Incluso, se dice que podría definirse antes
El máximo juicio por corrupción en Italia llegará a su fin este domingo
Juventus aceptó la condena de descender a la Serie B. En tanto, varios dirigentes involucrados podrían recibir años de suspensión. 13 de los 23 jugadores de la selección "azzurra" integran los clubes que bajarían de categoría. Polémica y escándalo por las escuchas telefónicas y los árbitros implicados.

La gente que comanda al club Juventus admitió que el descenso a la Serie B, más una quita de puntos, sería una condena "aceptable", en un sorprendente cierre de la segunda jornada del máximo juicio por corrupción desarrollado en el fútbol de Italia.

"La pena aceptable sería la que pidieron para los demás clubes, la Serie B, y con la penalización (de puntos)", expresó Cesare Zaccone, el abogado de Juventus, al responder a una pregunta de Cesare Ruperto, titular de la Comisión Federal de Apelaciones (CAF) de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).

"Que conste en actas", dijo inmediatamente Ruperto.

Juventus, el club más popular y con mayor número de "scudettos" en la liga italiana, mantendría sus ganancias por televisión y patrocinio, que significan el 79 por ciento de sus ingresos totales, pero, si cae sólo a la B, no así si el club es descendido a la Serie C.

El caso se convirtió en la nota destacada del día, en que los cuatro clubes y las 26 personas acusadas expresaron, uno tras otro, su inocencia y rechazaron los pedidos de descenso de categoría, suspensiones y multas solicitados el martes pasado por el fiscal Stefano Palazzi.

Incluso, Palazzi había pedido el descenso a Serie C, más la quita de los dos últimos títulos de Juventus, al que consideró máximo responsable, pues para las otras tres instituciones acusadas solicitó descenso a la Serie B: con quita de 3 puntos para Milan y de 15 para Fiorentina y Lazio, respectivamente.

Defensa de las víctimas

Antes de su sorpresiva respuesta final, Zaccone afirmó que Juventus no tuvo "responsabilidad directa" en el escándalo y que su ex director general, Luciano Moggi, principal dirigente implicado, "jamás fue representante legal" del club turinés. Además, el abogado aseguró que las escuchas al teléfono de Moggi, la cuales desnudaron arreglos con árbitros para manipular resultados de partidos de la liga italiana no significaban "hechos graves, sino turbulencias mediáticas".

Luigi Chiappero, abogado de Antonio Giraudo, otro de los dirigentes de Juventus acusados en la causa, había afirmado poco antes que su cliente sólo realizó actividades de lobby, requiriendo "garantías" arbitrales "en un mundo pleno de sospechas como el del fútbol".

"La acusación de ilícito deportivo me humilla y me degrada. Siempre fui correcto y mantuve la dignidad de mi cargo. Claro que si se comprueban los hechos hay cosas graves, pero yo jamás tapé nada", se defendió, a su vez, Franco Carraro, ex titular de la FIGC, al abrir la jornada.

Trece de los 23 jugadores de la selección integran los clubes que podrían ser enviados al descenso, lo que suscita polémicas, pero Giovanna Melandri, la ministra de Deportes, reiteró que aplicar una eventual amnistía si Italia gana el título "es una idiotez". "Esto es humillante y hay que tener más respeto", protestó, a su vez, Diego Della Valle, dueño de Fiorentina, quien negó que su club haya "negociado" con los poderes del "calcio" para evitar el descenso de categoría, una temporada atrás. "Me batí contra la prepotencia de Juventus y Milan en el manejo de los derechos televisivos y considero una ofensa que se me indique como partícipe de los turbios manejos que surgieron", añadió el hombre fuerte de Fiorentina.Della Valle advirtió que jamás podrá hacerse un juicio justo en quince días para cumplir así con los plazos que permitan decidir qué equipos italianos irán a las copas europeas, pero Ruperto le sugirió que la CAF se tomará el tiempo necesario para tomar su decisión. "Yo jamás pedí favores arbitrales", se defendió, por su parte, Claudio Lotito, el dueño de Lazio, más actoral y extenso que Carraro y Della Valle, al punto que Ruperto lo interrumpió en un momento para preguntarle "cuánto tiempo pensaba hablar".Lotito, que hizo citas en latín y habló en total una hora contra los 12 breves minutos de Carraro, afirmó que invirtió 20 millones de euros en Lazio. "Conmigo al frente, Lazio no se arrodilla ante nadie", dijo con referencia al poder de la Juventus que comandaba Luciano Moggi."Los cuatro clubes y los 26 acusados carecen totalmente de ética", afirmó en un comunicado el club Brescia, parte en la causa junto con Bologna, Messina, Lecce, Treviso y Arezzo, clubes que reclaman ascender a la Serie A por considerarse víctimas de la corrupción. "Yo no dirigí a Juventus por cinco años y me acusan de formar parte del sistema. Esto es paradójico. No sé de qué debo disculparme", afirmó Domenico Messina, uno de los ocho árbitros acusados de integrar la nómina pro Juventus y para quienes el fiscal pidió suspensión de por vida."No creo que todos los argumentos defensivos escuchados aquí tengan relevancia alguna para hacer un descargo de los cargos formulados, por lo que, contrariamente a lo que había pensado en un principio, renuncio a rebatirlos", afirmó el fiscal Palazzi.

Sanciones

Franco Carraro, ex titular de la FIGC, al abrir la jornada. Carraro, quien debió renunciar por el escándalo, podrá sufrir cinco años de suspensión y, además, una multa, según pidió el fiscal Palazzi el martes pasado, el mismo día que Italia avanzó a la final del Mundial en Alemania. Las sentencias, según se prevé, podrían conocerse tal vez antes del domingo, día de la final del torneo.