George Bush, un romántico empedernido

El presidente de EE.UU., George W. Bush, le lleva el café a la cama a su esposa Laura a diario, desveló hoy la primera dama estadounidense al relatar la rutina de un día normal en la Casa Blanca.

"Nos levantamos hacia las 5:30. El presidente se levanta, va a buscar café y me lo trae a la cama", dijo Laura Bush en un acto con estudiantes celebrado esta tarde en Viena, justo antes de emprender viaje a Budapest, donde el matrimonio participará mañana en los actos conmemorativos del 50 aniversario de la revolución húngara.

Antes de que pudiera continuar, el presidente tomó la palabra para puntualizar: "Graben eso, por favor".

Tras el madrugón, George W. Bush y su esposa se hacen cargo de sus tres animales domésticos, dos perros y un gato, "que se levantan al mismo tiempo" y que, en el caso de los perros, tienen necesidad de salir, prosiguió.

El siguiente punto en su agenda diaria consiste en leer los periódicos e inmediatamente después ponerse en marcha y desayunar hacia las 6:30 de la mañana.

Media hora después, a las 7:00, el presidente de EE.UU. inicia su jornada laboral en el ala Oeste de la Casa Blanca, la misma en la que reside. Laura Bush lo explicó de forma gráfica, al afirmar que es "como vivir encima de la tienda".

Normalmente, ella se lo toma con más calma y empieza a trabajar hacia las nueve de la mañana al otro lado de la residencia presidencial, en el ala Este, y en compañía de las 18 personas que forman parte de su equipo.

A partir de ese momento, la agenda de cada uno es completamente diferente y vuelve a coincidir hacia las cinco y media o seis de la tarde, hora en la que regresan a su residencia para cenar, algunas veces solos y muchas otras en compañía de sus hijas, las gemelas Barbara y Jenna Bush.

Después de la cena, "algunas veces vemos una película" pero "nos vamos pronto a la cama", subrayó la primera dama poniendo punto y final a su resumen de lo que es un día típico para los inquilinos de la Casa Blanca.