliegue físico.
Central se hizo dueño de la pelota, pero le faltaron ideas para que esa tenencia tuviera su correlato en la zona del área rival, en tanto que el conjunto de la Gloria cordobesa, trató de salir de contra, especialmente vía "Miliki" Jiménez, y utilizar el tiro de media distancia como armas más eficaces, en ese contexto se diluyó una primera etapa donde lo más destacado estuvo en la lesión del arquero Ojeda, quien a los catorce minutos tuvo que dejar el partido, tras un encontronazo con el "gigante" Jiménez.
El comienzo de la segunda parte fue halagüeña para las huestes de don Ángel Zof, pues apenas comenzado, Alemanno, hasta allí de pobre labor, acertó en el cierre de una buena jugada, y puso el uno a cero. Los minutos siguientes parecieron querer dar una mejor imagen del fútbol auriazul, pero sólo fue un espejismo, y la cosa volvió a la normalidad diez minutos después. Muchas ganas, pocas ideas y mucho menos posibilidades de llegar al gol, a pesar de haber mejorado el local por haber crecido la tarea de Vecchio, y el ingreso de Encina.
Central tuvo el partido para liquidarlo de contraataque, sobre todo cuando ingresó el "Sapito" Encina pero no definió sus réplicas y sufrió hasta el último centro a al cabeza de "Miliki", aunque en el descuento el pibe Vecchio, la figura de la cancha, pegó un tiro libre en el travesaño desde un ángulo cerradísimo.
""Yo siempre estuve tranquilo porque esto recién empieza. Perdimos tres partidos, pero no es para hacerse tanto problema por un partido de fútbol", sintetizó después del encuentro don Ángel Zof, muy contento con la primera victoria de su equipo en el torneo y porque convirtió un gol después de más de dos partidos.
Central: Ojeda; Moreira, Raldes, Fassi y Villagra; Díaz, Borzani, Vecchio y Eluchans; Alemanno y Ruben.
Manuel MonteserínAgencia Rosario