Andrés Manuel López Obrador, segundo en las elecciones presidenciales mexicanas, según los resultados oficiales, hizo una demostración de fuerza ayer por la tarde, al reunir a más de 200.000 personas y convocar a nuevas movilizaciones para exigir al Tribunal Electoral un recuento de los votos.

"Quiero proponer a ustedes (...) que llevemos a cabo una marcha nacional por la democracia a partir del miércoles próximo, desde todos los distritos electorales del país hacia la Ciudad de México", dijo durante un mitin en la plaza principal de la capital mexicana.

López Obrador, que según los resultados electorales perdió por un estrecho margen del 0,58 % (equivalente a poco más de 243.000 votos sobre 41,7 millones) ante el candidato oficialista Felipe Calderón, convocó también a una manifestación por el centro de la Ciudad de México el próximo domingo.

"Deben abrirse los paquetes electorales porque hay evidencias contundentes de que nos quitaron votos para favorecer al candidato de la derecha", denunció López Obrador ante las miles de personas que acudieron a la convocatoria de una "asamblea informativa" en la plaza central de la capital mexicana.

Anteriormente, en un encuentro con la prensa extranjera, el ex alcalde de México había anunciado que el domingo presentaría ante el Tribunal Electoral la impugnación de varios miles de casillas, así como denuncias por otras irregularidades durante el proceso electoral.

López Obrador denunció una supuesta superación del tope legal de gasto de campaña, compra de votos, utilización de las instituciones del Estado y de los programas sociales para favorecer a Calderón, aspirante del gobernante Acción Nacional (PAN) e injerencia del presidente Vicente Fox.

Reveló que acudirá también a la Suprema Corte "para que ejerza su facultad para realizar de oficio la averiguación de los hechos que constituyen la (...) ilegalidad de todo el proceso".

López Obrador pidió que estas manifestaciones se lleven a cabo "sin afectar a derechos de terceros.

"No se trata de cerrar carreteras, que quede muy claro; éste es un movimiento pacífico, nunca vamos a caer nosotros en la provocación y hacerles el juego a nuestros adversarios", dijo.

Sin embargo, esta "asamblea informativa" fue una demostración de fuerza al estilo de la marcha que realizó el año pasado cuando, siendo todavía alcalde capitalino, fue desaforado para ser enjuiciado por un delito urbanístico menor y sacó a cientos de miles de ciudadanos a la calle.

El clamor popular obligó, entonces, a la fiscalía general a abandonar el caso.

El dirigente de la izquierda llamó "respetuosamente" al Tribunal Electoral y a la Suprema Corte "a valorar detenidamente la transcendencia histórica de la decisión que habrán de tomar".

El Tribunal Electoral, la única instancia legal e inapelable, debe decidir, de aquí al 31 de agosto, sobre las impugnaciones que se presenten a las presidenciales y, luego, tiene hasta el 6 de setiembre para anunciar el nombre del presidente electo.

López Obrador apeló igualmente a los medios informativos a que "no se cierren los espacios informativos y que no cedan a la presiones que tengo entendido están recibiendo del gobierno federal y de nuestros adversarios", es decir, del PAN y del gobierno.

No obstante, por si acaso, invitó a formar "comités de difusión", para "contrarrestar la estrategia que ya han montado nuestros adversarios" y, por "si llegara el caso de que se nos bloqueara en los medios de comunicación, tendríamos una comunicación directa".

Por último, como en el caso del desafuero, en que se creó un movimiento nacional a su favor, pidió a sus seguidores que se pusiesen de nuevo un lazo con los colores de la bandera mexicana "como distintivo de la lucha por la democracia.

"Se trata de no permitir un retroceso democrático. Si les permitimos que se impongan mediante el fraude, va a ser una regresión", lanzó al final de su discurso, en el que pidió confianza a sus seguidores y atacó duramente al presidente Vicente Fox.

"Molesta la actitud de Vicente Fox, que llega a la presidencia gracias a los avances democráticos y, cuando está en el poder, se convierte en un traidor a la democracia", acusó.

El líder izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador debe actuar con prudencia y no arrastrar a su país a una guerra de clases, mientras disputa el resultado de la elección que dio la victoria al oficialista Felipe Calderón, opinó el diario The Washington Post este sábado.

Calderón, a su vez, debe convencer a los mexicanos más pobres de que trabajará por ellos, acotó el influyente diario estadounidense en un editorial.

Las acusaciones de López Obrador sobre la existencia de "irregularidades" en el proceso electoral son "preocupantes", porque "no hay señal hasta ahora de intentos sistemáticos para falsificar el resultado", sostuvo el Post.

Aunque está en su derecho de impugnar el resultado, el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) "no debe usar el poder de su oratoria, o la adulación de sus seguidores, para arrastrar al país hacia una guerra de clases mientras persigue un desafío legal que puede durar hasta dos meses", pidió.

"Eso dañaría la reputación internacional de México y su atracción de inversores; también podría oscurecer el futuro político de López Obrador", aseguró.

Por su parte, Calderón -del Partido de Acción Nacional (PAN, derecha)- "también debe avanzar cuidadosamente", apuntó el Post. Asumiría la presidencia tras haber conquistado sólo un tercio de la votación y además "aparentemente ganó pocos votos de las legiones de mexicanos desesperadamente pobres", afirmó.

Según el Post, "si Calderón quiere tener éxito como presidente de México y de sus 106 millones de habitantes, necesitará convencer a los desposeídos -no sólo a los que tienen y que ya le creen- de que sus políticas los beneficiarán".

"Fox, traidor"

El candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador convocó a una oleada de movilizaciones callejeras para denunciar "el fraude" en los comicios presidenciales del 2 de julio en México. También acusó al presidente mexicano, Vicente Fox, de ser un "traidor a la democracia", supuestamente por haber orquestado las "múltiples irregularidades" que, según dijo, le impidieron ganar las elecciones ante el oficialista Calderón. López Obrador llamó a sus seguidores a realizar desde el próximo miércoles una "pacífica marcha nacional por la democracia" desde todos los Estados hacia la capital del país. Los presidentes de EE.UU., George W. Bush; de Colombia, Alvaro Uribe, y del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitaron a Calderón por su victoria.