Marcelo Roffé, un experto
"El cementerio del deporte está lleno de talentosos"
El presidente de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina estuvo en nuestra ciudad y demostró toda su capacidad.

Luis Gudiño

El presidente de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina, licenciado en psicología, master en psicología del deporte, Marcelo Roffé, visitó nuestra ciudad para dictar un curso sobre su especialidad, juntamente con la licenciada Nelly Giscafré, psicóloga de Las Leonas.

"En contra del campeonismo"

"En 2003, publicamos "Mi hijo el campeón', con Nelly y Alfredo Fenilli, donde nos referimos a las presiones de los padres y el entorno. Queremos ilustrar que estamos en contra del modelo del campeonismo, que es primero o nada, y que nada más sirven los éxitos", señaló inicialmente.

"Pero no hay que olvidar que por cada Tiger Woods que llegó, hay 999 que quedaron en el camino. Nos importan los seres humanos que quedaron en el camino. Tiger tuvo un padre terrible y funcionó. Nadia Comaneci, también. Las hermanas Williams, igualmente. Pero cuántos no funcionan. Para hacer un campeón no necesariamente hay que tener un padre terrible", resaltó.

"Catalogamos a ocho tipos de padres: un modelo para armar y siete para desarmar. Equilibrados, existen, pero son los menos", dijo Marcelo.

"Después, están los hipercríticos, los agresivos, los entrenadores, los sobreprotectores, cada uno con su perfil psicológico, y les decimos que para ir a la competencia y que ésta sea una fuente de estrés es preferible que se vayan al cine. Que no usen la competencia de sus hijos para descargar sus frustraciones semanales, porque no pueden agarrárselas con su jefe o con su esposa. Para eso que paguen una terapia y hagan catársis, pero que no le malogren la carrera deportiva a sus hijos".

"El cementerio del deporte está lleno de talentosos", puntualizó y explicó que "como todos conocemos a alguien que está desocupado, también conocemos a alguien que se droga, el que es adicto al juego y a alguien que dice "éste era mejor que el hermano'. Entonces, no tenía disciplina, o lo malogró el padre, o un entrenador que quería colgarse la medalla".

"Presión es exigirle al otro más de lo que puede dar. Si usted quiere un campeón en su casa, vaya y entrénese. Mientras tanto, deje que su hijo juegue y disfrute en paz", aseveró.

/// "El aumento de las urgencias económicas es directamente proporcional al incremento de las presiones de los padres y el entorno".

Frustraciones

"Cada argentino cree tener en su casa a un Maradona, pero generalmente no es así. Entonces los niños cargan con las frustraciones de los papás. Eso, además de ser producto de un modelo de sociedad resultadista, triunfalista, exitista, tiene relación con el querer salvarse por medio del hijo.

"Hay también presiones internalizadas que suelen ser más brutales que las externas. Muchas veces el nivel de autoexigencia puede ser destructivo, con metas demasiado altas: "Tengo que ser mejor, perfecto, no me puedo equivocar' ", manifestó.

"El deporte es concebido como una actividad lúdica, libre, competitiva y voluntaria, donde se juega el deseo propio y no el de otro. Es una escuela ideal para aprender a ser personas, porque establece las reglas, el respeto al otro, la solidaridad", dijo Roffé.

El entorno

"El entrenador que no está especializado para trabajar con niños puede confundir los objetivos. Los chicos van a practicar un deporte para tener amigos, o para tener un momento de descarga o de diversión, o para internalizar reglas, y terminan abandonando porque el entrenador los presiona con los resultados y porque los lleva a la competencia", afirmó.

"El entorno también presiona y genera estrés, cuando transmite mensajes opuestos: el padre dice una cosa y el entorno dice otra. Los medios también bombardean a los chicos con modelos de gloria, éxito, fama y fracaso. Consideramos que es necesario tamizar estos mensajes", aseguró.

Metas claras

"La personalidad cuenta mucho. Pero también las metas claras, la perseverancia y el manejo del estrés y de cómo manejamos e interrumpimos los pensamientos negativos. Hay un test que mide cómo reaccionamos frente a situaciones de estrés y qué defensas tenemos", indicó.

Luego Roffé destacó que "al estar estresados estamos más propensos a lesionarnos físicamente".

