Ley Federal: la reforma preocupa a la Iglesia

Guillermo Villarreal (DyN)

El plenario de obispos dejó trascender ayer su preocupación sobre la reforma a la Ley Federal de Educación que impulsa el gobierno, normativa que la Iglesia no estima conveniente derogar, a pesar de afirmar que necesita ajustes estructurales e instrumentales.

La inquietud eclesiástica surgió en la tercera jornada de deliberaciones de la 91° Asamblea Plenaria del Episcopado, que sesiona en la casa de ejercicios La Montonera, de Pilar, donde monseñor Guillermo Garlatti (Bahía Blanca) expuso las "fortalezas y debilidades" de la normativa vigente.

Si bien no se aprobó la difusión de una declaración, fuentes eclesiásticas dijeron a DyN que existe "cierta preocupación" por los contenidos que podría incorporar la futura norma, sobre todo, los referidos al dictado de la educación sexual en las escuelas en forma obligatoria.

"Queremos que se mantenga el espíritu de la Ley anterior, que son fruto del Congreso Pedagógico Nacional", confió a esta agencia un vocero religioso.

Monseñor Garlatti, en su carácter de presidente de la Comisión Episcopal para la Educación Católica, ya relativizó en febrero la necesidad de derogar la Ley delante de varios funcionarios del sector, entre ellos, del responsable de la cartera educativa, Daniel Filmus.

El prelado bahiense consideró entonces que la Ley "sigue siendo, todavía hoy, un instrumento muy valioso para la educación argentina, y que posibilitó muchos avances aun cuando no ha sido aplicada integralmente".

No obstante admitir que hay que revisar "aspectos estructurales e instrumentales" y, sobre todo, "corregir lo corregible para que la ley tenga la operatividad funcional que la sociedad argentina reclama y para que la igualdad de oportunidades sea una realidad también en lograr una educación de calidad para todos".

El centenar de obispos, que preside el cardenal Jorge Bergoglio (Buenos Aires), se abocó a trabajar sobre el documento base para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, a realizarse en mayo de 2007 en el santuario mariano de Aparecida, de Brasil, con la presencia del papa Benedicto XVI.

Este punto eminentemente eclesial podría derivar en una reflexión sobre la falta de justicia "en todas sus formas", si se ponen de acuerdo -dijeron a esta agencia voceros eclesiásticas- en el primer borrador de un "texto argentino" que deberá elevar antes de setiembre al Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).