Por una nueva Constitución en Bolivia

AFP

Bolivia instaló desde ayer una Asamblea Constituyente de 255 miembros, presidida por la indígena quechua Silvia Lazarte, que en el término máximo de un año debe redactar una nueva Carta Magna que plasme el deseo del presidente Evo Morales de refundar el país.

La Asamblea Constituyente, octava de la historia de Bolivia, fue inaugurada públicamente en la Plaza de Armas de la ciudad de Sucre (750 km al sudeste de La Paz), en medio de llamados a crear un nuevo Estado que elimine los grandes desequilibrios entre ricos y pobres.

La Constituyente debería producir, especialmente, una nueva carta donde el Estado tenga un mayor control sobre los grandes recursos minerales y de gas del país, que hasta ahora habían favorecido a empresas multinacionales.

Adicionalmente puede sentar las bases para una profunda reforma agraria, que encuentra resistencias en los estados llaneros y selváticos del este del país.

"Acá comienza a cambiar la historia de Bolivia", proclamó Morales, quien urgió a escribir "una nueva historia donde haya igualdad y donde no haya discriminación".

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales controla más del 50% de los escaños de esta Constituyente.

"Esta Asamblea Constituyente debe tener todos los poderes, por encima de Evo Morales, por encima del Congreso nacional, por encima del poder Judicial. No estamos hablando de una simple reforma constitucional, sino de una refundación de Bolivia (...) para eso hemos elegido constituyentes", señaló el mandatario.

Para darle consistencia a su propuesta, Morales anunció que "me voy a subordinar a la Constituyente", horas después de que sostuviera que incluso está dispuesto a aceptar la revocatoria de su mandato de cinco años.

El discurso de Morales fue largamente aplaudido por los constituyentes y el público, entre los cuales delegados de diversos países sudamericanos. Ningún presidente extranjero estuvo presente en la ceremonia.

La plaza de Armas de Sucre, donde se fundó la República el 6 de agosto de 1825, se encontraba atiborrada de una multitud de indígenas y campesinos pertenecientes a los 36 pueblos originarios de Bolivia.

A diferencia de actos oficiales de antaño, un coro universitario entonó el himno patrio en cuatro lenguas: castellano, quechua, aymará y guaraní, predominantes en Bolivia.

El caracter pluricultural y multiétnico es uno de los rasgos predominantes en la Constituyente. Ese matiz fue destacado también por el vicepresidente Alvaro García Linera, quien contrastó la actual composición de la Asamblea Constituyente con otras anteriores e inclusive con la fundación de Bolivia donde no hubo ningún representante de los indígenas ni mujeres.

"Ya no son cuatro gatos, cuatro oligarcas y cuatro generales que se reúnen para definir el destino de Bolivia. Hoy es Bolivia entera la que está presente para asumir el reto de la construcción de nuestra nación", resaltó.

Una de las tareas urgentes de los constituyentes es atender el pedido de autonomía regional aprobado en un referendo en julio último por los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.