"La falta de autocrítica, base del crecimiento y la superación; desde la escuela primaria nos fomentan ese individualismo por ser abanderados, por tener buenas notas y ya de adultos no entendemos por qué eso tenía más valor que ser el mejor compañero o el más solidario", manifestó.

"Todos los seres humanos tenemos un costado narcisista, ególatra, necesitado de reconocimiento y de afecto. Eso es innegable. A algunos se les nota más que a otros. ¿Cómo controlar al yo? ¿Cómo limitarlo? ¿Cómo utilizarlo en función del equipo?".

"En un equipo bien conformado, el líder se vuelve decisivo. O dicho al revés: sin un liderazgo eficazmente ejercido no hay equipo. ¿Cómo se construye un verdadero equipo?

"Sobre la base de las coincidencias, pero aceptando las diferencias, con el sentimiento de similaridad que no es de igualdad, con el pensamiento y orgullo de pertenencia. Con el respeto. Con las metas de equipo. Con la solidaridad. Con roles claros y dinámicos. Con una actitud compartida. En el plano deportivo se ve clarito cuándo hay equipo y cuándo hay sólo grupo: en el festejo de un gol, en el auxilio a un compañero, en las declaraciones post-partido, en la adversidad".

Ejemplos sobran

"Michael Jordan nos enseñó que el talento gana juegos, pero que el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos. Hace poco, la Argentina perdió una final de tenis de países contra Alemania porque Gaudio y Coria se pelearon antes de jugar el doble y no lo jugaron juntos. Vilas y Clerc pasaron por situaciones similares. Trotta y Chilavert igual; pero fueron profesionales y privilegiaron las metas de resultado a las de cohesión y Vélez salió campeón del mundo".

" "Tu éxito es nuestro éxito' me declaró José Pekerman, al incorporarme a su exitoso equipo de trabajo interdisciplinario en el año 2000 con la meta Argentina 2001. Eso también significa "no sobresalgas, los protagonistas somos los técnicos y los jugadores'. Me quedó claro. Un buen liderazgo es una rica ensalada con elementos que no pueden faltar: visión, anticipación, justicia, mensajes claros, saber escuchar".

En Santa Fe

Marcelo Roffé y Nelly Giscafré dieron una primera charla y vendrán a esta ciudad en tres oportunidades más. Los interesados en asistir a la próxima, el 8 de junio en El Quillá, pueden dirigirse a capacitación@hockeysantafe. com.ar, [email protected]. teléfonos (0342) 4598989-4597970 ó 155-046443.

Para tener en cuenta

"La Asociación de Psicología del Deporte Argentina existe desde 1992 y edita una revista anual. Nelly Giscafré fue una de las fundadoras y presidenta durante 11 años; desde hace 3 años, yo estoy al frente", indicó Marcelo Roffé.

"Es una asociación sin fines de lucro, que se distingue por organizar eventos, tiene cinco libros publicados y una página web: www.psicodeportes.com. El objetivo básico es divulgar, capacitar, que la gente conozca la especialidad", expresó.

"Nelly fue el motor, con su pasión, y yo sigo ese legado. También están Alfredo Fenilli, Patricia Wightman, somos 20 ó 25 psicólogos de todo el país, que ponemos el granito de arena para que a la psicología del deporte la entiendan los entrenadores, los dirigentes y, además, para capacitar a los verdaderos psicólogos de deporte", indicó.

"Tenemos tres cursos: uno para entrenadores, preparadores físicos, herramientas de psicología deportiva, lo que da la psicología deportiva, el establecimiento de metas, técnicas para mejorar la concentración, visualización, relajación, ser mejor líder", explicó Roffé.

"Hay otro curso que es para psicólogos (primer año) que siguen la especialidad. En la Argentina tenemos el problema de que las especialidades todavía no están nomencladas, ni reguladas; se recibe cualquiera y cualquiera puede trabajar de cualquier cosa. De esta manera, nosotros tratamos de cubrir la especialidad para que no aparezcan paracaidistas, oportunistas", agregó.

"Volvimos a las fuentes cuando Nelly comenzó con los cursos. Retornamos a los dos años de especialización, de formación para psicólogos, ya que un año no alcanzaba", aseguró.