Interrogan a sospechosos de atentados

Gran Bretaña y Pakistán continuaban este sábado con los interrogatorios de 30 detenidos, sospechosos de haber querido hacer estallar aviones en vuelo entre Londres y Estados Unidos, un complot de dimensión mundial que llevó a numerosos países a reforzar sus medidas de seguridad.

La policía británica obtuvo la autorización judicial para prolongar hasta el próximo miércoles la prisión preventiva para 22 de las 24 personas detenidas el jueves.

Sobre los otros dos detenidos, uno fue puesto en libertad ayer y el otro sigue detenido a la espera de que la justicia se pronuncie, en principio el lunes, sobre una posible extensión de su arresto.

Todos los sospechosos son británicos, con edades comprendidas entre 17 y 35 años y con nombres comunes en el sur de Asia. Tres de ellos renunciaron a sus nombres de pila occidentales tras su conversión al islam.

En cuanto a sus ocupaciones, hay vendedores de autos de ocasión, un empleado de pizzería, un albañil y también un estudiante.

El ministro británico del Interior, John Reid, insistió en que los investigadores consideran que detuvieron "a los principales sospechosos" del complot.

Los arrestos se produjeron en Londres, High Wycombe (oeste de la capital) y Birmingham (centro de Inglaterra) pero, por el momento, el gobierno no se ha pronunciado sobre el material hallado durante los registros de las viviendas de los detenidos.

Las autoridades británicas tampoco confirmaron que los presuntos terroristas planearan utilizar explosivos líquidos que llevaban en sus equipajes de mano, como anunció el secretario estadounidense de Seguridad Interior, Michael Chestoff.

La policía de Londres y su anillo periférico comunicó el viernes que había registrado tres cafés internet de la zona, donde halló material informático "relacionado con la actual investigación antiterrorista".

Las pesquisas proseguían paralelamente en Pakistán con el interrogatorio de siete detenidos la semana pasada, una operación que llevó a la policía británica a intervenir antes de lo previsto para desbaratar los planes de la banda, vigilada desde hacía más de un año en Gran Bretaña.

El primer ministro británico, Tony Blair, que se encuentra de vacaciones en el Caribe, agradeció el viernes por teléfono al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, la contribución de su país en la operación que frustró los planes de los supuestos terroristas, según su residencia oficial, Downing Street.

AFP