Las exportaciones de productos agrícolas llegarían este año a los 11.400 millones de dólares, a partir de las mayores cantidades de los productos oleaginosos, que contrapesarían el menor volumen cosechado de cereales, según un informe privado.

En el primer cuatrimestre del año las exportaciones continuaron con la tendencia ascendente, a pesar de la caída del saldo exportable debido a la reducción de la cosecha, de acuerdo a un análisis de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

En los primeros cuatro meses del año las exportaciones sumaron 4.006 millones de dólares y se incrementaron 4,3 por ciento con respecto al mismo período de 2005.

Este resultado se dio como consecuencia de un importante crecimiento de las exportaciones de los productos oleaginosos y sus derivados, que compensó la reducción del saldo exportable de cereales.

Esta situación también explicó la composición del aumento del valor entre precios y cantidades.

El hecho de que las cantidades exportadas se redujeran cerca de 13 por ciento fue ampliamente superado por el incremento del precio promedio de las exportaciones (20 por ciento), a partir de la mayor incidencia de los productos oleaginosos que tienen un mayor valor relativo con respecto a los cereales.

Los cereales totalizaron exportaciones por 854 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2006 y experimentaron una caída 31,6 por ciento con respecto al año previo.

La reducción de los saldos exportables de trigo y maíz incidieron en este resultado, particularmente la del primer cereal, ya que el grueso de la cosecha ocurre entre diciembre y los meses estivales.

Así, las cantidades exportadas se redujeron 44,4 por ciento (52 el trigo pan y 38,5 el maíz), hecho que fue parcialmente moderado por el alza promedio de 23,1 por ciento de los precios, principalmente maíz.

En cuanto al destino de las exportaciones, Brasil continuó siendo el principal importador de cereal, ya que concentró 30,4 por ciento de las 6,7 millones de toneladas enviadas, las cuales registraron una suba debido a la mayor demanda de maíz por parte de los productores de animales de corral e industrializadores.

Un escalón más abajo se ubicaron Chile, Perú y Sudáfrica.

En lo que resta del año se prevé que se comercialicen 7 millones de toneladas de trigo y de 9 millones de maíz, lo que implicaría una caída de la oferta de 9 millones de toneladas respecto del año previo.

Dadas las restricciones para las exportaciones de cereales que generó la menor cosecha, la mayor contribución al crecimiento de las exportaciones estuvo concentrada en el complejo oleaginoso, que registró en el primer cuatrimestre del año una suba de 21,5 por ciento del valor exportado.

Esto fue provocado, casi con exclusividad, por el alza de las cantidades despachadas, dado que los precios promedio exhibieron una leve retracción.

Así, en los primeros cuatro meses de 2006 las exportaciones totalizaron 3.073 millones de dólares, 544 millones por encima de 2005.

El grueso del incremento estuvo concentrado en los envíos de porotos y subproductos que mostraron subas en los aumentos de valor de 38,6 y 30 por ciento respectivamente.

Por su parte, los despachos de aceites sólo lograron incrementarse 3,7 por ciento en un contexto de caída de los precios promedio de 8,7.

El mercado doméstico presenta un creciente avance de las importaciones de origen asiático, especialmente de China, las cuales lograron desplazar a los productos fabricados en Brasil: las compras en el 2005 se han casi triplicado respecto a 1999, mientras que las provenientes del país vecino aumentaron un 82,4 por ciento respecto del mismo año.

Un informe de la consultora abeceb.com, refirió que al comparar las partidas que se comercializaron durante el primer cuatrimestre de 2002 y el 2006, se observa que "Argentina sustituyó las importaciones brasileñas por las chinas en varias partidas".

Para las partidas de manganeso y sus manufacturas, vajillas, bicicletas y herramientas varias de ferretería, Brasil fue el principal origen de las importaciones en el 2002; sin embargo, en lo que va de 2006, China lo ha desplazado de manera significativa, ya que el comercio desde Oriente logró concentrar más del cincuenta por ciento de los valores importados por partida.

De esta manera, según la consultora, China se está consolidando como una nueva potencia mundial en materia comercial, y su surgimiento en el escenario económico y productivo está gestando un nuevo equilibrio en el ámbito internacional.

Cuestiones como éstas hacen que China mantenga un crecimiento promedio del 11,5 por ciento en los últimos quince años, con un ritmo de crecimiento en sus exportaciones que lograron triplicar su participación en el comercio mundial durante igual período.

Así, pasó del dos por ciento en 1991 al 6,5 por ciento en el 2004.

Un hecho que se ha venido verificando -dijo abeceb.com- es que la productividad laboral en China estuvo creciendo mucho más aceleradamente que en Latinoamérica, lo que implica que la competitividad de los productos chinos puede estar moviéndose con ventaja respecto de la producción regional.

En lo que respecta a la relación entre China y Argentina, el comercio bilateral creció de manera acelerada a partir de 2003, momento en el que también las exportaciones argentinas experimentaron un considerable aumento al inicio del período, pese a que las importaciones comenzaron a incrementarse a mayor velocidad.

Por ello, la consultora admitió que "el importante saldo positivo que la Argentina mantuvo con el país asiático (en su intercambio comercial) hasta el momento estaría a punto de desaparecer".

Las exportaciones son esencialmente primarias, con escasa participación de productos agropecuarios manufacturados, combustibles y aún menos de productos industriales, mientras que las importaciones son casi en su totalidad de productos industriales.