La Federación Agraria Argentina (FAA) declama que ha decido tomar un rol más protagónico en el mercado de las semillas en el país, al aceptar el ofrecimiento realizado por el Gobierno nacional para ocupar con un hombre de su estructura la titularidad del Instituto Nacional de la Semilla (Inase).

Al mismo tiempo, el vicepresidente primero de la organización rural, Pablo Orsolini, aseguró en esta ciudad que se constituirán como querellantes en la corte internacional de la Comunidad Europea para lidiar contra los embargos que la empresa Monsanto impuso en esos puertos sobre los barcos con producción sojera argentina.

Orsolini dijo esperan para los próximos días que el presidente Néstor Kirchner firme el decreto de designación. El hombre propuesto por la FAA es Jorge Solmi, un abogado y productor agropecuario de Pergamino (Buenos Aires).

El vicepresidente de la FAA dijo que la premisa será "ordenar el mercado de la semilla en la Argentina" aplicando la legislación vigente, aunque reconoció que "no va a ser fácil".

En tal sentido, adelantó que plantearán segmentar a los productores en tres categorías. "Hay que empezar por los grandes, con más de 20 mil hectáreas, para que demuestren que toda la semilla que siembran es legal y está fiscalizada. Después ir bajando y hacer hincapié en el derecho del uso de propio de semillas, pero siempre partiendo de una semilla fiscalizada", dijo.

También sostuvo que se sentarán a discutir con los semilleros. "Queremos que cobren por la tecnología que incorporen a las semillas, pero que realmente sea nueva tecnología que beneficie al productor y al Estado".

Orsolini afirmó que la búsqueda del equilibrio entre derechos y obligaciones de cada parte no será fácil. "El Inase es un fierro caliente y estructuralmente es un desastre. Tiene 110 empleados, de los cuales 90 están en Buenos Aires y 20 en el interior. Necesita equipamiento, informática y gente".

En la vereda del frente, la Asociación Argentina de Semilleros (ASA) y la Asociación Argentina de Protección de las Obtenciones Vegetales (Arpov) cuestionaron la designación de Solmi en el Inase, y mediante un comunicado dijeron que ese organismo "no tiene futuro".

Por otro lado, Orsolini ponderó la pelea judicial que el Gobierno argentino lleva adelante en Europa contra los embargos de la firma Monsanto a los producidos de soja argentina, al sostener que la multinacional no tiene derecho a cobro, y calificó de "piquete" a esa acción de la firma.

En ese marco, adelantó que la FAA también se constituirá como querellante en la corte internacional de la Comunidad Europea. "Argentina actúa bien en defensa de los intereses del Estado por el perjuicio que se le produce al país. Pero nosotros también vamos a ser actores, porque además se perjudica a los productores", dijo.