El ex ministro destacó la solidez de la economía
El gobierno apuesta al desgaste de la figura de Roberto Lavagna
La posible candidatura de Lavagna disparó definiciones en casi todas las agrupaciones políticas e incluso en el gobierno. Mauricio Macri admitió su intención de postularse; Carrió lo ubicó como una expresión de la vieja política y el debate crece entre radicales y justicialistas.

De la redacción de El Litoral/CMI/DyN

El gobierno nacional prefiere no dar crédito por el momento a la supuesta intención de Roberto Lavagna, de postularse a la presidencia en 2007 y apostar a su desgaste político. La reunión que el ex ministro de Economía mantuvo el martes con dirigentes del radicalismo y del duhaldismo enrolados en el grupo El General, desencadenó una catarata de llamados telefónicos a la Casa Rosada, de legisladores oficialistas, amigos del presidente, periodistas y dirigentes kirchneristas ávidos por conocer la opinión de Néstor Kirchner sobre el tema, pero se encontraron con la misma respuesta: "no hay comentarios".

Más temprano, la ministra de Economía Felisa Miceli aclaró que su rol se limitará a replicar las críticas que Lavagna realice a su área, y que el presidente asumirá la defensa de su gestión en términos políticos aunque, como lo hizo el martes, sin dar nombres.

Fuentes de la Casa Rosada señalaron que en la medida que el ex ministro no oficialice su candidatura presidencial, se tomarán sus cuestionamientos como los de un "economista". Sin embargo, nadie se animó a especular qué ocurrirá a medida que Lavagna suba el tono de sus alusiones al gobierno. Ayer, pese a que volvió a mantener en suspenso la definición de su eventual candidatura, el ex ministro aludió a la decisión oficial de recuperar para el Estado algunas empresas privatizadas que fueron irregularmente manejadas por los concesionarios. "No sea cosa que desde el Estado sea donde se digiten los procesos de privatización", dijo, luego de criticar el "capitalismo de amigos".

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Desde la Rosada

Horas después, Kirchner rompió su llamado a silencio y atacó a los radicales que expresaron públicamente su alineamiento con Lavagna: se refirió a ellos como "los que nos fundieron, nos quebraron, que vivían de acuerdo en acuerdo, de noche en noche y de reunión en reunión, que hicieron alianzas al lugar que la llevaron y hoy quieren volver otra vez".

En algunas dependencias oficiales, se especula con que Lavagna saldrá desgastado de la campaña de alta exposición mediática a la que se sometió en los últimos días. "Ya le salieron al cruce desde Carrió hasta López Murphy, y encima los radicales le colgaron a (Rodolfo) Terragno como candidato a vicepresidente; un día se reúne con los radicales, otro con los socialistas, después con los duhaldistas...a la gente no le gusta eso. Él mismo tendría que parar esta campaña", reflexionó un funcionario cercano a la Jefatura de Gabinete que aseguró tener encuestas a mano que revelan cierta caída de la figura de quien hasta hace poco era considerado el padre de la recuperación económica argentina.

Telerman toma distancia

El jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, aseguró anoche con contundencia que "no" integrará el espacio político que ocuparía, de ser candidato el año próximo, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. "No con Lavagna, no ocuparía un espacio que enfrentara a `mi Presidente', y no lo digo por conveniencia", sostuvo en diálogo con el programa "A dos voces". Además, ratificó que "como militante político" estará "sin dudas en el kirchnerismo" y mencionó su "alegría" de ocupar ese espacio, aunque rehusó hablar sobre su presunta candidatura a Jefe de Gobierno en 2007.

Un proyecto serio

El ex ministro de Economía y Producción, Roberto Lavagna, dijo que "hace falta encolumnar a la sociedad en un proyecto serio" al tiempo que advirtió que "las leyes no sirven si la economía no resiste".

"Ahora el marco económico es excepcionalmente sólido, pero ícuidado!", aseveró aunque reconoció sobre la necesidad de iniciar un proceso de reconstrucción "del andamiaje jurídico" porque "sin reglas, la macroeconomía se derrumba".

Lavagna disertó sobre "Las perspectivas del desarrollo económico en la Argentina", en un almuerzo organizado por la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios (AEV).

En la ocasión, resaltó que la economía argentina en mayo entró "en su quinto año de expansión" continua, hecho que no ocurre desde 1903. Destacó que en cuatro años el PIB creció 35 por ciento, a una tasa anual del 9 por ciento, lo que se constituye en un hecho "inédito" en el país. Asimismo, resaltó el superávit fiscal que es superior al 4 por ciento entre Nación y provincias y que el superávit comercial es superior a U$S 11 mil millones.

Dijo que en 2005 la tasa de inversión fue del 24,1 por ciento respecto del PBI y que el promedio fue superior al 21 por ciento. Ponderó los logros obtenidos por la actual administración en materia social con la creación de tres millones de puestos de trabajo y la reducción de la pobreza.

"`Hoy la tasa de crecimiento es del 9 por ciento y el superávit de cuenta corriente es de 3 puntos del PIB", destacó y dijo que tras la devaluación de 2001, se procuró impedir la llegada de la hiperinflación, estabilizando los precios relativos. Afirmó que, en ese período, se profundizó la inversión privada, proveniente del sector Pyme y especialmente del interior del país. "La reactivación comenzó en el interior", resaltó.

Después advirtió sobre las "tentaciones" en las que no se debe incurrir a pesar de contar con un superávit fiscal de 4.5 puntos y advirtió que eso puede llevar a querer restringir las exportaciones, "cosa que no se notará el año próximo o el otro pero se quebraría una tendencia económica".

"Uno advierte que hay tentaciones en materia de subsidio fácil que hace al sector público y no al privado", afirmó y al manifestar sus opciones dijo que "entre la educación primaria y el Estado proveedor o el Estado colocando caños de agua, yo prefiero la educación", admitió tras lo cual criticó lo que llamó "capitalismo de amigos" y expresó su deseo de que "no se digiten procesos de reprivatización".