Planean llegar a 30 en el 2010
El Movimiento Los Sin Techo amplió el número de jardines
Crearon uno en Barranquitas y trasladaron a instalaciones más amplias los de Alto Verde y Las Lomas. Están destinados a niños entre cero y cuatro años y tienen por objetivo brindar un espacio de contención y aprendizaje.

En los jardines de los Sin Techo los chicos aprenden a dibujar las primeras letras del alfabeto y adquieren hábitos y normas de comportamiento.

Son 16 los jardines y dos los preescolares que la organización posee en distintos puntos de la ciudad. A partir de este año, se suma uno más en Barranquitas, una zona en donde Los Sin Techo sólo había llegado con la copa de leche.

En esta apuesta por la educación, la entidad sin fines de lucro trasladó los jardines de Alto Verde y Las Lomas a otras instalaciones -más amplias y cómodas- para poder sumar más chicos a la propuesta educativa del Movimiento. Para el 2010 la ONG espera construir 14 jardines más "para que la población que tiene de cuatro años para abajo pueda tener acceso a un materno en un barrio periférico", sostuvo Nilda Díaz, coordinadora del Jardín Los Sin Techo.

En este sentido, Díaz señaló la importancia que tiene para los niños de menores recursos el hecho de concurrir a un jardín. "Sabemos del privilegio que representa para estos chicos el hecho de ir a un materno desde edad temprana porque en su casa las comodidades son escasas y las mamás no tienen mucho tiempo para dedicarles, leerles libros de cuentos, enseñarle hábitos ni tener una mirada atenta sobre los chicos como tienen las docentes, que están capacitadas para eso y pueden descubrir distintas conductas y patologías a una edad temprana", sostuvo Díaz.

En los jardines los chicos también reciben el desayuno y el almuerzo y una vez por semana se les practica el control de salud y se le mide la talla y controla el peso.

El método Montessori

Trasladar de la manzana 3 a la 5 el jardín que el Movimiento tiene en Alto Verde era una necesidad imperiosa. "Las instalaciones estaban quedando chicas y necesitábamos contar con una huerta y un espacio para tener animales", comentó Nilda Díaz.

En este jardín, al igual que en el de Pompeya, los chicos aprenden a través de la metodología Montessori, una técnica de enseñanza que apuesta a despertar el potencial que cada niño tiene adentro, respetando sus tiempos y gustos.

"Es una manera distinta de ver a los chicos y entenderlos: es bajar nuestra mirada al niño, tener en cuenta sus necesidades y sus preferencias y no tratar de imponerle el molde que tiene el adulto", sostuvo la docente Alejandra Baldini.

En este jardín "nosotros no somos maestros sino guías. Respondemos a las preguntas de los chicos en el momento que ellos las hacen", agregó.

El método, ideado por una médica italiana, tiene por objetivo lograr la independencia del niño, incentivar su voluntad y despertar su interés por aprender.

"EL niño trabaja en distintas áreas, vida práctica, sensorial, lenguaje, ciencias y matemática y lo hace en el momento que quiere porque tiene todo el material para trabajar en repisas que están a su alcance", concluyó la docente María Rosa Alcaraz.

De la redacción del El Litoral