Dólar barato, gasoil caro y falta de ayuda oficial contra la roya
En Brasil sube la temperatura ruralista
La implantación del maíz estadounidense superó el 50 % de la intención, en un "mercado climático" que apenas gatea: todavía están muy lejos de definirse los rendimientos.

Por Pablo Adreani

Chicago vivió una irrupción compradora de especuladores ajenos, en medio de la firmeza en el rubro metales y con un petróleo que se hamaca entre los 70 y 75 dólares.

Estamos en un momento en el que se abren interrogantes para saber si China reducirá su demanda de ciertos commodities a raíz de su mayor tasa de interés, o cómo quedarán las áreas sembradas en Estados Unidos.

Sin embargo, un foco de atención (y no por lo que debiera serlo) es, en estos días, Brasil. Ni en el 1 de Mayo faltaron las fuertes protestas ruralistas contra el dólar barato, el gasoil caro y la aparente falta de ayuda oficial en el combate contra la roya asiática.

Poco tuvo que ver el comportamiento de Chicago (en soja) con los nuevos recortes, tanto estatales como privados, para la cosecha brasileña, ya asumidos.

No sea que sobrevenga una severa crisis del negocio sojero en el segundo productor mundial. En la Argentina, el tono es otro: hay esbozos de un paro ganadero, pero hablar de retención de oferta en soja suena utópico.

Convulsión

Productores y autoridades de seis de los más importantes estados agrícolas (Paraná, Rio Grande do Sul, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás y Minas Gerais) emprendieron un plan de acción, que consiste en manifestaciones, cortes de rutas, petitorios al gobierno federal y, como fondo, la idea de reducción hasta el 30 % del área a plantar para la campaña 2006/7, aunque esto cause desabastecimiento.

El alto grado de endeudamiento y el pedido de una tregua en los pagos figura en la agenda que, en dos semanas, llevará el movimiento hasta Brasilia. Se habla de pérdidas de hasta 250 dólares por hectárea en partes del centro-oeste, donde cientos de pequeños municipios rurales están cerca del colapso, y con desempleo en alza.

El Banco Central do Brasil prevé para fin de año un dólar a 2,20 reales. En la actualidad, cotiza en torno a los 2,10 reales. Si se siembra a ese valor, o menos, mejoraría el marco respecto a 2005/6, cuando se implantó a 2,40 y se vendió a 2,20 (competencia argentina, mediante).

El dólar subiría porque, en años electorales como éste (la elección presidencial en Brasil es el 1º de octubre próximo), se retiran capitales para resguardarse de sorpresas en lo macroeconómico, en función de las propuestas de los candidatos a presidente y del panorama hasta octubre.

Antes, probable mejora para el precio argentino y brasileño, cuando deba completarse la importación anual y no alcancen los stocks gubernamentales para satisfacer a la demanda.

Trigo

Casi al final de la primera mitad del ciclo comercial triguero en nuestro país, la demanda regula sus compras y la oferta quiere hacerse valer.

Los molineros presionarían más desde junio y los exportadores cuentan con trigo para afrontar los pedidos de Brasil. Sin embargo, cualquier incursión brasileña despierta al mercado de su letargo otoñal (el FOB trepó al menos cinco dólares por tonelada a mediano plazo), aunque la industria juegue su papel protagónico y ayude a subir al disponible.

Pese a los pronósticos de aumento de área en la Argentina, persisten condiciones de soporte para el trigo 2007: en Estados Unidos hay condiciones tan pobres como hacía 10 años que no se daban. De ahí, la suba en Kansas, de 2,50 dólares por tonelada durante estos días.

Igualmente, de consolidarse condiciones muy favorables para la cosecha en la pampa argentina, habría que seguir la producción brasileña como factor compensatorio para las casi seguras bajas que se irían notando.