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Después de cuatro años de producción y mucho esfuerzo, el viernes se estrenó en Rosario el film "A dos tintas", ópera prima de Walter Becker y Lucas Di Santo, dos jóvenes que lucharon por materializar este sueño.
Florencia Arri
En cuestión de días, la vida de Walter Becker y Lucas Di Santo tuvo un cambio radical. A sus teléfonos no sólo llaman amigos, sino radios y canales televisivos pidiendo entrevistas. Es que, después de cuatro años de trabajo, el viernes pasado se estrenó "A dos tintas", el filme que Walter y Lucas produjeron contra viento y marea, con su propia productora.
La idea surgió cuando Walter tenía 22 años y Lucas 25, y debían hacer una tesis para concluir su carrera en la Escuela Provincial de Cine y TV de Rosario. "La tesis nació como un mediometraje, pero después nos dimos cuenta que daba para más. Empezamos a pensar cómo hacer y decidimos encarar la producción del filme", comentó Walter en diálogo con El Litoral.
Con esfuerzo
El rodaje no fue fácil. Encontraron distintos tipos de apoyo pero faltó uno financiero que costee los gastos. Sin embargo, eso no fue un impedimento. "Nosotros alquilamos los equipos y cada una de las personas que trabajó lo hizo ad honorem porque le gustaba la historia" comentó Walter, para agregar que, de este modo, " `A dos tintas' es el fruto del compromiso de cada una de esas personas de dejar otras cosas de lado para dedicarse a hacer arte".
El rodaje se realizó durante treinta días en el transcurso de un año. A pesar de la corta experiencia de sus realizadores y de la escasez de fondos, Becker confesó a este diario que "siempre confié en el proyecto. Al principio, la gente del ambiente se sorprendía y no confiaba en un chico de 22 y otro de 25 que querían hacer una película con mucha técnica, plena en detalles visuales".
Como suele pasar en estos casos, Walter y Lucas fueron tildados de locos, pero terminaron de filmar. Lejos de conformarse con lo posible, se dieron lugar a las pretensiones: "armé las imágenes en mi máquina -comentó Becker-, pero desde un principio quise que a la banda sonora la realizara alguien con experiencia. Así, logré que Mariano Brown la hiciera con música orquestal... llevó un montón de tiempo, pero quedó bárbaro".
Entre dos mundos
"A dos tintas" trata a historia de Federico Figueroa, un escritor de 40 años que sufre de esquizofrenia. Luego de haber sido dado de alta en el hospital neuropsiquiátrico, comienza a escribir una novela ambientada en la Argentina de 1847 en la que un profesor de pintura se enamora de una de sus alumnas, llamada Mercedes. Luego de que un interno del hospital dibuja en una hoja a Mercedes idéntica a como él la imaginó, Federico comienza a obsesionarse con este personaje, llegando a confundir la realidad con la ficción, al extremo de emprender una búsqueda desesperada por hallar a su amada.
"Queríamos contar una historia diferente a lo que se suele ver en la pantalla, jugar con mundos paralelos y ver si en verdad los internos del psiquiátrico están tan locos o más cuerdos que nosotros", explicó el director y escritor de la película. "Cada uno ve las cosas a su manera, en su momento y su espacio -agregó-. Ahí nace la idea de esta película, y desde allí los condimentos que uno pone, jugar con la fantasía, lo real y lo irreal".
Proyección internacional
El resultado de tanto trabajo fue visto el viernes pasado en el Teatro Municipal La Comedia de Rosario. Los espectadores quedaron maravillados con la película. Walter opinó que "a veces sorprende que el filme haya sido logrado por un director de 25 años y otro de 28. También porque tuvimos un director de fotografía que fue muy detallista e `iluminaba con pincel".
Los frutos no tardaron en florecer. Walter y Lucas ya tienen ofrecimientos para proyectar "A dos tintas" en diferentes ciudades, incluso en Santa Fe. Pero eso no es todo. La película fue enviada al 50° Festival de Cine de San Sebastián, donde ya superó la primera instancia.
Animado por las repercusiones, Walter confiesa que su anhelo es "ver `A dos tintas' en las salas comerciales, porque fue realizada para estar en el cine. Creemos que en algún momento va a llegar a una sala".
Ficha técnica
Dirección: Walter Becker y Lucas Di Santo. Guión: Walter Becker y Lucas Di Santo. Intérpretes: Daniel Michelli es Federico Figueroa, el protagonista; Estefanía Bruno encarna a Mercedes y Sergio Garfinkel a Juan. Liliana Belinsky es la psiquiatra; Raúl `Kiko' Saggini el director del hospital; Alfredo Anémola interpreta a Carlos; Federico Fernández Salafia a Quique y Roberto Varela a Germán. El enfermero es Alberto Ruiz (II); el cartero Patricio Coronel, el mozo Fernando Calluso y la bailarina Patricia Del Arciprete. También actúan Raúl Yacopini (como el bailarín) y Rosa Molina.
el equipo técnico se compone por Claudio Victor Perrin en fotografía; Luciano Barrera en cámara y Marina Sain en la dirección de arte. La música es de Mariano Braun; el montaje fue realizado por Walter Becker y Mariano Braun; el sonido por Juan Valesi; el vestuario por Marina Barrera. La producción estuvo a cargo de Walter Becker, Diego M. Castro y Lucas Di Santo y Cristian Pérez como gaffer.
