AFP
Un tribunal de Santiago anuló la compra de terrenos que efectuó la empresa transnacional canadiense Barrick Gold en Chile para explotar el yacimiento aurífero de Pascua Lama, en la Cordillera de Los Andes y sobre la frontera con Argentina, informaron fuentes judiciales.
El proyecto de la compañía, con una inversión de 1.500 millones de dólares, apunta a obtener una producción anual del orden de las 750.000 onzas de oro durante los primeros diez años de la explotación, que espera iniciar dentro de seis meses.
Pero el decimocuarto Juzgado Civil de Santiago acogió una demanda del minero Rodolfo Villar García, que planteó la nulidad de la venta que acordó con la empresa Nevada, filial de Barrick Gold, cuando le cedió sus derechos sobre una extensión de 8.600 hectáreas de terrenos.
La jueza María Isabel Reyes Kokisch consideró, entre otras causas para anular el contrato, el precio de venta consignado en los documentos, que era de 10.000 pesos chilenos (poco más de 18 dólares), informó el tribunal.
"Sin riesgo"
La compañía canadiense precisó en un comunicado que esas tierras "están fuera del yacimiento de Pascua-Lama" y por lo tanto el desarrollo del proyecto "no está en riesgo".
"No hemos sido notificados del supuesto fallo aún", agregó la declaración de la empresa, en la que también se advierte que si la notificación del tribunal se concreta la compañía defenderá sus intereses "en todas las instancias que permite la legislación vigente".
La instancia inmediata, en este caso, sería un recurso judicial ante un tribunal de apelaciones y, si el juicio se prolonga, podrá llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El nuevo obstáculo para los planes de la explotación en Pascua-Lama se conoció una semana después que la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) autorizó definitivamente a la minera canadiense para explotar el yacimiento, ubicado a 800 kilómetros al norte de la capital chilena.
Pascua-Lama, con reservas por 17,6 millones de onzas de oro, se ubica en una zona montañosa entre las regiones de Atacama (Chile) y San Juan (Argentina), y sería el primer proyecto enmarcado en el acuerdo minero que ambos países firmaron en 1999 para explotar yacimientos en la frontera común.
