Explotación sexual de menores

Conmueve a Córdoba juicio por torturas en un prostíbulo


El principal acusado es un ex policía federal. Se le imputa castigos y tormentos contra chicas, propios de la Edad Media.

Córdoba (Télam).- En los tribunales de la ciudad cordobesa de Bell Ville, se inició el juicio contra un ex policía federal y tres mujeres en la causa que se les sigue por supuestas vejaciones y torturas, que habrían sufrido varias jóvenes obligadas a prostituirse.

El juicio, que se realiza en los tribunales de esa ciudad, distante unos 205 km de esta capital provincial, tiene como principal imputado al ex policía federal Jorge Luis González, de 38 años.

También está sometida a juicio su amante, Valeria Carina Calderón, de 22 años, quienes se encuentran acusados de los delitos de promoción de la prostitución calificada, privación ilegítima de la libertad, reducción a la servidumbre, rufianería, tenencia de arma de guerra, tenencia de arma de uso civil y encubrimiento.

Además de la pareja, que explotaba un prostíbulo, se encuentran juzgadas Betiana Zapata, de 21 años, y Vanesa Payero, de la misma edad, quienes están acusadas de promoción a la prostitución calificada, privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre.

Ambas habían reconocido públicamente que eran sometidas para cometer esos delitos, obligadas por el ex policía.

La fuga

Las víctimas eran chicas a quienes, supuestamente, el ex policía secuestraba y prostituía en una cueva del cabaret Puente de Fuego, en cercanías de la localidad de Inriville, a unos 280 kilómetros al sudeste de aquí.

El pasado 30 de noviembre de 2004, una de las jóvenes afectadas (Sandra), de sólo 15 años, logró escapar de una cueva donde se encontraba recluida y efectuó la denuncia que motivó la investigación y posterior detención de los imputados.

Sorpresa y media

Pero cuando parecía indicar que el juicio no llegaría a buen puerto, el abogado que representa a las imputadas Vanesa Luisina Payero y Betiana Soledad Zapata, puso el dedo en la llaga: "Las imputadas quieren declarar", dijo.

Cuando Payero se sentó en el banquillo de los testigos, el rostro de González -quien había declarado que era el dueño del prostíbulo- se puso rojo. Sus ojos estaban desorbitados.

La joven reveló que había quedado embarazada por tercera vez de su pareja y que cuando le comentó a González que no iba a poder trabajar más, él le respondió: "No puede ser". Entonces, "compró unas inyecciones y me las hizo poner con una compañera; después sentí que se me revolvía el estómago, fui al baño y largué una bola de sangre", alcanzó a balbucear llorando.

"¿Puede continuar?, cálmese, la esperamos", intentó tranquilizar el presidente de la Cámara. A partir de ese instante, el relato se tornaría estremecedor.

Presiones

"A Sandra (la chica que escapó de la cueva donde estaba cautiva y destapó la olla) la conocí una tarde cuando llegué a Puente de Fuego. Era una chica muy humilde. Ahí le explicaron cómo tenía que hacer, qué tenía que hacer, cómo tenía que trabajar. Le dimos ropa y le dijimos que debía portarse bien, que si lo llevaba bien a don González no iba a tener problemas. La segunda noche mandó a llamar a la Policía con unos muchachos.

En otro tramo de su revelador testimonio, la imputada Payero contó que González "le empezó a pegar a Sandra", y que cuando terminó de trabajar le dio un par de esposas y le ordenó que la esposara a la cama. "Él me obligó a hacerlo, me decía que yo tenía dos chicos hermosos y que él los conocía. Tuve que hacer lo que me dijo, que ella durmiera en el suelo. Yo me quedé a su lado, despierta toda la noche", comentó.

De terror

"No voy a negar que le he pegado, porque le he pegado (a Sandra, la menor cautiva). Siempre pensé en mis hijos, no en el daño que le estaba haciendo", alcanzó a confesar antes de llorar otra vez, desconsoladamente. Antes de enmudecer por algunos minutos, admitió: "También la quemé con los cigarrillos".

En el expediente figura que Payero le introducía un palo (de controlar cubiertas de camiones) en el ano de Sandra o "Maru", cuando estaba encerrada en la cueva. "Eso no es cierto, sé que me acusan de eso, pero yo no lo hice", se defendió cuando le preguntó el fiscal López Lema.

La cueva... el infierno

Ante la inquietud del fiscal sobre la construcción de la cueva donde fue encerrada y torturada la víctima, la imputada recordó que había escuchado cuando "don Jorge" dijo que iba a hacer un pozo "para enterrar la basura". La basura a la que se refería Payero, no sería otra que Sandra.

Durante una media hora de interrogatorios por parte de los defensores, fiscal y camaristas, Payero aseguró que a pesar de pegarle a la víctima y quemarla con cigarrillos, ella y sus compañeras la alimentaban y daban agua cuando González estaba ausente.

Lo más terrorífico del relato fue cuando comentó que Sandra o Maru trabajó una o dos semanas y "el resto del tiempo estuvo encerrada en la cueva", donde no había colchón ni cama, sólo una reposera de tiras plásticas. En el pozo, la chica recibía una permanente lluvia de golpes de puño, puntapiés, con una goma de una garrafa y con palos de escoba.

En el expediente figura que le introducían un palo por el ano y que sus propias compañeras defecaban u orinaban dentro de la boca de Sandra, mientras reían y festejaban en grupo. Esta parte del abominable testimonio de la víctima fue negado por Payero.

"Yo lo que recuerdo es que estaba muy mal y que en la cueva alucinaba", agregó la imputada. "Una mañana me decía que veía a un hombre blanco, todo vestido de blanco con un pantalón negro que la visitaba, en realidad deliraba", explicó.

Antecedente local

El caso de Puente de Fuego remite directamente al horror sufrido por una jovencita santafesina, la que fue secuestrada en el barrio de Acería para luego ser llevada y vendida a un prostíbulo de Las Varillas. Ese caso lo investigó y lo llevó adelante el fiscal cordobés Marcelo Salomoni, el que logró llevar a juicio a todos los imputados que actualmente cumplen condena. En tanto, la víctima del hecho aún se encuentra bajo cuidados especiales suministrados por la Justicia de la provincia de Córdoba.