El Día del Amigo pasó con felicidad

Desde temprano los mensajes comenzaron a saltar en los celulares. Un rato después, los mails de los precavidos de siempre hacían aparecer las tradicionales tarjetas -ahora electrónicas- con los envíos de cariño y felicidad. Le siguieron los llamados y otras sorpresas. Y, por fin, la noche encontró a miles -sí: miles- de santafesinos festejando la amistad.

La policía de la Provincia, que había ganado las calles para garantizar que no haya problemas, calculó que la Recoleta vió pasar la noche del jueves más de 50.000 almas sensibilizadas por la fecha. Esto es el doble de la cantidad de personas que usualmente transita la zona los fines de semana. Aunque, aclararon, todo se desarrollo con tranquilidad.

Así lo corroboraron desde la Municipalidad, que montó operativos de control en boliches, pubs y de tránsito; desde el Cobem y el 107. Los inspectores municipales tuvieron un solo inconveniente en toda la noche: una persona a la que el resultado de alcoholemia le dio positivo y no se quería bajar del auto. Ahí intervino la policía que lo llevó por unos minutos a la seccional primera.

Para no correr la misma suerte, la gran mayoría de los jóvenes que brindaron en los bulevares lo hizo a pie. énicamente se registraron tres casos de conductores que manejaban con más de cinco gramos de alcohol en la sangre. Por otra parte, se labraron tres actas de infracción en boliches -por presencia de menores, falta de permiso y por incumplimiento de horario de cierre.

El subsecretario de Control municipal, Norberto Berlanga, destacó el compromiso de comerciantes, quiosqueros y dueños de boliches en la noche de ayer. "Se vió el trabajo de todos para que los jóvenes se diviertan sin lamentar hechos negativos", expresó.

Por otra parte, mientras desde el 107 sólo asistieron dos casos -los fines de semana atienden un promedio de 5 a 10-; el Cobem sólo intervino en uno. Precisamente el único hecho lamentable de ayer fue que tres jóvenes terminaron en el Cullen luego de que la moto que los trasladaba chocara con un móvil policial en la esquina de Urquiza y 1° Junta.

Los jóvenes, los más grandes y los intermedios coparon las calles, bares, restaurantes y boliches de la ciudad este 20 de julio. En la Costanera, los vecinos se lamentaban que, previendo la concurrencia, el municipio no dispusiera baños químicos en la zona. Con la cerveza que pasa de mano en mano durante horas, los concurrentes terminaron desquitando en cualquier parte esos efectos. Los vecinos, mucho menos que agradecidos.