Un argentino, modelo de conducta en los EE.UU.

Aunque tuvo que trabajar desde niño en Argentina, Walter Sava supo aprovechar las oportunidades de educación que le ofrecía Estados Unidos, donde hoy lucha por mejorar las condiciones de vida de los jóvenes.

"Trabajé en una fábrica de zapatos, en un fábrica de carteras, en la construcción de casas, allá en Argentina", relató a EFE Sava, director de la organización Latino Arts, Inc., de Milwaukee.

"Me salí de la escuela cuando estaba en el octavo grado y... ía trabajar!", agregó.

Su éxito y su dedicación a la juventud lo han convertido en un modelo de liderazgo hispano en Estados Unidos.

Sava, que arribó a EE.UU. desde Buenos Aires en 1963, no dejó nunca de soñar con la educación superior, a pesar de que tuvo que trabajar en vez de asistir a la escuela. "Comencé trabajando en restaurantes, como todos, pero eso de lavar platos no me gustó", comentó.

Y para continuar estudiando en Estados Unidos tuvo que pasar el llamado GED, "porque eso es supuestamente el equivalente de un diploma de secundaria", indicó.

Luego, con gran esfuerzo y una visa de estudiante, obtuvo la licenciatura en Historia en East Texas Baptist University, y después un doctorado en Lenguas y Literatura en la Universidad de Wisconsin.

Sava valora su certificado de GED tanto como sus títulos universitarios, "para que los niños aquí se den cuenta de que no tuve la oportunidad de ir a la secundaria, pero eso no significa que tuviera que dejar de estudiar".

Con sus conocimientos académicos, comenzó a trabajar de profesor asistente del idioma español en la universidad Carroll College, en Waukesha (Wisconsin), y posteriormente como director ejecutivo de la organización Casa de la Esperanza.

Pero su mayor impacto en la comunidad de Milwaukee lo causó con su trabajo como director del Centro de la Comunidad Unida/United Community Center (UCC), al cual se dedicó desde 1983 hasta 2003.

El UCC patrocina un colegio concertado (escuela "charter") para jóvenes en peligro de caer en la delincuencia o las drogas.

"Además de eso, tenemos viviendas para familias, programas para gente que tiene problemas con alcohol y drogas, 36 camas para individuos que se están rehabilitando del uso de drogas y alcohol, programas para ancianos", explicó.

"También tenemos un restaurante y una galería de arte", precisó Sava, quien, después de jubilarse del UCC, se hace de un tiempo para dedicarse a liderar el proyecto Latino Arts, Inc., que promueve el aprendizaje y la divulgación de las artes hispanas.

Recientemente, el Consejo Nacional de la Raza (NCLR, por sus siglas en inglés), una de las mayores organizaciones dedicadas al activismo hispano en EE.UU., reconoció en su última reunión anual, que este año se celebró en Los Angeles, el aporte de Sava a la comunidad hispana otorgándole el premio "Maclovio Barraza".

El reconocimiento lleva el nombre de uno de los precursores del NCLR, quien ayudó a sindicalizar a los mineros, entre otras muchas aportaciones a los fines de la organización.

El NCLR otorga el premio al liderazgo "Maclovio Barraza" a las personas que han trabajado en pro del mejoramiento de la comunidad hispana, desde la base hasta los niveles más altos.

Sava considera que una persona es lo que aprende en sus circunstancias personales.

Al trabajar en una fábrica de zapatos cuando se tienen sólo 12 años "uno aprende a ver lo difícil que pueden ser las cosas y la importancia de la educación", dijo.

Iván Mejía (EFE)