Editorial
El campo dice basta

Finalmente, los legisladores por Santa Fe se autoconvocaron para dialogar con la dirigencia de Carsfe. El intento obedece a la necesidad de aunar esfuerzos para oponer una resistencia más dura la las decisiones unilaterales del Presidente de la Nación.

En el encuentro se escucharon las voces de duros y dialoguistas, pero más allá de la metodología a adoptar para expresar el rechazo, el denominador común fue el intento de consolidar una oposición consensuada.

Para los próximos días se vienen dos fechas claves para el sector: la primera es el miércoles 10 de mayo, cuando se reúnan las entidades nucleadas en CRA para decidir el rumbo de acción y la metodología de protesta. La otra es el jueves 18, cuando en la Rural de San Justo una Asamblea Abierta exponga ante quienes quieran escuchar que la situación no da para más.

Ayer, en la reunión de Carsfe, la diputada Alarcón dijo que el gobierno pensaba dar un gesto con la reapertura gradual de las exportaciones, al liberar los contenedores retenidos en el puerto de Buenos Aires, que dicho sea de paso, estaban exceptuados de la medida y que quedaron "pegados" gracias al extremismo de la decisión presidencial.

Esto parece haber calmado un poco las aguas, pero independientemente de la liberación de los contenedores retenidos, la cadena productiva reclamó a los legisladores hacer fuerza entre todos para emparejar un poco más la disputa.

En realidad, en una negociación son dos las partes que presionan y ceden respectivamente en pos del bienestar general. Aquí tenemos una realidad impuesta de manera unilateral y arbitraria, sin haber consultado o escuchado a la otra parte, y con decisiones que destruyen en horas el trabajo y las inversiones de años.

En una verdadera democracia, los intereses sectoriales deben ceder de manera constante al bien común. Para lograrlo, se deben tener claros los problemas a resolver y consensuar los caminos para solucionarlos. Si se parte de diagnósticos erróneos, las soluciones también lo serán. Para el Presidente de la Nación, los productores y los frigoríficos son los formadores de precios. La experiencia le demostró que no es así. Es más, ellos honraron el acuerdo suscripto, algo que el gobierno no hizo.

Todo parece indicar que esta semana llegaría el "gesto" desde Buenos Aires que reabriría el grifo a cuentagotas. El sector, lejos de sentirse agradecidos por semejante generosidad, sigue reclamando por reglas claras. Como le dijo Rabassedas a los legisladores, ningún plan ganadero se puede sustentar en los propios fondos extraídos con retenciones. Y las bases del campo no pueden resistir más, quieren pasar a la acción. Ven que su futuro está más comprometido que nunca, y quieren decir basta.

El campo nunca se caracterizó por hacer piquetes, pero la historia reciente demuestra que en este país, para decir basta no alcanza con dialogar.