El ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra fue sobreseído en la investigación por la tragedia de la discoteca República Cromagnon, según resolvió esta mañana la jueza María Angélica Crotto.

En una resolución de 156 carillas, la magistrada sostuvo que Ibarra "debe ser sobreseído en tanto los hechos imputados no constituyen delito".

El fiscal Juan Manuel Sansone y varias de las querellas de Cromagnon habían pedido la indagatoria y el procesamiento de Ibarra, a quien le imputaban los delitos de "homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público".

La jueza explicó que la decisión apunta a "poner fin a la incertidumbre jurídica de quien resulta imputado en las actuaciones, aun cuando no se dispusiera la declaración indagatoria del nombrado, por no darse en la especie el grado de sospecha para ello".

Crotto argumentó que Ibarra, como jefe de gobierno, había "descentralizado" el "ejercicio del poder de policía" y en consecuencia, el ex jefe de gobierno "no debía encargarse en forma personal del control sobre la actividad de los locales bailables". "Consecuentemente, no podrá reprochársele injusto penal alguno", añadió.

"La desconcentración administrativa, tal como estaba estructurada, no sólo implicaba que los órganos desconcentrados se avocaban al mero aspecto operativo de su gestión sino que contaban con verdaderas facultades decisorias en la materia específica de su ámbito, como también en todo lo relativo a las habilitaciones, seguridad y control del funcionamiento de los locales bailables", sostiene la resolución.

Así, las responsabilidades por lo ocurrido en Cromagnon recaen, según la resolución, en la ex titular de la Subsecretaría de Control Comunal, Fabiana Fiszbin; en el director general de Fiscalización, Gustavo Torres, y en su adjunta, Ana Fernández.

"Ibarra no era el funcionario competente para aplicar las normas en materia de seguridad de los locales de baile Clase C puesto que, como se dijo, había desconcentrado el ejercicio del poder de policía en favor de los funcionarios de menor jerarquía, quienes sí tenían la obligación de aplicar dichas normas", justificó Crotto.

"Lo que no sabía Aníbal Ibarra, en tanto no tenía razón suficiente para dudar o creer lo contrario, era que, en relación con la problemática de los locales bailables, sus subalternos ejecutores se comportaban dolosamente en el cumplimiento de sus funciones", completó la jueza.

"Si en el sumario no se encuentran elementos de prueba que permitan asegurar y demostrar que Aníbal Ibarra pudo reconocer el riesgo creado por Omar Emir Chabán, mal puede erigirse imputación alguna en su contra... Se descarta toda vinculación entre la conducta imputada a Aníbal Ibarra y el resultado ocurrido el 30 de diciembre de 2004", agrega el documento.

La resolución hace mención a la destitución de Ibarra como jefe de gobierno porteño mediante el mecanismo constitucional del juicio político.

"Todo acto de gobierno es susceptible de ser revisado judicialmente cuando se infringe la ley", reivindicó la jueza, pero aclaró que en este caso "no se trata de reeditar un proceso de enjuiciamiento político o de efectuar consideraciones en torno de la oportunidad, mérito y conveniencia de las decisiones adoptadas por Aníbal Ibarra durante su gestión de gobierno", sentenció.

Valiente

El ex jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, afirmó este mediodía que le aportó "tranquilidad" la noticia en torno de su sobreseimiento en la causa Cromagnon, y calificó de "valiente" el fallo de la jueza María Angélica Crotto. La resolución judicial "confirma que hubo un manejo político" en su destitución del cargo, estimó Ibarra en declaraciones a Radio Continental, en la puerta de su casa, adonde un grupo de simpatizantes acudieron a felicitarlo. Ibarra dijo que en el fallo se aclaró que "no se puede responsabilizar a un jefe de Gobierno por cada una de las irregularidades que puede haber en una gran ciudad como Buenos Aires".